Utopía

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Hakim estaba en el bosque, necesitaba encontrar un tipo de arbustos, su olor se estaba cada vez más presente.
Ocultar el aroma de un alfa puro es muy difícil, Hakim necesitaba muchos supresores pero ahora no cuenta con ninguno.

El busca ese arbusto para quitarle las flores que tiene, ya que en u te actúan como las pastillas, con eso sobrevivirá los próximos días en el campamento, no quería que nadie supiera la verdad.

Pero….¿Por qué un alfa puro ayuda a los omegas y betas a escapar? La respuesta es simple, el con 26 años debería estar preparándose para ser el jefe máximo de los alfa, el líder de la élite, el que de ultimátum a las situaciones.

Pero todo eso dio un giro de 360° ¿por qué? Por su hermano menor, el trajo a su padre una alfa pura y esa mujer espera un hijo; eso había convencido al viejo alfa de que las riendas las debería tomar el menor y no el.

Consiguió que su padre le diera una oportunidad, sólo tenía hasta que llegara la primavera y si no traía algo mejor se despedirá de todo.

El lo haría mejor, traería a un omega luna, un omega capaz de darle una extensa descendencia con altas posibilidades de que salga un alfa puro ya que su sangre se complementarán perfectamente.

Lo había pensado muy bien, nadie de esa asociación quiere a los alfa puros, pero con abundantes supresores canalizó su aroma por completo, logró ganarse la confianza necesaria para ayudar en rescates y así vería a muchos omegas reunidos, se guiará por sus instintos hasta ver por fin a esa clase de omegas que están bien ocultos.

Estaba por darse vencido, pero al fin se le apareció lo que tanto anhela, por fin vio a un omega luna.

Soyeon era perfecto, no le importa que esté embarazado, el niño nacería pero secretamente lo entregaría al verdadero padre fingiendo algún suceso desafortunado, después le daría consuelo al omega y lo más pronto posible comenzaría a dejar descendencia.

Todo era planeado, pero eso sí nunca lastimarla al omega ya que un mal golpe podría acabar con su característica esencial, tal vez llegue a enamorarse de él, nada sobre los sentimientos esta escrito.

En su mente nada saldría mal, todo estaba perfectamente acomodado para lograr sus metas; tanta era su buena suerte que solo a 30 minutos de caminata se encontró con ese matorral.
Rápidamente abrió el pequeño costal que cargaba y comenzó a cortar aquellas flores rojas de largos pétalos, en su mente tenía la mejor imagen con la que soñó muchos años, está vez se estaban materializando; el sentado en la silla máxima en la sala de juntas mientras el delicado Soyeon estaba de pie a su lado con un enorme vientre, en las piernas de Hakim se encontraban dos pequeños niños alfa puros y eran mirados con envidia por parte de los demás miembros de la élite.

En su utopía todo era ideal, era su meta a alcanzar y no dejaría ir al escalón que lo elevaría a eso; haría cualquier cosa por tener a Soyeon solo para el.

De nuevo camino de regreso dejando a ese arbusto sin ninguna flor y con una imagen clara de su futuro que de a poco se está construyendo a su favor.

Llegó sin darse cuenta al campamento, se escabullo hasta la cocina que por suerte no había nadie y prosiguió a preparar los supresores.

Tomó una pequeña olla y le vertió una cantidad modesta de agua, encendió aquella estufa un tanto vieja, aquella olla la expuso al fuego mientras que le arrancaba tres pétalos a una flor y las dejaba caer a aquella olla.

El agua comenzó a hervir y la sustancia se impregnó en el líquido, al saber esto apago las llamas, vertió el contenido en una taza de barro y espero unos minutos a que se enfriara.

Nadie se dio cuenta de lo que estaba haciendo ya que esas flores no tenían ningún olor y al hervirla esa sustancia se impregnó en el agua, esta flor tenía un efecto secundario el cual era tener un horroroso sabor que masacraba el gusto.

Pero eran unos minutos de mal sabor de boca o arruinar su futuro, prefería quedarse sin gusto pero obtener su puesto en la élite.

Soplo un poco a la taza humeante antes de comenzar a beber toda la sustancia de un solo trago, al terminar de beberla unas inmensas ganas de vomitar le atacaron pero tuvo que retenerlas.
Al respirar profundamente varias veces por fin logró regular su estado y salió de la cocina dejando la taza en el fregadero.

Camino hasta encontrar la habitación en donde se hospedaba Soyeon; respiro un poco antes de golpear aquella puerta.
Segundos de espera una omega abrió la puerta haciendo que Hakim relaje el rostro de nerviosismo que tenía.

-¡oh! Beta Hakim me alegro de verlo, ¿que se le ofrece? —pregunto amablemente la omega.

-¿estará Soyeon aquí?—preguntó fingiendo timidez para convencer a aquella omega que al ver su acto le sonrió con dulzura, como si hubiera visto a un conejito bostezar.

-¡claro deja llamarle, espera aquí!—y de nuevo entrecerró la puerta para llamar al omega.

Segundos después Soyeon abrió la puerta sacando tímidamente su cabeza y ver a Hakim con un sonrojo.

-hola—comenzó la platica el alfa.

-hola—respondió tímidamente el omega bajando la mirada.

-¿quería saber si estas disponible para salir un poco a caminar?—preguntó rascándose la nuca, dando a entender lo nervioso que se encuentra.

-este… --habló mirando de reojo al señor Regis quien estaba durmiendo tranquilamente, pero algo llamó su atención, todos sus compañeros de cuarto estaba mirándolo con una sonrisa y susurrando le que ellos cuidaría del omega dormido—creo que si.

-¡perfecto! –exclamó el alfa sacándole un ligero brinco sorpresivo al omega—lo siento.

-no pasa nada—y le regalo una linda sonrisa al “beta” .

-vamos—y tomó la suave mano de soyeon para guiarlo.

Soyeon se sorprendió y a la vez mulas de mariposas comenzaron a revolotear en su estómago, sensaciones que pensó nunca volver a tener.

-¿a dónde vamos?—preguntó un poco desconfiado al ver que Hakim lo llevaba fuera del campamento.

-al bosque, no te preocupes no hay peligro yo fui a revisar antes—respondió la pregunta del omega regresando la confianza al rostro ajeno.

Caminaron unos 10 minutos hasta que vieron un lugar perfecto para descansar y platicar.




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