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Capítulo 11

"¿Quién eres en realidad?"




Pasaron tres horas de viaje, la noche se volvía más fría. Los claros ojos de la preciosa joven caían delicadamente, cerrándose de manera pesada. Había tenido un día largo y ocupado y muchas decepciones. Aun así, intentaba mantener su vista abierta, aunque luchaba con sus párpados que se derribaban. 

Ethan pudo verla desde el rabillo del ojo y le ofrece una manta.


—Descansa un poco —murmura Ethan por lo bajo.

—No quiero —contesta de manera terminante Leannie.

—No voy a hacerte nada.

—Te he dicho que no quiero nada —cuestionó.

—Como quieras —le deja aquella manta a su lado, para que la tome cuando sienta la necesidad.


Una brisa fresca se hizo presente haciendo que la piel de Leannie se pusiera de gallina. Gira su cabeza muy despacio y se fijó en Ethan, que estaba concentrado en mirar la ruta vacía entre tanta oscuridad. Aprovechó ya que este no la miraba para tomar aquella manta, taparse suavemente y darse la vuelta, dándole la espalda a Ethan. El corpulento hombre puede notarlo pero le daba igual lo que ella hiciera. 

Al parecer, Leannie se quedó profundamente dormida, pues no era para menos, se sentía exhausta. 


—¿Se durmió? —mirando con una sonrisa sobre el espejo retrovisor. 


Ethan no contesta, solamente asiente. Quería intentar hacer el más mínimo sonido para que ella no se despertara. Sabía que ella, en estos momentos, pensaría las peores cosas de él, así que de seguro, Leannie duerme pero estará atenta.


—Sé que no quieres despertarla, perdón por hacer ruido pero, Ethan, ella necesita saber la verdad. Sus incertidumbres no aguantarán mas tiempo —dice Gabriel.


Este no responde. En ese preciso momento no quería nada más que verla dormir. Era lo único que deseaba. Gabriel pudo darse cuenta porque no insistió con la conversación, al ver a su amigo mirando a la muchacha, se centró en la carretera. 

Los rayos del sol se hacían presente de una forma muy grácil. Los celestinos ojos de Leannie se despiertan, dándose cuenta que se durmió cómodamente. Observa a Ethan que curiosamente, estaba despierto.


Narra Leannie

¿Se habrá quedado despierto durante toda la noche? 


—Buenos días, Leannie —entablo Gabriel con una radiante sonrisa. 

—Buen día —abriendo lentamente sus ojos.

—¿Pudiste descansar? 

—Algo... sí, si pude descansar bien. Gracias.


Gabriel continuó con su mirada hacia el asfalto. Mientras, ella volvió a mirar a Ethan disimuladamente, y se preguntaba si él habría descansado tanto como ella o no. 

El Alpha de las tinieblas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora