POR TI

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-DESPIERTA MIERDA!—rápidamente Angelo abrió sus ojos hinchados, trato de no llorar pero le fue imposible la noche anterior se había quebrado nuevamente—levántate.

Hizo lo ordenado por el alfa, Ángelo sabía que el alfa en frente de él no tenía el mejor humor, le aterraba saber tanto sobre charles, prácticamente fue fácil saber las ambiciones del alfa en sus primeros encuentros, tenía muy presente que los alfas se acercaban a él solo por una razón la cual era tener sexo e irse, pero el brillante atractivo le cegó.

Las rejas se abrieron dándole libre paso a charles, que con todo y sus muletas no dejaba de humillar a las personas, este se adentró para detenerse justamente frente al omega quien le dio un fugaz vistazo para volver a la sumisión.

-vendrás conmigo—comenzó a decir—y me atenderás ya que gracias a tu estupidez tengo limitados mis movimientos—soltó con profundo odio—así que ven a mi lado por las buenas o tendré que llamar a guardias, decide.

-iré por las buenas—susurro mirando al piso.

-¡NO!, ¡NO!, ¡ANGELO NO VAYAS!—comenzó a gritar Morgan, pero Ángelo ni la miro, solo camino tras de charles con una expresión fría.

Gritos y gritos resonaron, Morgan volvió a sentir aquella sensación de perderlo todo, perdió a su madre y hermano en una situación igual, no quería perder a otra persona que inconscientemente compartían más que una simple atracción.

Crean o no el destino es cruel y sanguinario, pero en toda oscuridad queda un pequeño y débil haz de luz que cambiara las cosas futuramente, tal vez pasen años, siglos hasta que el destino les de piedad.

-basta! Morgan basta—rogo soyeon—el también sufre, por favor no le hagas sentir peor con tus gritos.

Todo quedo en un silencio lleno de penumbra, así pasaron horas en que solo pequeños quejidos por parte de la alfa se escuchaban, era casi la media noche y unos pasos corriendo velozmente resonaban por el pasillo alertando de inmediatamente a las dos personas que estaban en las celdas.

A los segundos una figura femenina estaba en la reja de soyeon buscando desesperadamente la llave correcta entre todas, la mujer lloraba y se veía aterrada, eso e hizo alterarse de una manera bestial al omega, el cual preguntaba incontables veces lo que sucedía, la sirvienta solo se limitaba a llorar y continuar buscando la llave.

Por fin dio con la correcta para dejar libre al omega y al hacerlo corrió a la de la alfa para seguir buscando, el omega salió de esta para posicionarse al lado de la chica con una terrible angustia mirando a la aun prisionera.

Tras mas segundos por fin giro aquella llave dejando libre a Morgan, la mujer solo miro a ambos y corrió en dirección de la salida, los dos comenzaron a seguirla, al cruzar la puerta final se dieron cuenta que había unas escaleras para descender dándoles entender que estaban en el último piso.

Ambos sin dudar bajaron y se encontraron con un pasillo solitario, al final de este se veía una luz muy brillante pero ellos iban al sentido contario de esa luz hasta que unos gritos desgarradores les hizo detenerse en seco.

-NO CHARLES!—se escuchó así que sin más comenzaron a descubrir de donde venía aquel sonido, pero el calor y aquella luz estaba más cerca dándoles entender que era una habitación la que se incendiaba y pronto ese fuego se regaría por todo el pasillo, pero al final descubrieron de donde provenía aquella débil voz.

Justamente al lado de donde el fuego nacía.

-soyeon trae algo para apagar el fuego—sin más abrió la puerta encontrándose una escena que le hizo hervir la sangre, el pequeño omega estaba siendo masacrado a golpes por aquel alfa.

Sin más se le abalanzo a charles iniciando una pelea brutal, soyeon corrió para dar al piso de abajo pero a media escalera se topó con algo aterrador, estaban matándose los hombres de esa casa con otros, rápidamente volvió a subir para buscar algo útil dentro de las otras habitaciones, con la adrenalina a tope no pensaba bien y claramente la depuración tomo su cabeza, habitación tras a habitación y el tiempo estaba consumiéndose.

Cuando al final obtuvo un poco de agua se dio cuenta que aquel fuego ya estaba en la puerta de la habitación contraria, esa puerta estaba cerrada y envuelta en llamas feroces y amenazantes, con fura lanzo aquello que tenía entre sus manos pero no fue suficiente para apaciguar las llamas.

Dentro de la habitación una alfa abrazaba aquel cuerpo débil, mientras que a su lado estaba el cuerpo inerte de un alfa masacrado, adentro de esta habitación eran conscientes de que no saldrían con vida, ya que estaban en un quito piso, así que saltar por la ventana no era una opción, Morgan abrazaba al omega tan recelosamente.

Soyeon afuera estaba llorando mirando como aquella puesta de madera cada vez más quemada estaba, ya había ido por agua 6 veces pero ninguna logro tener el resultado esperado.

-Morgan, Ángelo—gritaba dolido—lo siento, las llamas no se apaciguan.

-SOYEON MARCHATE—grito entre toz ya que el humo no les dejaba respirar y el calor intenso les hacía jadear—ANGELO Y YO QUEREMOS QUE TU SOBREVIVAS.

-PE—fue interrumpido.

-NADA DE PEROS—ahora la pequeña voz de Ángelo gritaba dando sus últimos alientos—¡AFUERA ESTA HAKIM, ELLIE Y LAS PERSONAS QUE TE QUIEREN VIVO!, ¡POR FAVOR SAL!,¡SI TE APURAS SALDRAS CON VIDA, CRIARAS A TU HIJO Y SERAS FELIZ!

-PERO DONG—de nuevo fue interrumpido.

-¡DONG NO EXISTE!, ¡ESTA ENVUELTO EN LLAMAS EL DESQUISIADO!—comenzó a llorar con más fuerza Ángelo, las llamas comenzaron porque él las había iniciado para asesinarlo, charles lo descubrió y por eso le estaba golpeando—¡ERES LIBRE!,¡ YA SOMOS LIBRES!,¡POR FAVOR SAL Y DISFRUTA LA VIDA POR MI!.

Con todo es dolor de su alma soyeon se giró dando la espalda aquellas llamas y comenzó a correr lo más veloz que podía, el piso siguiente no había nadie, así continuo esquivando algunos cadáveres y resbalando por la sangre en el suelo, pero se volvía a levantar para continuar luchando.

-así que ahora moriremos—dijo en un susurro la alfa recostando al omega en el suelo gentilmente,

-si...este será el fin—miro cono la alfa se acurrucaba junto a el—crees en la reencarnación.

-por ti creería lo más tonto e incoherente de este planeta.

Ambos sonrieron mirándose, la alfa tomo la mano del omega y cerró los ojos sintiendo como algunas llamas comenzaban a quemar la piel de sus pies, el omega imito a la alfa sintiendo el calor abrasador en su cabeza, despidiéndose de esta vida, dispuesto a esperar la siguiente.

Rápidamente el fuego envolvió ambos cuerpos.

Consumiendo dos vidas.

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