CERRANDO LOS OJOS

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Aquel embarazado omega continuaba corriendo entre las escaleras y salones, estaba en el segundo piso y escuchaba cosas derrumbarse estruendosamente tras de él, arriba y a los lados, el fuego era intenso pero a tropezones y caídas el seguía corriendo incansablemente.

Cruzaba por el enorme comedor y cocina, sudando, llorando, con la adrenalina a tope en su cabeza, pero los recuerdos de su vida aparecían como pequeños chispazos en su mente haciéndolo reaccionar y mantener la calma.

Pequeños pero importantes momentos en los que anhelaba tanto que todas esas personas se quedaran, haciéndolo sentir solo, anhelando que aunque le lastimaran se quedaran.

Desde la muerte de su madre todo en su vida era una terrible caída emocional, el bello matrimonio que formo con Seokjin jamás lo borrara de su mente, un pequeño descanso de los golpes de la vida.

Ahora tenía una nueva esperanza para continuar viviendo, pero por su vista borrosa no logro esquivar aquella silla que le dio un fuerte golpe en su tobillo hinchado por el embarazo, jadeando se sentó un momento en el piso, respiraba aceleradamente y su ritmo cardiaco estaba a mil por hora.

Mas recuerdos llegaron, pero fueron de la vida al lado de dong, de su alfa, el problema no era el sino de como vivió, tan engañado por aquel ser despreciable.

Su corazón tan anhelante de un amor genuino rogaba en su interior que dong cambiara, que se quedara a su lado, lastimosamente no ocurrió nunca, las personas nunca se quedan para siempre, no se debe esperar mucho, nunca debió hacerlo.

Y lo odia... odia a dong por sus abusos, odia a su madre por dejarlo, a su padre por venderlo, a Seokjin por abandonarlo cuando prometió quedarse a su lado toda le eternidad.

Odia las promesas falsas que le dieron, las ilusiones que no se hacen realidad.

Pero debe estar firme, no debe dejarse vencer aunque haya cuchillos perforándole el corazón sin piedad alguna, el calor voraz entraba a la habitación y de un movimiento se levantó y continúo su carrera cada vez más débil.

-¡mierda!—grito ellie desde su automóvil, mientras veía aquella casa encendida desde el tercer piso, no tenía ni hombres ni fuerza para ir por los omegas, tenía una bala en el brazo y una herida abierta en el muslo, ella era la última que estaba viva esperando refuerzos, hakim hace algunas horas había avisado de lo que sucedió en una base así rápidamente con todos los hombres de esa base fueron a su rescate, el problema que no fue suficiente para cumplir su misión—lo siento.

Por primera vez en 10 años se quebró, sus ojos comenzaron a soltar lagrimas amargas, llenas de enojo, impotencia y tristeza pura, había visto a centenares de hombre y mujeres valientes morir frente a sus ojos pero nunca le conmovió tanto hasta ahora.

Tal vez las noticias malas que le llegaron hace unos días cuando le informaron que Nina una de las sirvientas de aquel pueblo habían hallado su cuerpo, murió de una bala perdida que le atravesó el cráneo.

Tenía un gran aprecio por ella, era una linda mujer, ellas inmediatamente se hicieron cercanas con solo una charla de 5 minutos, toda esta misión había sido un completo fracaso, había fracasado.

Soyeon estaba sangrando mientras bajaba las escaleras, el edificio se comenzaba a caer y una piedra de la construcción le golpeó la cabeza, sangraba pero él no se detenía, bajo los últimos escalones y el humo le seguía, comenzaba a toser pero miraba la puerta principal, mas motivado corrió, sin fijarse y uno de los distribuidores de carga se venció y aquella viga de madera le callo aplastando la mitad de su cuerpo inferior.

-AAAAAAAAAA—grito desgarradoramente por aquel dolor, sintió un líquido salirle a borbotones, ahora estaba todo perdido, no podía salir, estaba herido y su bebe lógicamente no estaría vivo, sintió como su corazón dejo de latir— ¡AYUDA!, ¡AYUDA AYUDA!.

De nuevo u terrible ruido salió de aquel edificio en llamas, ellie sabía que se estaba cayendo, con la poca fuerza se acercó más a la puerta en la cual salía humo intensamente y al estar a unos 3 metros de esta escucho una débil voz, se acercó más y aquella voz era más clara, de inmediato la reconoció era soyeon así que sin más comenzó a avanzar pero cuando estaba por cruzar la enorme puerta una onda de aire y fuego le alejo mandándola 5 metros lejos de ahí tirándola ferozmente, golpeándose la cabeza quedando desmayada.

Por unos segundos de conciencia vio como aquel edificio se desplomaba totalmente y una enorme llama se alzaba al cielo.

Cerró sus ojos dándole un final aquella terrible escena.

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