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New York, USA

— ¿Acaso tengo un maldito cartel en la cara que diga "camografa"?

— Casi que sí – rió Taeil.

— Pero si grabaste a Jaehyun y Doyoung, ¿puedes grabarme a mí también?– pidió el japonés, con la chaqueta ya puesta y una sonrisa.

Rin le miró de los calcetines hasta el pelo, ya bastante largo, y suspiró asintiendo y sacando de su muñeca una gomita para el pelo. Hizo un gesto para que él se sentara en el suelo frente a ella, y él lo hizo, confundido y apoyando la cabeza en el sofá, entre sus piernas.

— Deja que te peine, pareces un vagabundo – murmuró, comenzando a improvisar con sus dedos un peine para hacerle la pequeña coleta, quitando algún que otro nudo–. Al menos te has dignado a afeitarte, y ¡no como otros!

Alzó la voz a propósito para que Johnny la escuchara. Desde que estaban algo libres de cámaras, Johnny no había vuelto a tocar la espuma de afeitar, y tenía una ligera barba y bigote, lo cual incomodaba a Rin, porque el americano había cogido la manía de frotar su mejilla con ella, y se raspaba.

— ¡Forma parte de mí, Rosie!– gritó en respuesta, asomando la cabeza por la puerta del baño.

— Ya te afeitaré mientras duermas, animal.

Él rió, volviendo a entrar al baño, y Rin volvió a su tarea de peinar al japonés.

— A ver, déjame ver – pidió, dándole una palmadita el la mejilla. Él se giró, y ella asintió satisfecha–. Podría hacerme peluquera, vamos.

— ¡Abrigate bien, Rosie!– escuchó de Jaehyun.

— ¡Claro, Jung YoonOh!

— ¡Qué soy tu oppa!

— Mi culo es mi oppa.

Cogió la cámara, un abrigo calentito, y salió tras el japonés.

...

— Mírate, no sé si coqueteabas con la madre, si eres un pedófilo o ensayas para tener hijos – dijo, guardando la grabación de él dando un caramelo a un pequeño niño en un carrito.

Yuta soltó una carcajada, apoyándose junto a ella en un banco, y mirando las luces navideñas.

— Me gustan los niños – dijo, encogiéndose de hombros–. ¿Y a ti? ¿Te gustaría tener hijos?

— La verdad es que sí – confesó, mirando a las familias pasear–. Pero primero debo encontrar a alguien que me soporte lo suficiente como para poder quererme.

— Yo te soporto, y te quiero.

Rin le miró, alzando una ceja ligeramente.

— Muy conmovedor, Nakamoto, pero no es lo mismo la manera en la que tú me quieres, a la manera que quiero que me quieran.

— Tsk, claro – murmuró, poniéndose en pie– Vamos, me apetece coquetear con más madres o secuestrar a algún Santa Claus.

— Buen plan.

..

— Ven aquí – se quejó Rin, sujetándole de los hombros mientras el japonés trataba de huir–. Nakamoto Yuta, te mataré si no dejas que te peine.

— Rosie-chan, me das tirones – se quejó igual.

— Porque eres un guarro de mierda y no te peinas, ven aquí, agáchate un poco.

Él bufó, pero dobló las rodillas poniéndose de espaldas a ella, y rápido tenía otra pequeña coletita hecha, casi idéntica a la anterior.

— Para tu información, sí me peino, pero se enreda fácilmente – se justificó.

— Lo que tú digas. Vamos a terminar de grabar esa canción rara... ¡Espera!– se detuvo, con la cámara en mano–. ¿Qué se supone que significa la canción? Podría hablar de narcotráfico y yo aquí grabandote sonreír y dar caramelos a niños. ¿Caramelos de droga, la feliz vida de un fiel seguidor de Pablo Escobar?

— Oh, Rosie-chan,por favor – rió, doblándose un poco sobre sí mismo–. ¿No la has escuchado nunca?

— Realmente, no.

Yuta comenzó a explicar por encima la letra, dándola ejemplos de frases en japonés pasándolas al coreano, y Rin estaba segura que, por mucho que Yuta tratara de explicarla, no iba a enterarse en la vida a no ser que luego la buscara por YouTube traducida.

— Vamos a seguir grabando algo más y volvemos, Nakamoto.

— Puedes llamarme oppa.

— Eres japonés – dijo, metiéndose las manos en los bolsillos–. ¿Cómo se dice en Japón? ¿Debería llamarte...? Umm... ¿Yuta senpai? Sí, en los anime dicen senpai, entonces ahora eres Yuta senpai, supongo. Oh, cierto, en el anime ese raro se llamaban shujin... ¿Debería ser entonces Yuta shujin?

La reacción fue inmediata. Se esperaba de todo, menos que él apartara la mirada completamente sonrojado y soltara una risita nerviosa.

— Rosie-chan, en caso de que tú me llames Yuta shujin, yo debería decirte Rosie kanai.

Los anime no te enseñan nada – bufó con un toque de broma–. ¿Entonces como debería decirte?

— Oppa.

Le miró fijamente entrecerrando ligeramente los ojos, y sonrió de lado.

— Has reaccionado a shujin como si te hubiera llamado daddy o bâobèi, desde ahora serás Yuta shujin o senpai.

Me vas a volver loco, desde luego – murmuró, negando con la cabeza–. Vamos a terminar de grabar, ya tengo hambre.

Ella asintió, siguiéndole.

Situación actual: llorando por no haber podido ver el concierto de SuperM y llorando aún más por la mala calidad de vídeos que hay

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Situación actual: llorando por no haber podido ver el concierto de SuperM y llorando aún más por la mala calidad de vídeos que hay

Mera curiosidad, ¿quién es su bias en NCT? Si es posible, porque tengo a un total de nueve en duda de cuál es mi bias, nueve de 21

un, dos, aquí AJebiPink🥀

Oh, y lo de shujin y kanai supuestamente según nuestro San Google son apodos de marido y mujer xd

Y bâobèi es un apodo cariñoso en chino, según nuestro amigo gugol

«RIN; SE NCT» #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora