El Alpha de las tinieblas©

70

Capitulo 70

"Esto ya es personal: Leannie se arriesga"

—¡Su pulso es muy débil! —gritó Emilia rodeando con sus brazos a Ethan —¡Rápido, atiendan a Ethan!

—¡Sí! —se acercó Gabriel y lo tomó de un brazo mientras que Emilia lo sostenía del otro para levantarlo.

—¿Leannie...? —susurró Ethan apenas por lo bajo —¿Ella... está... bien?

—¡Ethan, no hables! —suplicó Emilia intentando mantenerse de pie con la ayuda del rubio para levantar a Ethan, aunque perdía la estabilidad rápidamente.

—¡Ethan! —gritó Leannie cayendo de rodillas inclinándose hacia este —¡Por favor, no hables, estoy contigo!

Ellos tres entraron junto con un malherido Alpha a su habitación y cerraron la puerta. En el gran salón principal se quedaron Victoria sosteniendo a Noah, impactada ante lo que acaba de ver y muy preocupada por Ethan, y Luca, quien sostenía a Samantha en brazos.

—¡Van a necesitar sangre! —articuló Luca —. Voy a dejar a Samantha descansar y después vemos en que podemos ayudar, Ethan no puede morir.

—Yo... estoy dispuesto a —hablaba con dificultad Noah —dar mi vida por Ethan. 

—Después vamos a hablar de eso. Victoria —llamó la atención de la Omega —, intenta curar las heridas de Noah, ¿si? 

—Sí. 

La mañana se hizo presente. Leannie estaba dormida sobre el suelo, apoyando su cabeza en el colchón donde estaba recostado Ethan mientras ella le sostenía la mano. A un costado de la habitación, la cual compartían la pareja, estaban los garrotes de fierro ensangrentados. El Alpha se encontraba recostado con un vendaje que rodeaba absolutamente todo su cuerpo desnudo y este era cubierto por una manta. 

Emilia tenia conocimiento medico y es por eso que siempre se encargaba de las heridas, el embarazo de Leannie u otros malestares. Ella y Gabriel estaban incómodamente recostados sobre un sillón, Emilia no había podido descansar en toda la noche para poder curar las graves heridas de Ethan.

Y al fin, todos quedaron dormidos y exhaustos. Lo que era increíble era el poder de sanación de Ethan, ya que el había podido desarrollar habilidades magnificas. 

Leannie abre sus ojos lentamente y se encuentra con un Ethan malherido, pero que intentaba descansar. Ella se sorprendió porque en ningún momento lo ha escuchado quejarse ante el dolor o gritar de forma exagerada, como cualquier persona en ese estado.

—Ethan —susurró la pelinegra para acariciar su mejilla. 

Narra Leannie

Ethan. Te prometo que voy a solucionar esto. Sé quién fue, sé quién es él responsable de esta atrocidad y ese es Arthur. Ethan, te prometo que no me voy a quedar de brazos cruzados.

¡Voy a hablar con Arthur Morgan!

Leannie tapa bien a Ethan, toma uno de sus abrigos y sale de la habitación. Camina sigilosamente por toda la casa hasta llegar a la puerta de entrada, y curiosamente sus ojos estaban apagados, cada paso que daba hacia notar un cambio en sus ojos, los cuales lentamente perdían aquel brillo de ilusión.