Capítulo 58

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  -Entra.

________ Ransome elevó su mirada a la puerta que estaba siendo abierta para darle la bienvenida. Eran quizá muchas sus expectativas, pero un cambio de domicilio no estaba funcionando para hacer calmar su dolor. Era muy pronto, se convenció. Sin embargo, más que ello, comenzaba a sentir con más intensidad un hueco, como si algo le faltase, como si no estuviese completa, muy posiblemente aún no lograba acatar del todo que todos sus propósitos se había realizado ya, pero cuando pudiese advertirlo, el dolor de sus víctimas y finalmente girar su cabeza al pasado y saber que todo se había pagado ya, entonces quizá alcanzaría su felicidad que tanto había buscado.

-Vamos, hermosa – Carlo sonrió suavemente – Entra - _____ asintió y se introdujo sin observar detalle alguno.

En realidad, ella no sabía dónde se encontraba, no sabía cómo llegar a aquél lugar, o cuánto tiempo había transcurrido desde que había hecho la llamada a su padre, ni siquiera podría decir en qué piso o en qué edificio se encontraba. Su mente había estado divagando en un largo resumen de su vida y su interés por su entorno se reducía a sus necesidades extra básicas, aspirar y exhalar.

-¿Entonces fue tu padre? - _____ regresó al mundo terrenal en donde la observaba con detenimiento su amigo.

-¿Qué? – dijo desorientada mientras observaba a su alrededor después de haber estado en una especie de trance.

Aquella habitación, y el resto del departamento eran simplemente maravillosos, decorados con el buen gusto del rockstar. Suspiró y se sentó en el borde de la cama de la que adivinó, sería su habitación.

-Fue tu padre el de la idea de arruinar a tu madre, ¿cierto? – el rockstar se sentó justo a un lado suyo apoyando sus manos sobre el edredón blanco que cubría la cama.

-Bueno, sí - _____ mordió su labio inferior clavando su mirada al suelo – En parte...

-¿En parte? – él alzó una ceja.

-Fui yo la que le pedí su ayuda para vengarme de mi madre, él propuso un ataque a lo más preciado que ella podía tener, obviamente ni Chris ni yo tenemos la fortuna de aportar ese título, los hoteles fueron nuestro enfoque y, bueno, fue que empecé a hacerme cargo de ello, fue por ello que simulé ser una buena esposa e hija – ella calló por un momento no soportando más la resequedad que el nudo en su garganta le provocaba.

-¿Quieres un vaso de agua?

-Estoy bien – ella negó con una de sus manos – Mi grado de compromiso fue tal que... ¡joder! me revolqué con el animal de mi esposo y no sólo eso, tragué cada una de mis maldiciones para ese par – refunfuñó para sus adentros intentando recuperar su postura – Luego, una vez que me hube ganado su confianza, le pedí a mi madre que confiase en mi para manejar sus hoteles, los llevé a la cumbre en un principio, luego ella me entregó el completo poder de cada uno de ellos, la tenía en mis manos, y fue con la ayuda de mi padre que fui hundiendo poco a poco los hoteles, sin que resultase evidente de la noche a la mañana, me dediqué a invertir las acciones en las peores opciones, y entonces se dio, un día antes de que cayesen al abismo, fue que te llamé, y henos aquí – esbozó una falsa sonrisa mientras subía sus piernas a la cama sentándose como si de una niña pequeña se tratase.

-¿Qué hiciste con Ashton?
-Con él es otra historia – ella resopló – fue... frustrante – frunció su entrecejo al borde del llanto.

-Podemos dejar el tema si tanto te afecta, hermosa – Carlo se acercó para reconfórtala en sus brazos, ella se rehusó.

-Necesito sacarlo de mi, Carlo. Necesito sacar el veneno de mi – ella enjuagó con el puño de su suéter sus mejillas.

-De acuerdo, continua entonces – él cogió una de sus manos intentando emitirlo fuerza.

Señorita malcriada [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora