100

3.7K 256 57
                                    

Iba a matar a Dispatch. Estaba al tanto de que no podía matar a una empresa, pero sí podía quemar el edificio, estrangular a los fotógrafos y ahogar en agua hirviendo a los editores y redactores. Colgó por decimoquinta vez la llamada, sabiendo que NCT estaría buscándola desesperadamente tras leer los artículos de Dispatch. Se pasó una mano por la frente, viendo a Johnny conducir.

— ¿No vas a responder?

— Es Taeyong – dijo, frunciendo el ceño y dándose pequeños golpecitos en el pecho, tratando de calmar la fuerte presión que sentía–. Johnny.

— Dime, Rosie.

— ¿Hago mal en confiar en Jun?

Él soltó ligeramente el volante, el cual sujetaba con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos. Suspiró, y la miró por un momento antes de volver la vista a la carretera.

— ¿Recuerdas el compleaños en la azotea?– ella asintió–. Te quiere muchísimo, Rosie, y aunque me duela admitirlo porque eres mi hermanita, él es un buen partido para tí.

Rin suspiró, mirando por la ventanilla y reconociendo ya las calles, ya que Johnny había tomado otro camino para despejarla un poco antes de ir a la residencia SEVENTEEN, lo cual agradecía, porque en el momento en el que leyó los artículos varias ideas locas la asaltaron, como ir a reclamar a Pledis por permitir que ese tipo de cosas salieran a la luz cuando luego tanto se quejaban de pérdidas y reputaciones, y el ir a la casa SEVENTEEN a exigirle a Jun que la explicara cómo es que había fotos suyas actuales viéndose con otra chica. ¿Cómo sabía que eran actuales? Simple, llevaba la jodida camiseta que ella le había regalado por su cumpleaños. ¿Cómo estaba segura de que ella no era un familiar suyo? Porque hablaban de una coreana, y, hasta donde sabía, Jun no tenía primas coreanas.

Claro, que se estaría comportando como una loca tóxica si simplemente fueran fotos, pero esas fotos eran ambos abrazados, dándose la mano y, en otra, él besando su mejilla justamente como hacía con ella.

Miró al fondo la casa donde Hoshi y Seungcheol parecían hablar de algo seriamente, y suspiró de nuevo, desabrochando su cinturón y sintiendo que, aunque tuviera un carácter del demonio y siempre tuviera la mente fría en las discusiones para pensar razonablemente la manera de exponer sus argumentos sin alterarse demasiado, sabía que no podría enfrentarse a Jun en un tema como que él se viera con otra mujer a sus espaldas.

...

— ¡Rosie!– llamó Seungcheol, corriendo a cubrirla entera en un abrazo. Por su ceño fruncido parecía estar enfadado o irritado, y Hoshi estaba de igual manera, de brazos cruzados–. Nosotros no...

— ¿Puedes responderme a algo antes de que yo entre por esa puerta?– preguntó con un tono bajo. El líder asintió de inmediato–. ¿Ha pensando en llamarme nada ver la noticia?

Seungcheol no respondió nada, y sintió la mano de Johnny posarse en su hombro, dándola apoyo silencioso ante eso. Suplicó con la mirada una respuesta, y él apartó la mirada.

— No – negó la voz de Jihoon. Rin agradeció que él apareciera, porque Woozi respondería a las cosas con sinceridad–. Nada más ver la noticia, la ha llamado a ella, después al CEO, los mánagers y ahora está discutiendo con Minghao, Wonwoo y Jeonghan dentro. El resto están en la agencia tratando de ayudar para averiguar qué está pasando exactamente.

Cerró los ojos unos segundos, cogiendo aire y tratando de calmarse a sí misma. El suave toque de Johnny se intensificó, haciendola volver la realidad.

— Oppa, ¿qué es ella de él?

Woozi hizo un gesto con los labios.

— No tenemos ni idea.

«RIN; SE NCT» #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora