–Creo que comienzo a portarme mal nuevamente - dijo con un tono que sabía seductor haciéndolo recordar que su primer encuentro sexual había sido con el supuesto objetivo de corregirla cuando ella se portase mal - Todo es tu culpa, Wells - lo besó nuevamente - me incitas a ser una chica muy mala.
–Señorita Ransome, necesita nuevas lecciones - él siguió su juego de seducción.
–Démelas entonces - ella separó sus labios de los de él, se desabrochó el cinturón de seguridad y bajó del auto. Antes de que él pudiese hacer algo ya había abierto su puerta y estaba asomada en el interior - Es tu turno de correr - le dio un breve beso y desabrochó también su cinturón de seguridad invitándolo a bajar. Él algo frustrado por su repentino cambio de tema y obedeció. Se dirigió al lugar del conductor con su frente arrugada.
–¿Y por qué el interés por verme correr a mi?
–Es el mismo que tú tuviste conmigo, por lo menos tú ya sabes que no soy muy buena. Ahora déjame ver a mi por qué has igualado a mi amor platónico - claro que ella no iba a perderse la oportunidad de ver a ese macho en acción fuera de la cama, a fin de cuentas no todas podían presumir de haberlo visto correr mientras iban en el interior del mismo coche. Eso quizá la haría especial o algo parecido. Se abrochó su cinturón con una sonrisa infantil en su rostro y llevo su mirada a él para dejarla fija disfrutando de cada varonil rasgo de su rostro y por su puesto del resto de su cuerpo.
–¿Acaso noto a una Ivy emocionada? - él dijo satisfecho de provocar ese efecto también en ella.
–Es la emoción de correr con alguien ajeno a Chris o mi lobo - se encogió de hombros despreocupada.
–Claro - a pesar de que ella había sonado convincente se percató de la mentira - ¿Te has puesto ya tu cinturón?
–Así es - ella sonrió algo impaciente, no quiso reconocer que moría por verlo ya correr. Él regresó a la pista y antes de empezar a correr tomó su mano para besarla, la devolvió a su lugar y puso en marcha al Lamborghini haciendo que Ivy sonriera.
–Quiero darte un consejo - él no despegó su mirada de la pista, ella borró la sonrisa de su rostro y puso su completa atención en sus palabras - Cuando des una vuelta, no te abras tanto - él sonrió ligeramente - es el mismo error que comete tu lobito - ella agradeció que su mirada no estuviese posada sobre ella pues de haber sido así él hubiese visto sin duda su palidez y ese ligero temblor en sus labios.
El coche se detuvo de nueva cuenta, ella despertó de sus fantasías que comenzaba a tener mientras lo observaba y paseó su mirada rápidamente a su alrededor. Resopló en cuanto relacionó las imágenes vistas con una playa. Sonrió inconscientemente.
–¿La señorita Ransome está satisfecha? - dijo él cuando apagó el coche sonriente.
–Aún no - dijo simulando una mueca de molestia. Inmediatamente ambos rieron.
Él bajó del auto y fue a abrirle la puerta, ella sonrió en cuanto él le ofreció su mano con una pose caballeresca y bajó mientras clavaba su mirada en el suelo evadiendo esos avellanados ojos. No hubo otro intercambio de palabras, sólo obedecieron las órdenes de sus cuerpos. Se dirigieron a la playa, ambos se retiraron sus zapatos antes de comenzar a andar y siguieron con su paseo con intercambios de miradas y tímidas sonrisas. Ella se sonrojó en cuanto él tomó suavemente su mano, al principio ella había tenido el impulso de ponerla fuera de su alcance, pero no lo hizo así, se arrepintió casi de inmediato y entreabrió sus dedos para que los de él encajaran a la perfección con los suyos. Después de un largo paseo ella se dio cuenta que tenía miedo al sentir esas sensaciones en su vientre, esas que sólo había tenido con él, fue por ello que llegó a la conclusión de que soltar su mano sería la mejor opción, él al sentir que ella se rehusaba ahora a mantener un contacto con él comenzó a preguntarse ahora qué había hecho mal, mas no encontró nada, ciertamente ahora se había comportado y había controlado esos impulsos de patán que normalmente sacaba con todas sus amantes. De repente ella se detuvo y él la imitó con el entrecejo fruncido.
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Señorita malcriada [EN EDICIÓN]
Romanzi rosa / ChickLitEllos solo deseaban ganar. Ella quería ganarle a él. Y, por supuesto, él a ella. ¿Quién caerá antes en el juego del amor? ADVERTENCIA Contiene escenas sexuales explicitas.