STAY

Odio

Narra soyeon

Dong comenzó hacer lo que dijo, me trataba dulcemente; aunque con  él otro omega no lo hacía.

Fue la segunda vez que me preparo antes de el sexo, sentía mariposas en el estómago; aunque quisiera negar lo bien que se sentían sus dedos dentro de mí, simplemente no podía por que final de cuentas una parte interna de mi lo amaba ya que era la persona destinada a estar conmigo.

-estas listo soyeon, ¿puedo entrar en ti?

Dong pidiendo permiso, eso es algo único de ver.

-si puedes

Nesecitaba de mi alfa ya que mi entrada picaba y dolía mucho; el fue insertandose poco a poco mis jadeos eran de placer absoluto, hasta que su longitud tocó el punto más profundo de mi.

-ahh! Dong! Ahí me gusta!

-me encanta complecerte mi lindo omega!

Y el vaivén comenzo a tomar ritmo, uno muy placentero y suave, perfecto para ambos en este momento ; mire al techo blanco disfrutando ampliamente de los movimientos pelvicos de dong, de mi alfa.

Pasaban los segundos y mi alfa comenzó a exigir más a mi cuerpo el cual gustoso recibió cada dura estocada que proporcionó, la habitación estaba llena de un ambiente de extasis; mis gemidos, el choque constante de pieles que resonaban en cada rincón, sus roncos jadeos cerca de mi oído, su enorme cuerpo que me cubría dándome una sensación de seguridad y calor, el más notorio que se sentía dentro y fuera de la habitación el aroma a celo de alfa mas mi aroma convinados e intesos dando por entender a todos fuera de la habitación lo que pasaba  además dando una advertencia para que no se acercaran ya que un alfa en celo es muy territorial.

El continuo con la intensidad varios minutos más, pero yo no puede soportar mi orgasmo más tiempo y me vine con fuerza sobre mi vientre; al contraerme con el orgasmo exitó de tal manera a mi alfa y se vino fuera de mi para evitar el nudo y el dolor que conlleva.

Me sentía agotado como si hubiera corrido todo este tiempo; mis piernas estánban temblorosas, mi respiración acelerada, mi cuerpo entero con algunos espasmos por el orgasmo, repleto de sudor y semen.

Nesecitaba descanso y cuando me gire de lado para encontrar la comodidad e intentar cerrar los ojos mi alfa me levanto una pierna abriéndome de nuevo, se inserto más desesperado; comenzó los empujes fuertes y veloces de nuevo ya no era exitante sino me causaba dolor y repulsión.

-no alfa! Estoy agotado! Suelta me!

-alfa! El omega está cansado dejalo! Yo estoy libre... Solo para usted alfa.

Y el otro omega se levantó de un sillón  que estaba en el rincón, y se acercó a mí alfa, camino hasta la cama, tomó el brazo que tenía presa mi pierna con suavidad la maseajeaba y su aroma a melocoton se hizo presente; ese aroma era como el de dong.

El de dong es rosas añejas con melocotón y el de este omega es melocoton dulce, será que es su destinado el y no yo.

- eres un lindo omega, quiero que me complascas ahora.

-como ordene alfa.

Me soltó la pierna y sacó su pene de mi, lo tomó de la cintura; dong se dejó caer de espaldas, el omega se subió arriba de él, se besaban.

Yo me levante como pude; no hiba a esperar y verlos coger en mi cara, tomé mis ropas, me las puse mientras caminaba a la puerta, pude escuchar los gemidos y los ruidos de pieles chocar tras de mi.

Lo odie tanto...

Odio esos sonidos que están hacendo.

Tome el picaporte de la puerta lleno de cólera abrí y salí de él, puede ver el pasillo solo; pero eso no me relajo y cerré la puerta con un portazo tratando de bajar mi enojo.

Baje las escaleras furioso pero algo me detuvo en media escalera, inconscientemente mire de nuevo el pasillo pensando que dong saldría y vendría por mi,  así estuve varios segundos.

Al final nadie salió, el sonido obsceno comenzaba hacer eco; salía  de esas cuatro paredes.

Algo en mi se quebró... Mis lágrimas salieron sin permiso y continúe mi camino donde unas sirvientas me veían con preocupación; se aceraron a mi totalmente histéricas.

No puedo dejar de llorar, ellas tomaron mis brazos cuando comenzamos a caminar, tal vez a una habitación segura.