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— ¡Vamos a pegarlos!– exclamó DK, siendo coreado por todo SEVENTEEN, además de Eunwoo, habiendo pillado de sorpresa la visita de la china.

Rin se tapó la cara, soltando una risa, escuchándolos hacer planes que eran principalmente granadas, palos con pinchos, torturarlos haciéndoles escuchar una y otra vez una canción ruidosa, o meterlos en una jaula a base de pan y agua. Se extrañó al escuchar al dulce Jeonghan proponer lo último con una sonrisa ciertamente perturbadora, aunque siendo Minghao el que había propuesto lo de las granadas, ya nada la sorprendía.

— No vamos a pegar a nadie – negó, calmando las conversaciones apoyando al plan sugerido de Jeonghan con una modificación de Hoshi sobre usar los palos con pinchos para molestarlos durante la noche, mientras que por el día verían películas de terror–. Y no, Jihoon oppa, no debes sacar pinchos.

— Pero...

— No, Mingyu oppa.

El más alto bajó la mano que alzaba para hablar, haciendo un puchero. Miró a Jun, el cual estaba cruzado de brazos bastante serio y el que había aceptado cualquier plan posible de mutilación. Él sonrió de inmediato al cruzar miradas con ella, y fue inevitable para Rin no reír con ternura.

— No vais a mutilar, descuartizar, torturar, golpear o desnutrir a nadie – dijo con severidad. Todos bajaron la cabeza murmurando una queja–. Y Eunwoo oppa, ¿qué haces aquí?

— Estaba con nosotros – dijeron la línea 97 a la vez.

— Estaba con ellos – señaló, sonriendo. Rin le observó atentamente unos segundos sin decir nada, hasta que negó con la cabeza ligeramente y apartó la mirada, recordando que aunque Cha Eunwoo tuviera un rostro y personalidad tan lindos, tenía a su chico chino a unos metros haciendo cualquier bobada o planeado un asesinato múltiple. No, ella no era de las que se dejarían llevar por una cara bonita, teniendo a Jun a su lado.

¿Rosie, vienes?

Escuchó el sonoro bufido de Jihoon. Rin asintió yendo hacia el chino, recordando que Woozi la había pedido que evitara hablar demasiado en chino o, palabras de él, "cualquier otro idioma que no sea coreano". Decía sentirse irritado cuando no era capaz de entender lo que hablaba la gente a su alrededor, y le entendía perfectamente, por lo que a veces Jun la hablaba en mandarín o cantonés, y ella respondía en coreano si estaban el resto delante. Eran conversaciones extrañas.

Se sentó a su lado, de inmediato el brazo del mayor rodeando sus hombros, y sintiendo cómo depositaba un beso en su mejilla. Seventeen, aún no demasiado acostumbrados, chillaron.

— Yah, exagerados – regañó Rin.

— Ixigiridis – imitó Mingyu de manera burlona.

Tal vez esperaba que alguien fuera l siguiera la gracia, pero en vez de eso, todos rodaron los ojos a la vez, incluido Eunwoo. Hoy todos contra Mingyu, genial.

...

— Tengo curiosidad por algo – habló Vernon, robando una patata del plato de Joshua como si nada. Todos le miraron a la vez–. ¿Cómo es que empezasteis a salir? Digo, os conocéis de hace relativamente poco.

— Oh, yo la conocía de antes – confesó Jun–. Emm, a mí, esto, Rosie... Bueno, a mí Rosie me gustaba desde antes de la reunión – se rascó la nuca algo incómodo y avergonzado–. Desde que la vi presentando The 7th Sense con NCT fue como un crush.

— Woah, ¿desde hace tanto?– se sorprendió Rin–. Fue mi primera presentación con NCT, tenía dieciséis años, o diecisiete.

— ¡Asaltacunas!– exclamó Seungkwan–. ¡Pecador!

— ¿Y tú, Rosie?– preguntó Vernon, ignorando los gritos escandalizados de Seungkwan sobre la ilegalidad de Rin en ese entonces–. Estoy segura que le conociste en esa reunión.

— Había escuchado a Seventeen antes, pero solo había tratado con Dino oppa y Seungcheol oppa antes, además de Mingyu oppa y Minghao-gege a través de Jaehyun, ya sabéis – señaló a Eunwoo, el cual también escuchaba atento–. No sé exactamente como pasó – se avergonzó ligeramente–. No vi ninguna presentación de él para que se convirtiera en mi crush inmediato, fue con el pasar de los días conociéndole un poco más – movió la comida en su plato de manera distraída–. Esto NCT no lo saben porque jamás hemos hablado de ello, pero si alguien me llama la atención desde un principio, podrá ser cuestión de horas o días para saber que realmente me gusta.

— ¿Te llamé la atención?– preguntó Jun, justo frente a ella. Rin sonrió sin enseñar los dientes pero marcando su hoyuelo, y asintió.

— ¡Ya casense!– gritó Dokyeom.

— ¡Jun es un asaltacunas!– volvió a gritar Seungkwan.

— ¡Qué no!– se defendió el extranjero.

— ¡Sí, ella tenía dieciséis años y tú veinte!– pataleó el vocal–. Pobre bebé Rosie, siendo acosada por un chino pervertido asaltacunas.

— Es ese caso – dijo Jeonghan–. A Rosie le molan los viejos.

— ¡Jeonghan oppa!– rió Rin, aunque algo sonrojada–. Tan solo nos llevamos cuatro años, no son una barbaridad, ¡mirad a Heechul sunbaenim! Él si es un asaltacunas – rió–. Ay, Momo unnie, le tiene que soportar, aunque yo soporto al hijo.

— ¿Alguien lo ha escuchado?– habló Dino. Todos negaron, confundidos–. Fue el corazón de hyung romperse.

Todos volvieron a estallar en carcajadas, relajándose y disfrutando de una comida entre burlas, preguntas a la pareja y todos tratando de disimular los planes que se pasaban por debajo de la mesa contra los compañeros de Rin que la habían dado la espalda o criticado.

Todos volvieron a estallar en carcajadas, relajándose y disfrutando de una comida entre burlas, preguntas a la pareja y todos tratando de disimular los planes que se pasaban por debajo de la mesa contra los compañeros de Rin que la habían dado la ...

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«RIN; SE NCT» #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora