74

3.3K 269 23
                                    

Capitulo 74

"Emilia vs Ethan"




—Leannie vas a tener otro...

—¡Silencio! —interrumpió Arthur tapando la boca de Luca —Leannie, escucha, haz un último esfuerzo. Sólo es el último esfuerzo, todo irá bien.


Luca quita la mano de Arthur de su boca y se queda desconcertado. Sin embargo, mirándolo detenidamente viendo cómo este ayudaba a Leannie a lograr sacar su otro bebé, el cuál, al parecer siempre estuvo siendo tapado por su hermano, decidió no interferir, sino, ayudar también en este acto. 

Leannie se encontraba agotada, tras su primer parto, y en estos momentos no contaba mucho con la ayuda de Luca porque sus manos estaban siendo ocupadas para sostener al bebe.


—¿Qué hacemos? —preguntó Luca queriendo saber los verdaderos planes de Arthur.

—Ahora yo voy a ayudar a que el siguiente bebé nazca, quítate de ahí y cubre al bebé —ordenó para cambiar de posición —. El siguiente bebé déjamelo a mí.


En las tierras de Ethan, con Emilia y Gabriel


El despertador sonaba por toda la habitación. Una mano femenina buscaba apagar el objeto ruidoso pero no daba con el, así que furiosa y con los ojos cerrados, lo toma y lo revolea por la ventana.


—Cálmate amor, en el mes ya es el quinto que lanzas —habló Gabriel cubriendo su desnudez con una sabana blanca. 

—¡Son muy escandalosos! —indicó acostándose nuevamente en el cómodo colchón dejándose abrazar por los fuertes brazos de Gabriel. 

—¿Te apetece qué vayamos a desayunar? —Gabriel besó la frente de la castaña quien se sonrosaba. 

—¿Y sí mejor... hacemos otras cosas? —sugirió ella depositando pequeños besos y mordidas sobre el cuello del rubio.

—¡Mierda! —se quejó —¡Odio tus besos tan excitantes! 


Gabriel cambia la posición ahora el estando encima de ella y llenándola de besos por todo el rostro mientras ella reía a carcajadas. Sus ojos se encontraron y sus sonrisas se unieron en un sólo beso lento y apasionado, que era acompañado junto con unas cálidas caricias que recorrían sus cuerpos desnudos.


—¿Un rapidín? —preguntó Gabriel.

—¡Un rapidín! —afirmó aquella castaña.


Comenzaron a besarse nuevamente pero esta vez, se detuvieron al escuchar golpes en la puerta. Estos se alarmaron, ya que los golpes eran desesperados y agresivos, como si quisieran tirar en cualquier momento la puerta abajo.


—Debe ser la correspondencia —bromea Gabriel —, o quizá estén devolviéndonos el despertador que tiraste.

—Ay no amor, creo que se trata de —olfatea unos segundos —¿Victoria y una colonia muy fuerte?

—¿Victoria? —preguntó confuso el Betha mientras busca con la mirada su ropa interior —¿Qué quiere tan temprano?

El Alpha de las tinieblas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora