83

4K 272 40
                                        

— ¿De verdad no quieres nada más?

Jeonghan correteaba tras ella tratando de hacerla comer algo más, e iba rodeado de varios chicos Seventeen. La situación era bastante graciosa, por eso ella iba riendo y negando ante las insistencias del mayor.

— Oppa, como coma algo más el mánager y las estilistas me matarán, además de que explotare – exageró–. Muchas gracias por la comida, y por dejarme quedarme a molestar por la noche.

— Esta es tu casa – dijo de inmediato el líder. Los presentes corearon afirmaciones, y Rin sintió una cálida sensación en el pecho, como cuando veías a alguien importante tras mucho tiempo, o encontrabas algo importante para ti–. Las puertas siempre estarán abiertas para ti.

— Muchas gracias – hizo una reverencia, terminando de calzarse y sonriendo ampliamente–. De verdad, muchas gracias.

— Deja de agradecer, boba – la cabeza de Woozi apareció en la sala, despeinado y con rastros de sueño–. Acuérdate de venir la semana que viene a la agencia.

Todos miraron de nuevo a Rin.

— Cosas de compositores – bromeó ella–. Supongo que me veréis de nuevo por aquí o por Pledis, aunque las puertas de la casa WAYV están abiertas para vosotros, y podéis pasaros por SM cuando queráis.

— Vamos – dijo Jun, poniéndose también los zapatos y pasándola un cubrebocas–. Enseguida vuelvo, voy a acompañarla.

— ¡Aigoo, que caballeroso nuestro Junnie!– chilló Hoshi, causando risas y canciones absurdas de parte de DK y Seungkwan, sus compañeros de neurona.

— ¡Adiós, chicos, y muchas gracias de nuevo por todo!

— No agradezcas a todos – bostezó Mingyu–. Yo hice la comida, dale las gracias a tu oppa por alimentarte.

— Y yo la di donde dormir – saltó Jun, causando risas y más burlas de Seventeen–. Hyung, guarda algo de arroz, por favor.

Tanto Jeonghan como Seungcheol asintieron, aunque no sabían a quien se refería exactamente. Rin y Jun salieron del departamento, ambos canturreando la canción de la película que habían visto antes de quedarse dormidos todos de manera incómoda en el sofá.

...

¡Estoy en casa!– saludó, quitándose los zapatos–. ¿Hay alguien?

— ¡ROSALIND ZHANG!–Taeyong salió volando de la cocina, siendo perseguido por Bella, WAYV y Sowon. Sonrió de manera inocente, aunque en vez de recibir un largo discurso del líder sobre su comportamiento, lo único que recibió fue un fuerte abrazo, y un sonoro beso en la frente–. Siento comportarme así, pero...

— No hables de eso ahora – negó, ahorrándole la incomodidad de una confesión apresurada y no correspondida–. ¡Wong KunHang!

— ¡Creí que el post-it era el de la lista de la compra!– chilló en defensa, sabiendo que Rin le había atrapado, siendo él el que había tirado la nota donde decía dónde iba a estar y con quién, para así ser localizada rápido en caso de emergencia y evitar desesperación por desaparición repentina.

¡La compra, KunHang!– reclamó Kun.

Mírale, malgastando sus últimos segundos de vida con cara de bobo – señaló Ten, sabiendo que entre Kun y Rin matarían al chino.

Taeyong miraba de un lado a otro incómodo. YangYang fue el primero en darse cuenta de ello, por lo que soltó una risa falsa demasiado exagerada. Sowon suspiró, poniendo una mano sobre su hombro, y negando con la cabeza ligeramente, indicando que no estaba enfadada.

«RIN; SE NCT» #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora