Tenían solo doce años cuando fueron llevados lejos de sus madres en un día soleado que pensaron sería uno perfecto para salir a pasear y disfrutar de su compañía mutua. Era abismal la diferencia entre el carácter del omega de cabellos verdes y el alfa de cabello rubio cenizo. Ambos se toleraba y sabían que tenían un vínculo especial el uno con el otro, el cuál los mantuvo vivos todos estos años.
Desde el día de su secuestro cada uno se convirtió en el pilar del otro, se ayudaron a mantener la esperanza y se convirtieron en el único cariño que les quedaba en ese oscuro lugar en el que los tenían y los obligaban a matarse unos a otros sin piedad. Debido a su edad, pocas veces fueron enviados a enfrentamientos clandestinos que alimentaba a aquellos que dominaban ese negocio.¿Por qué no escapar? La respuesta es simple, ambos de un género superior al que se conocía como "mestizo" y una forma lobuna era el entretenimiento mayor, nunca antes se habían visto especímenes tan excéntricos , siendo el omega, el más exótico de ambos.
Su figura era delicada, pero poseía capacidades atléticas y forma animal de alfa, rara vez un omega adquiría una forma agresiva, pero su estadía en aquel lugar le enseñó a sacar fuerzas de donde no había con tal de proteger a la única familia que tenía. Al ser es especímen más esperado, le era imposible escapar. Era vigilado constantemente, no había posibilidad alguna de hacerlo.Desde pequeños, el rubio cenizo se encargó con ferocidad de que no los separaran. El primer año, los habían encerrado en diferentes extremos del lugar, pero podía sentir la desesperación y el miedo que el aroma del omega desprendía y era algo que lo tenía preocupado llegando al extremo de intentar escapar para juntarse con el de cabellos verdes.
Solo los juntaban una vez al mes, para que no murieran de depresión, pero aún así no era suficiente. Con el paso del tiempo fueron conociendo más su "posición" en aquel lugar. Seis días a la semana los obligaban a entrenar sus sentidos más primitivos golpeándolos hasta desfallecer para que aprender a defenderse y pelear, al igual que les daban suplementos que los obligaban a estar en su forma animal. El que se negaba era torturado hasta que le suministraban la "medicina" mediante dolorosas inyecciones y sueros, sin olvidar el debido castigo, tres días sin comida ni agua. Obviamente ambos se negaron al inicio, el rubio se mantuvo firme más que el peliverde, pero terminó sucumbiendo ante las palizas y castigos.
- Kacchan – miró nervioso al nombrado – tengo miedo, ya no quiero estar aquí
- Algún día saldremos, lo prometo – respondió con decisión – todo saldrá bien
Midorya no aguantó más y ese día lloró como si supiera que algo malo iba a pasar. Llevaban ya cuatro años de su secuestro, pero ese día tenía un mal presentimiento. Abrazó a Bakugo quien lo miró desconcertado y no supo cómo responder a ese gesto más que rodeándolo, dándole la seguridad que tenía.
El rubio trataba de calmarlo con sus feromonas, pero no lograba hacerlo. Nunca lo decía en voz alta, pero siempre se preocupaba por su amigo de la infancia, era lo único que lo mantenía con esperanza en aquél lugar.
Dos hombres vestidos de negro y con aquellas varas que chispeaban por la electricidad que transmitían entraron al salón donde se encontraban todos los que habían sido secuestrados con el paso de los años. Habían algunos que inclusive habían nacido y sido criados allí, la gran mayoría había perdido a sus padres a una temprana edad.
- Kachan, tengo un mal presentimiento
- Deku inútil – le dio un golpe un poco fuerte – no seas miedoso, lo que menos necesitamos es que comiences con tus estupideces
- Pero - Nada de peros – lo interrumpió Bakugo – si algo malo pasa ¡pelea maltita sea!
Aunque no quería admitirlo, también tenía un mal presentimiento. Los sujetos repartieron y les pusieron los medicamentos a la altura del cuello con inyecciones dolorosas, algo soportable, pero uno nunca se acostumbraria a la sensación .
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Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]
FanfictionTenían solo doce años cuando fueron llevados lejos de sus hogares, un día soleado que pensaron sería uno perfecto para salir a pasear y disfrutar de su compañía mutua. Han pasado seis años desde entonces .Tanto el alfa de cabellos cenizos como el om...