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Capitulo 38 

"Una muerte digna. Siempre en nuestra memoria I"


—¿Y qué es? —Pregunta nuevamente. —¿Qué es eso tan importante que has encontrado? 

—¡Ratas! —Exclamó Adam. —¡Hay ratas!

—¿Y crees que es momento de decírmelo ahora? 

—Es que creo que una estaba medio moribunda, pensé en avisarte por si un invitado la veía y tal vez se asustaba.

—Ay. —Suspira. —¿Podrías hacerme el gran favor de esconderla o tirarla afuera? Si mi abuelo se enterara seria un desastre.

—Por supuesto, enseguida regreso.

—Gracias amigo. —Nuevamente camina hacia su puesto donde estaba parado en el momento que Adam desapareció entre las personas. 

Adam se colocó su antifaz y volvió a subir las escaleras que se dirigían al piso de arriba. Con sigilo, abre la puerta y tendido estaba Ethan sin su camisa. Tenia el pecho al descubierto y, donde había sido clavado aquella aguja minúscula, su piel se tornaba rojiza y en el centro, morado. 

—Eso ya no se ve bien. —Este acerca una silla y se sienta al lado de Ethan.

—¿Por qué me estas ayudando? 

—Porque quería agradecerte. Este tiempo has estado cuidando de Leannie, estoy seguro y puedo asegurar que la protegiste muy bien. 

En ese momento, hubo total silencio, pero eso era más que suficiente ya que no habría mas para decir de parte de ambos.

Alguien se acercaba lentamente. Se veía la sombra por debajo de la puerta, pero Ethan no se altero, de hecho, suspiró.

—¿Puedo abrirle? —Preguntó Adam ante la reacción de Ethan.

—Es mi tía. 

Sin más que agregar, Adam encaminó hasta la puerta de ese cuarto, que seguramente esta inhabitado por el polvo que había, y le abre un poco a Emilia.

—¿Qué haces aquí? —Gira su cabeza en dirección a Ethan. —¿Qué hace él aquí? 

—Pasa. —Una vez adentro, cerró la puerta. —Yo quiero ayudar a que Leannie se vaya con ustedes, aquí ya no es seguro y nunca perteneció a este lugar. ¿Qué puedo hacer? 

—No solo tenemos que sacar a Leannie donde ya sabemos donde está, sino, a nuestro compañero. 

—Él se encuentra con Leannie. —Afirmó Adam. —Pero me temo que no tiene las mejores de las suertes. Ese Betha sera un espectáculo principal para reabrir la asociación Gul'kah.

—¿Cuándo? —Preguntó Emilia nerviosa.

—Cuando terminen los acróbatas que están allá.  

—Ethan. —Susurra Emilia y se acerca a su sobrino. —Esto es agua de la fuente, solo dos gotas y presiona los alrededores para quitar esas gotas de veneno. 

—Confió en tí. —Ambos se abrazan. —Suerte. 

Era el momento. 

Y en ese momento, Ethan estaba herido pero Adam estaba dispuesto a ayudarlos. Juntos salieron del cuarto y se acercaron a ver a los siete acróbatas, dos de ellos estaban sobre cuerdas y telas colgando del techo saltando y desplazándose por el aire mientras que los otros estaban realizando una danza muy llamativa.

El Alpha de las tinieblas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora