«RIN; SE NCT» #3

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— Tss, Rosie-chan.

Rin quitó su auricular con el ceño fruncido, viendo a Yuta sentado como indio en su cama, con el pijama puesto y el pelo revuelto. Detuvo el vídeo que estaba viendo, y se incorporó ligeramente para mirarle.

— ¿Qué haces despierto?– preguntó, quitándose el otro auricular, y sentándose igual que él, dejando el móvil a un lado.– Son las... Tres de la madrugada.

— ¿Qué veías?

Ladeó la cabeza, dejando que un mechón de pelo cayera en su frente, el cual apartó rápido.

— Una película tailandesa rara, la protagonista me cae mal, el protagonista es idiota y la amiga una imbécil, además de que tan solo tiene subtitulos en coreano y apenas me estoy enterando porque hablan rápido– contó, encogiéndose de hombros–. Estaba pensando seriamente en ver de nuevo Tren a Busan o San Andreas.

— ¿Puedo verla contigo?– preguntó, tras unos segundos se silencio.– No puedo dormir.

— Vale, ¿Tren a Busan o San Andreas?

— ¿Nos da tiempo a ambas?

Rin sonrió, retirando las sábanas para hacerle hueco, y alcanzando el móvil, quitándole los auriculares. Ya no tenía casi evitar hacer ruido si él estaba despierto.

— Me gusta cómo piensas, Nakamoto.

Él entró a la cama, arropandolos a ambos, mientras ella buscaba Tren a Busan en sus páginas pirata.

— ¿Vas a poner subtitulos?– preguntó, viendo que ya había encontrado la película mientras él colocaba las almohadas para mayor comodidad.

— El problema es que sí pongo subtitulos en chino tú no te enteras, y si los pongo en japonés yo no me entero – dijo, haciendo una mueca.– Muy mal esta diferencia de lenguajes.

— ¿Inglés? Así estudio – bromeó. Ella asintió, poniendo los subtítulos en dicho idioma, mientras se tumbaba a su lado.– ¿Sujeto yo el móvil?

— Por ahora no, luego ya cambiamos.

Yuta asintió, con una sensación cálida y linda en el pecho. Tal vez era porque desde hacía años que él no tenía una conversación tan tranquila con ella, y tampoco pasaban tiempo como si fueran buenos amigos. Le gustaba estar así, le gustaba mucho. Tal vez, incluso podría aprovechar.

— Hey, Rosie-chan – llamó. Ella soltó un murmullo de afirmación, atenta a la pantalla, aunque ya supiera la película de memoria.– Me duele el cuello así.

Ella detuvo la película, y le miró, analizando su postura. Sí, parecía incómodo tener el cuello así, más si tenía que mirar la pantalla, la cual había colocado inconscientemente a su altura.

— ¿Entonces como la vemos sin romperte el pescuezo?– preguntó.

— Tengo una idea, lo he visto en una peli y parecía cómodo – dijo Yuta, tragándose la sonrisa.– Tú solo túmbate de lado, yo veré bien.

— Los japoneses sois extraños, si me tumbo de costado no vas a ver, iluminado – dijo obvia, aunque se colocó de lado, apoyando el móvil.– ¿Ves? Ahora yo lo veo y tú estás ahí como un mojón.

Yuta cogió aire, recordando de nuevo las palabras de Jaehyun.

“No seas cobarde, actúa natural, o la terminarás cagando y Rin se casara con un tipo americano rico que la quiera solo por el culo”

Tal vez agradecería a Jaehyun mañana, pensó cuando apoyó la su barbilla en el hombro de la china y pasó una mano por su cintura de manera disimulada.