«RIN; SE NCT» #3

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— No tengo ganas de hablar, fuera – indicó Rin, señalando la puerta del estudio.

— Entendemos que estés pasando por un mal momento pe-.

— Largo, por favor – cortó a Jaehyun–. No quiero comenzar una discusión, pero debéis entender que necesito espacio.

— No sales del estudio para nada, Rosie – insistió Taeyong–. Solo sales para grabar y ducharte, eso no es bueno.

Rin rodó los ojos, cerrando su cuaderno y colocando el bolígrafo encima de este, cruzandose de brazos. Jaehyun, Taeyong y Johnny se miraron entre ellos, incómodos con la mirada que ella los lanzaba.

— ¿Dónde están WAYV ahora mismo?– preguntó. Jaehyun y Taeyong se encogieron de hombros, ambos al mismo tiempo.

— En la casa 127, están todos reunidos, hasta con las chicas – dijo Johnny–. Creo que Akira y Mark quieren decirnos que están saliendo o algo, me lo veo venir.

— Bien, vamos entonces – se levantó, cogió un cubrebocas y salió, dejándolos confundidos.

— ¿Qué mierdas con ella?

— Tú solo siguela, es mejor no hacer preguntas – negó con la cabeza Taeyong, correteando tras ella.

...

— Estamos saliendo, somos novios.

Hubo un pequeño desastre, todos gritando y haciendo bromas sobre la pareja. Rin, sentada en una esquina con Chenle y Jisung a sus lados como pequeñas gran garrapatas, sonrió ligeramente viéndolos. Se sentía algo celosa al ver como todos les deseaban los mejor y apoyaban, mientras que ella cuando dijo que estaba saliendo con Jun, hubo una bronca. Envidiababa Mark y Akira, envidiaba que ellos tuvieran el apoyo de los chicos, y los envidiaba porque conocía a Mark como para saber que, si estaba enamorado de la japonesa, no sería ni si quiera capaz de mirar a otra chica.

— Mirate, chica rebelde – sonrió, abrazandola–. Sed felices, por favor.

— Lo seremos, Rosie, lo seremos – sonrió ella, abrazandola con más fuerza, acariciando su pelo–. Jun te pierde, recuerdalo.

Decidió no responder a ello, y se separó cuando Sowon llegó para abrazarla también, haciendo bromas como que extrañaría a la Akira que discutía por todo y regañaba con Mark a la mínima. Miró al canadiense, el cual recibía golpes de broma de Haechan y Yuta, y suspiró pesadamente. ¿Por qué ella no podría enamorarse de Chenle o Jisung? Eran tan sumamente buenos que ni si quiera serían capaces de pensar en hacerla daño con un ligero golpe o una palabra de más.

— No pienses en él – codeó Ten, aunque luego la pasó un brazo por los hombros–. Hoy es un buen día para resolver problemas, ¿no crees?

— No quiero arruinarles el día a Mark y Akira, ya hablaré mañana con ellos – restó importancia, abrazando también a Ten, pero de la cintura–. ¿Cómo llevas eso de estar en el club tatuaje?

— Jackson se ha hecho con mi número, y ahora me insiste en que cuando vuelva a hacerme otro le llame y así pueda verte – soltó una risa–. Tienes una paciencia increíble para poder tratar con veintiún chicos, además de Jackson, los chicos de la 97, SEVENTEEN y esos amigos que tienes por ahí como los de Ateez.

— Se te olvidan las chicas – señaló a las tres chicas que charlaban animadamente entre ellas–. Parecen pacíficas pero un día me encontré a Chaewon encima de la nevera porque creía haber visto una cucaracha.

Ten soltó una fuerte carcajada, inclinando la cabeza hacia atrás, y ella le acompañó la risa, aunque no de manera tan ruidosa como él.

— Rosie, ¿podemos hablar?