DIAS TRISTES

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Dong siguió tocando la cara del joven, para el tener a ambos solo le elevaba su ego, quería someter a ambos.

-por favor déjame—hablo Ángelo en un susurro.

-oh pobrecillo, no encontré información sobre ti durante estos años hasta que llego un alfa apenas vivo, un alfa que tenía a cargo de la búsqueda de soyeon—hablo agachándose a la altura del omega—llego maldiciendo tu nombre y me conto todo, así que esperas un bebe de ese alfa ¿verdad?

-n-no—dijo nervioso, así que ellie mando asesinar a Charles pero no lo logro, Ángelo sabía que ese alfa es peligroso, él se enamoró de el por esa frialdad que mostraba, pero logro ver su desalmada actitud.

-sabes...él está aquí.... tal vez le diga que venga—dijo dong con una sonrisa—¡TRAIGAN A CHARLES BROWN AHORA!

-¡NO, DONG NO POR FAVOR!—grito tomando la pierna del alfa que se puso de pie, este empujo violentamente al omega separándolo de su pierna, salió y cerro las rejas rápidamente.

Ángelo siguió gritando a dong que no trajera al otro alfa, pero este solo ignoraba todos los gritos que le daban sus prisioneros, fueron largos minutos de angustia hasta que un potente grito hizo callar a todos.

-CALLATE ANGELO—este rápidamente obedeció, paso a paso con ayuda de unas muletas un alfa enorme se acercaba hasta estar en frente de la celda de omega mas joven—asi que aquí estabas, ¿Quién te ha golpeado?, dime AHORA.

-Morgan—dijo suavemente, el alfa miro a dong pidiéndole ayuda para saber quién era Morgan y dong solo señalo la celda que tenían atrás de ellos, charles solo miro de reojo y volvió a ver al omega.

-de pie—pidió el alfa al omega menor y este obedeció rápidamente—muéstrame a mi hijo.

Angelo solo levanto su camiseta mostrando su bulto en su vientre, el alfa sonrió complacido, él quería un bebe, pero no un omega para toda su vida, aunque tampoco se quería hacer cargo del pequeño las 24 horas del día, así que solo tendría al omega por el tiempo de crianza, cuando este bebe fuera adolecente simplemente echaría al omega de sus vidas.

-me alegra que no seas tan desastroso—y se giró para mirar a dong cara a cara—dame la llave de su celda para venirlo a visitar .

Dong sin ningún problema se la dio y Charles las guardo en su bolsillo después ambos alfas salieron de ahí sin decir mas.

Habían pasado una semana, la marca de Ángelo desapareció en su totalidad junto a los golpes que tenía, hoy había venido un medico a revisar a ambos omegas, este era un beta y les deseo felicidad, algo que era muy irónico ya que ambos estaban encerrados, sin buena comida y llenos de pánico cunado los alfas venían a verlos.

Morgan se veía que era la más afectada en esta reclusión ya que no le traían nada de comer, solo un poco de agua además se la pasaba tirada en el suelo mirando al omega más joven tristemente, viendo como su marca se desvanecía del cuello de este.

Nadie hablaba con nadie, eran días tristes en donde cada uno se rompía poco a poco, ayer dong le grito varias cosas a soyeon este no le respondió nada.

Era hora del desayuno, ambos omegas comían sin ánimos y como siempre la alfa mirando al omega joven, esta tenía una enorme curiosidad por saber ¿cómo Ángelo conoció a dong?,¿ porque este el primer día le hablo tan cariñoso y con melancolía?.

-¿por qué dong te conoce?—pregunto tratando de que su voz no se escuchara tan desesperada, claramente fallo—quiero decir...investigue prácticamente toda su vida y jamás vi tu nombre en ella.

-es algo obvio ya que no soy relevante en ella—respondió toscamente—el hijo de un sirviente y de un jardinero jamás será relevante.

-puedes contarnos—hablo suavemente soyeon por primera vez desde hace días—somos amigos, ten la confianza de hablar.

- está bien—dijo en un susurro.



-rápido Ángelo levántate o tu padre vendrá—pronuncio una voz suave pero masculina acariciando los cabellos del pequeño niño quien se negaba abrir los ojos.

-no quiero mami—dijo el niño cubriéndose con las cobijas negándose a despertar—ayer ustedes hacían mucho ruido.

Inconscientemente el omega se tocó su cuello, en donde la marca de pertenencia de nuevo estaba abierta, unas lágrimas de manera inconsciente escaparon del joven quien tan solo a sus 16 años ya estaba criando a su hijo de 4, limpio sus lágrimas mirando nuevamente a su hijo.

-pero no quieres ayudar a tu padre en la jardinería—hablo con la voz mas estable que le salía—además creo que abra mas niños con los que puedas hablar.

-si pero papa es malo, me regaña y me golpea—dijo con un puchero debajo de las cobijas.

-por eso no debes distraerte—y quito las cobijas que cubrían a su hijo.

-pero no lo puedo evitar—el omega vio la cara de frustración de su retoño y desde ahí el sabía que algo no estaba bien con su pequeño, sabía que golpearlo no era la solución pero lastimosamente su alfa no creía en la psicología, tal vez era algo normal ya que su esposo tenía casi 48 años de edad y sus canas se hacían más visibles.

-si quieres que no sea tan malo levanta tu trasero y ven a desayunar—y su padre estaba recargado en el umbral de su habitación, su profunda voz a la madre y el hijo los hizo estremecer—Ángelo rápido alístate y tu omega calienta la comida.

Sin decir nada más salió y ambos obedecieron, al fin habían llegado a la mansión tras horas de trabajo por fin hubo un descanso para almorzar, el omega estaba sentado al lado de su alfa callado y con la mirada baja, mientras que su alfa estaba hablando amenamente con algunos guardias y trabajadores de ahí, pero el pequeño se fue a explorar los pasillos, hasta que se topo con un niño años mas grande.

-hola—dijo apenado Ángelo ya que su ropa se veía desgastada a comparación de la ropa del otro niño.

-¿quieres jugar?—pregunto duramente el mayor.

-sí, mi nombre es Ángelo—y sonrió mirando al otro niño a la cara—¿y el tuyo?

-Dong

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