________ Ransome descendió torpemente del automóvil de su marido. Estaba asqueada, y no precisamente a causa de su embarazo. No sonrió, estaba consciente de que un mal intento la dejaría en evidencia ante las numerosas miradas que se posaban en ella. Se limitó a apretujar la mano su esposo evadiendo con la mirada todo aquello que, aseguraba, la lastimaría. El imponente templo que se cernía ante ella, los elegantes arreglos florales que lo adornaban, las sonrisas de los presentes en espera de los novios.
Recorrió con pesadez el largo pasillo del templo en el que terminaría su vida. Inconscientemente, aumentó la fuerza aplicada al apretujón que le daba a la mano de su esposo casi lastimándolo.-¿Ocurre algo, nena? – Ashton se aventuró a cuestionarle una vez que se encontraron en el interior del templo.
-No me siento bien, Ashton – declaró tras un gran silencio – Larguémonos de aquí – ella declaró entre susurros.
-Pero...
-Por favor – dijo al borde de la histeria.
-Cielo – el hombre intentó razonar con ella.
-Ashton, por favor. Realmente quiero largarme de aquí, simplemente no lo soporto.
-¿No lo soportas? ¿Qué no soportas? – repentinamente ella advirtió que había hablado de más.
-Eh... amor... - ¡joder! ¿Por qué no simplemente mordía sus labios y rehuía a todas aquellas sandeces que cometía últimamente?
-¿Y bien?
-Ashton...
Quizá sólo un milagro la salvaría ahora, pero poco confiaba ya en su suerte ante los ojos de sus deidades. Sabía que muy probablemente su fin se acercaba, y no sólo con respecto a Ashton, no, de hecho su esposo era lo de menos. Su mayor problema, sin embargo, se encontraba en algo más allá, fuera de sus manos, imposible de evitar, algo que ni siquiera un berrinche solucionaría, su hombre, Michael Clifford había acabado de arribar al templo y ahora esperaba, al parecer, ansioso a su amada Scarlett.
-Ha llegado el novio ya – una voz ajena la despertó de sus frustraciones. Alzó su mirada para encontrar a un lado de ella a un Chris sonriente acompañado de aquella otra mujer que poco le agradaba.
-Chris – su marido intercedió olvidando aquellas cuestiones antes plateadas a su mujer para darle paso libre a la tensión que claramente intentaba disimular, sin éxito alguno, tras aquella pérfida sonrisa.
-Ashton – su tío estrechó su mano con la de su marido, ______ se encargó de descargar su ira en aquella mirada envenenada que le dirigió a la mujer que le había robado a su único y verdadero amigo y confidente.
-Me sorprende que hayas sido invitado, Chris - ______ declaró no preocupándose por la cortesía. Por algún motivo, ella sintió ira también por su tío.
-Bueno, soy automovilista, querida. Realmente la sorpresa está en que tú hayas sido invitada – lanzó aquella sonrisa cínica característica de los Ransome mientras Chris observaba intentando comprender.
-Olvidas los hoteles Ransome.
-O quizá también sea la causa aquella leyenda que hay tras de ti, nena. "El glorioso lobo negro" – enfatizó las palabras despertando más aún la tensión del ambiente. _______ estaba desconcertada, ¿realmente estaba ocurriendo aquello o todo era una mala jugada de su perversa mente? ¿estaba, de verdad, discutiendo con su tío?
-¡Chris! – Mónica interfirió advirtiendo la nada conveniente situación.
-Ah, claro, ahora lo recuerdo, quizá sea aquel viaje en el tren el que lo motivó a hacerlo - ______ palideció, Mónica enmudeció, Chris sonrió y Ashton seguía sin comprender en absoluto.
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Señorita malcriada [EN EDICIÓN]
Literatura FemininaEllos solo deseaban ganar. Ella quería ganarle a él. Y, por supuesto, él a ella. ¿Quién caerá antes en el juego del amor? ADVERTENCIA Contiene escenas sexuales explicitas.