Nudo Y Rechazo

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Narra soyeon

Y un penetrante aroma a rosas violo mis sentidos que apoco tiempo se nublaron y no podía pensar con claridad, el sudor comenzó a resbalar de mi cuerpo, mi entrada dolía por la necesidad de un alfa, mis feromonas dulces se comenzaron a disparar más rápido.

El ambiente se convirtió en deseo puro y asfixiantemente agradable.

Tomo mis caderas y encajo sus largos dedos, jadeos comenzaron a salir de mi boca, estaba a su merced.

Mi ropa interior se empapo cuando mi alfa se quito su camiseta sensualmente.

Mi alfa... Eso suena lindo...

Y algo tocó mi entrada que me hizo estremecer, mi lubricante comenzó a escurrir.

-vaya que estas ansioso omega.

-alfa~.

Su aroma golpeando mis sentidos, sus dedos ahora mismo dentro de mí, y su maravillosa boca en uno de mis sensibles pesones me hacían estallar de pasión.

-es hora.

Y su miembro comenzó a presionar mi entrada, por primera vez no lloraba de miedo, estaba extasiado con su ser, abrí un poco más mis piernas y el sonrió coquetamente, mi corazón dio un giro al ver su sonriza.

Lo hacía feliz...

El me quiere...

Quiero mas de esa sonrisa...

Quiero mas...

Sus embestidas eran duras y salvajes pero yo gemia lleno de placer, era una nueva experiencia que sabia que no se repetiría en mucho tiempo.

No debía engañarme, aunque una parte de mi lo niega; pensando que tal vez seremos felices como debe ser. Otra parte decía; que yo no debía ser cruel conmigo mismo.

Pero abandoné esos pensamientos cuando me viene en mi torso, y un feroz orgasmo me atacó, mi vista se empaño. Los jadeos de mi alfa chocaban en mi cuello, el sudor de ambos se mezclaba, mi cuerpo trataba de controlarse, pero eso era imposible, ya que sus arremetidas en mi cuerpo no dejaban que el orgasmo desapareciera.

Y unos minutos después Dong se vino en mi y el tan anciado nudo se formó dando por concluido el apareamiento y con la posibilidad de esperar  bebes.

Dolía mucho, estiraba mucho mi entrada, y su semen cálido dentro de mi me quemaba.

Una lagrima...

Otra más...

Comenzaron a resbalar de mi rostro...

Alfa dame mimos...

Consienteme...

Dame tu calor...

-omega callate o tendré que golpearte.

Y mis ilusiones se fueron.

El no cambiará...

Jamás me dejara de ver como una cosa...

Nunca me amara...

Mi corazón dolió como nunca lo había hecho. ¿Qué hice para merecer esto?, había leído que el rechazo de tu  destinado era el dolor más fuerte que se experimenta, y si que lo es, no había mentira en ninguna de esas palabras.

Mi respiración se hacía cada vez más ligera, mi corazón se escuchaba suave y dolido, cerré mis ojos para ya no abrirlos.

Y mi cuerpo encontró paz.

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