«RIN; SE NCT» #3

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Paris, France

— Menudas horas, chicos – dijo Doyoung, bebiendo vino en la sala junto a Taeyong y el mánager Goo.

— Se nos ha hecho tarde – dijo Rin, dejando la cámara a un lado y tomando la copa de Taeyong dando un sorbo–. Es del dulce, voy a por otra copa. Jung YoonOh, ¿quieres también?

— Oppa quiere – destacó la primera palabra, sentándose junto al líder y dándole una palmadita en la espalda—. Mañana saldremos de nuevo por la tarde-noche a terminar de grabar, teníamos hambre así que paramos a cenar, y después se nos fueron las ganas.

— ¿Habéis tenido problemas?– preguntó algo preocupado el mánager, mirando el vino en su copa–. Ya sabéis, fans o algo.

Rin volvió de la cocina de la casa que habían conseguido para todos, llevando dos copas limpias. Dejó una delante del de hoyuelos, y la otra frente a ella, cogiendo la botella y sirviéndoles a ambos. Doyoung aprovechó y terminó su copa de un trago, para pedir más.

— Un pareja de ancianos ha empezado a darnos sus bendiciones por nuestra boda y futuro hijo – contó Rin–, un camarero se ha pensado que hablábamos chino y quería llamar a una compañera china, una paloma casi baña en mierda a Jaehyun, y dos fans nos han reconocido, pero casi juran por sus perros que no iban a delatar nuestra ubicación. Oh, y hemos comido caracoles.

— Su textura... Curiosa – dijo Jaehyun, haciendo gestos con las manos.

— ¿Bendiciones y futuro hijo?– preguntó confundido Doyoung–. ¿Y cómo sabéis que han dicho eso sí no habláis francés?

— Eran de Oxford, o eso creo que dijeron – restó importancia Rin, dando un buen sorbo de vino–. Me encanta, es dulce.

— Mañana quiero ir con vosotros – dijo Taeyong, dejando la copa vacía a un lado y levantándose–. Podrían esparcir rumores si os ven solos por París. Buenas noches.

Se retiró, dejándolos a todos en un pequeño roto por Doyoung preguntando sobre la cagada de la paloma.

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— Deberíamos volver – dijo Rin, mirando la hora en el móvil de Jaehyun.

— Vamos al puente o a Notre Dame – pidió Jaehyun, ignorando lo dicho–. Por favor.

— ¿Eres consciente de lo lejos que está Notre Dame?– replicó, frunciendo el ceño–. ¿Eres también consciente de que es tarde y nos hemos escapado como fugitivos de los chicos?

— Tenemos motivo para escapar de ellos – sonrió ligeramente.

Rin se apoyó en la barandilla donde habían acabado de grabar todo, y le miró algo mal. Sabía que Jaehyun no era plenamente consciente de la situación desde el momento en que a la hora de la comida la había sacado a hurtadillas de la casa y habían ido al Louvre. Tampoco cuando Taeyong y el mánager llamaron enfadados, y él los colgó tras decir que estaban bien, que no les esperaran para la cena.

— ¿Ah, sí? Dime tus maravillosos motivos antes de que acabes con la cara en el suelo, Jung YoonOh.

— Esto es algo entre nosotros – abrió los brazos–. Esto, las grabaciones, el tour por París, los paseos, las comidas raras francesas... Me gusta compartirlo contigo, y no quería que Taeyong, el mánager Goo y Johnny vinieran, porque me siento cómodo así.

— ¿Quieres que sea sincera, Jung?– preguntó, devolviendo el abrazo repentino al ella pronunciar esa frase. Él asintió–. Estás tan sumamente idiotizado que no te das cuenta que realmente podríamos hasta tener problemas con la agencia, eso sin contar rumores amorosos entre ambos, lo cual afectarían a todos los del grupo, y aunque yo también me sienta cómoda contigo dando paseos sin rumbo por París, tenemos que ser responsables.

— Vaya, que sincera.

Ella le dió una pequeña palmadita en la espalda, separándose y cruzándose de brazos.

— Taeyong me había comentado que quería ir al museo, y había escuchado de Johnny que sentía curiosidad por los Campos Elíseos. Mañana no iré contigo, Jung, iremos todos al maldito Louvre a ver la cara feliz de Taeyong y a los Campos Elíseos para hacer feliz a Johnny. Incluso tal vez a una plaza con palomas para que a Doyoung le cague una encima.

Él asintió, tomándola de la mano para volver a la casa.

— Perdón por ser tan irresponsable, me dejé llevar, y Rosie me ha hecho darme cuenta de lo estúpido que estaba siendo.

Taeil le dio unas palmaditas en el hombro, y Mark le abrazó, diciéndole que no pasaba nada, relajando la expresión del más alto.

— Mañana – habló Rin, apoyada en la pared de enfrente con los brazos cruzados–, iremos todos juntos al Louvre, los Campos Elíseos y a Notre Dame. Juntos, como familia.

— ¡También a las catacumbas o a la Plaza de la Concordia! – exclamó Haechan, animado.

— ¿Y podemos ver también el Puente de las Artes?– preguntó Yuta, sentado en una silla que había traído de la sala.

Jaehyun miró de inmediato a Rin, y ella a él, compartiendo una pequeña sonrisa cómplice, y asintiendo.

— Me encantaría ver todo eso también – murmuró, llevándose una mano al pelo y deshaciendo la coleta, sacudiendo su pelo teñido–. Iré a dormir, estoy algo cansada. Deberíais hacer lo mismo, mañana salimos temprano para ver todo eso.

— ¡Sí, Rosie!

Al pasar, Jaehyun dejó otro beso sobre su frente murmurando un agradecimiento.

Acabo de leer que hay a personas que no les deja ver las imágenes. Por favor, díganme si es algo común.