Capítulo 18

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El tren se detuvo, Ivy y Adler despertaron sobresaltados de su siesta que tomaron después de una reconciliación extremadamente salvaje y excitante. Ambos se descubrieron desnudos e inmediatamente la lujuria se hizo presente nuevamente en sus ojos, no obstante, en unos cuantos minutos más vendrían a invitarlos a bajar.

Sería muy arriesgado si nuevamente se dejaban llevar por sus impulsos. Pero es que para ambos el sexo entre ellos se convertía en simplemente algo elemental. Lo dudaron. Se observaron. ¿Qué más daba? Ella dirigió sus manos a su miembro y comenzó a acariciarlo, él se encargó de besar cada centímetro de su rostro y de su cuello. La reacción fue inmediata, ambos casi llegan a un orgasmo sin siquiera efectuar la unión de cuerpos.



–Vamos, hazlo ya Adler – ella lo apresuró, en cualquier momento más llegaría la edecán y los descubriría.



Él, incitado, obedeció de inmediato, entró dentro de ella con gran ferocidad. Ella abrió sus ojos cual platos y ahogó su fuerte gemido en la boca de él. Fue un baile extremadamente salvaje, incluso más que los dos anteriores que habían hecho. Ella enterró sus uñas en la espalda de él para contrarrestar sus deseos de gemir como una poseída. Podría convertirse en una vil ninfómana si todas sus relaciones fuesen con ese hombre, entonces... no habría quién la pararía. Pero esta era su última vez juntos, no se reprimieron, dejaron salir su lado más oscuro, desataron todos sus arrebatos ahí.


Él sintió en su espalda caer lentamente cálidas gotas, no le preocupó si estas fuesen de sudor o de sangre, lo que importa ahí era ella, hacerla perder la cordura, aunque ya lo estaba logrando. Maniático era la mejor palabra para definir aquel acto. Imprudente, bestial y lascivo. Dejo de existir el tiempo y todo a su alrededor, sólo existían el uno y el otro y ambos sólo se concentraban en enloquecer al otro.



–Eres un dios - Ivy dijo con gran esfuerzo, acto seguido él comenzó a devorar sin parar sus labios.


Todo ocurrió así, uno a otro haciéndose daño mas brindándose un placer lastimosamente insoportable.


Fue así, hasta que se vieron obligados a regresar al mundo terrenal y dejar atrás el carnal con unos golpes sobre la puerta.


Ambos asustados contuvieron sus orgasmos que urgían en salir, hicieron un torturador esfuerzo para controlarse. Y a pesar de ser lo que menos querían, tuvieron que separarse. Fue un terrible trago amargo.


Insistieron en la puerta. Ambos refunfuñaron y comenzaron a vestirse presurosamente. Intentaron tranquilizar sus respiraciones y terminaron por vestirse justo a tiempo, pues apenas terminaron de abrochar sus botones la puerta se abrió. Ambos contuvieron su respiración y esperaron a que la edecán reaccionara, ciertamente sospechó algo de la mal acomodada ropa de ambos y de sus respiraciones sumamente agitadas.



–Lamento haber irrumpido a su compartimiento, ocurre que...



–Sí, ya nos retirábamos, es simplemente que tropecé y el señor Wells evitó mi caída - Ivy sonrió segura de sí misma.



–Ya nos retiramos – Adler sonrió a la edecán con esa sonrisa que derretía incluso a la señorita más caprichosa, que en ese caso respondía al nombre de Ivy, tomó su maleta de mano y el bolso de Ivy y dejo salir por delante a su amante no perdiendo aquella excelente oportunidad de ver su apetitoso trasero.



–Señor Wells – la edecán no logró captar del todo su atención, él seguía perdido en el sensual andar de Ransome – señor Wells- insistió despertándolo de sus fantasías sexuales más atrevidas.



–¿Sí? – fingió demencia.



–Yo... – ella encontró hasta entonces tonta su plan de retenerlo un poco más para intentar seducirlo, resopló nerviosa sin saber cómo despertar el deseo sexual de aquel macho – yo me preguntaba si... - ¡joder! En su mente todo era más fácil, era simple: sólo retenerlo y acariciar "accidentalmente" su miembro... después se daría el resto, el mejor revolcón de su vida, pero ahora que lo tenía ahí frente a ella simplemente se había transformada en la mujer más patética sobre la faz de la tierra – me preguntaba si se encuentra molesto por el incidente ocurrido con el tren – cerró sus ojos deseando ser tragada por la tierra.



–No, en realidad no – sonrió mientras en su mente se reprodujeron rápidamente las maravillas que vivió con Ivy - Fue un viaje muy placentero, creo que frecuentaré más su línea – sonrió despejando su mente y salió para dar alcance a la culpable de sus perversos recuerdos.


La edecán maldijo para sus adentros y se vio obligada a tragar sus amargas lágrimas.



–Eh, Ivy- Adler la alcanzó en cuanto salió corriendo del tren.



–Perfecto, aquí está mi bolso – ella lo tomó sin ninguna delicadeza y se marchó dispuesta a ir en busca de sus demás maletas ignorándolo. Él desconcertado la siguió.



–¿Qué demonios ocurre? – estaba frustrado por la repentina frialdad de ella.



Ella esperó sus maletas en silencio mientras observaba con insistencia su reloj. Las tomó en cuanto fueron puestas a su alcance y se giró para marcharse de la estación.



–Ivy - atrapó su muñeca y la retuvo, ella se giró a observarlo de arriba abajo como si lo viese por primera vez - ¿qué pasa? – por un instante había pensado que ya había domado a la caprichosa Ransome, ahora se daba cuenta de su error.


Ella lo volvió a mirar como si se tratase de un desconocido, soltó su muñeca y retomó su rápido andar – de acuerdo, tú lo pediste así – él la sujetó con fuerza de su cintura, la atrajo en su dirección pegándola a su cuerpo y le plantó un bestial beso, ella forcejeó hasta que él la soltó. Fue entonces que, teniendo sus manos libres, le propinó una gran bofetada que atrajo la atención de algunos presentes que al ver el desconcierto de él no tomaron mucha importancia y continuaron con sus actividades.


Él se llevó una mano a su mejilla golpeada para aplacar un poco el dolor. Fue entonces que comprendió, ellos al dar su primer paso fuera del tren habían pasado a ser completos desconocidos, pero eso no le hizo contener su furia - ¡bruja! – le gritó y se marchó de ahí en busca de sus maletas para también abandonar la estación de trenes y dejar en el olvido a Ivy Ransome.



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Si es muy corto disculpadme pero tengo los exámenes finales y todo es más complicado ahora. Tengo que hacer muchas cosas y estudiar muchísmo y como no quería dejaros sin capítulo os he hecho este cortito para dejaros un poco con la intriga de lo que pasará en el siguente capítulo. Espero que comentéis porque tengo menos comentarios que antes y eso me entristece un poco, pero bueno os amo muchísimo y muchas gracias por apoyar y leer.

Señorita malcriada [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora