«RIN; SE NCT» #3

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Rin miró como la pantalla de su teléfono se iluminaba, dejándola ver que tenía una llamada entrante de Jun. Cogió el teléfono sin dudarlo, mirando fijamente la puerta de la residencia de NCT127.

— ¿Hola? Acabo de salir de tu casa.

— Pero puedes volver, no tienes porqué ir si te sientes incómoda – dijo de inmediato, con un tono suave–. ¿Vas con WAYV?

— NCT127 – Vio a Taeil asomarse curioso por la ventana, pero le ignoró–. Después de la pelea con Dejun no creo que sea correcto ir hasta que la tensión sea menos... Densa.

— En mi casa no hay tensión.

Soltó una risa suave, viendo cómo la cabeza de Taeil entraba de nuevo y ahora se asomaba la de Johnny. Oh, John Suh. Él sonrió, agitando la mano, saludándola, y respondió de inmediato. Si hacía meses la hubieran preguntado quienes eran sus chicos de confianza, habría dicho de inmediato que Taeyong y Taeil, pero ahora ninguno de ellos pasaría por su mente, y en cambio el nombre del americano los opacaria a todos. Johnny la contactaba cada día, preguntando sobre si había comido bien, contándola que poco a poco los chicos dejaban los murmullos, y que se aseguraba que todos comieran bien en su lugar. Johnny se había convertido en su chico de confianza, en su mejor amigo, en alguien principal en su vida.

— ¡¿Vas a subir, Rosie?!– preguntó en un tono alto por la distancia. Ella dudó, pero suspiró.

— Te llamo más tarde, voy a entrar en el mismísimo tártaro – bromeó.

— Por favor, vete de ahí y ven conmigo si estás incómoda o te sientes mal – pidió.

— Claro que sí.

— Yo... Ten cuidado, Rosie.

Colgó y entró tras saludar al portero de seguridad, un amable hombre de ascendencia hawaiana que siempre la saludaba en inglés, o en un mandarín bastante torpe pero entendible. Sonrió en su dirección, y subió deteniéndole de nuevo frente a la puerta, dudando una y otra vez sobre si debía entrar o no.

— Tengo muchas de mis cosas aquí, que cojones – murmuró entre dientes, metiendo la clave y entrando. Dejó sus zapatos a un lado, poniéndose sus zapatillas de andar por casa, y colgó el bolso a un lado, dejando su móvil en el bolsillo trasero–. Buenas tardes, chicos.

— Mira quién se digna a aparecer – susurró Haechan a Yuta. Parecían hacer un complot contra ella.

— ¿Qué haces aquí?– preguntó confundido Doyoung, cambiando de canal para dejar justo un episodio repetido de Weeckly Idol donde justo aparecían Seventeen. Taeil le arrebató el mando, y apagó la televisión de golpe.

— He estado viviendo aquí por cuatro años – dijo obvia–. Taeil oppa, ¿qué tal to-?

— Bien. Deberías irte con tu novio.

Rin cogió aire, calmandose. No debía iniciar otra discusión, porque volvería a ocurrir algo similar a lo de Xiaojun y no quería más situaciones tensas, más de lo normal. Tal vez aceptaría el plan de los chicos Seventeen a este paso.

— Hyung, no seas así – dijo Jungwoo, poniéndose a su lado y mirándola con comprensión–. Rosie, ¿quieres algo de beber?

— No, gra-.

— Ya se iba, seguro – cortó de nuevo Taeil. Parecía ser el más rabioso de todos, incluso más que Dejun, el cual no la dirigía ni la mirada, o Yuta y Haechan, ambos haciendo equipo contra ella–. ¿O no?

— Ciertamente no – comentó con tranquilidad. Johnny se puso tras Jungwoo, mirándola con una sonrisa–. ¿Tenéis del zumo que compraba? Ese de melocotón tan rico.

— Creo que queda algo, ven.

Siguió a Johnny y Jungwoo, notando las miradas de todos sobre ella, ignorando las que no se dirigían a ella con amabilidad o curiosidad. ¿Cómo era posible que todos hubieran cambiado así respecto a ella? Tan solo les dijo que tenía novio, no que hubiera cometido un asesinato o hubiera maltratado a sus mascotas.

— ¿Qué tal va todo?– preguntó Jungwoo ya en la cocina, abrazándola–. ¿Dónde te has estado quedando?

— Con Seventeen, es como estar en familia. ¿Por aquí cómo va la cosa?

Johnny y Jungwoo se miraron.

— Escuchamos sobre la pelea con Xiaojun, y creo que algo ha cambiado un poco, pero no me fío del todo de la versión, porque nos la contó YangYang, y por lo que sé, YangYang está más del lado de Xiaojun.

— Exactamente – asintió–. Pero no hay mucho que saber. Ambos estallamos, yo le reclamé que debía centrarse más en sus problemas que en mi relación.

Jungwoo y Johnny asintieron, aunque sin borrar su pequeña sonrisa. Los adoraba. Kim siempre había sido su protegido, su dulce chico, el oppa que debía cuidar como si fuera su menor. No dudó en ofrecerle su apoyo cuando comenzó a dudar de su orientación sexual, y sabía que aunque tal vez estuviera ahí por decisión propia al quererla y apoyarla, sentía que era como si él estuviera devolviendola las charlas de consejos hasta altas horas de la noche, y pañuelos gastados limpiando sus lágrimas.

— Pronto todo se calmará, has hecho bien en venir, así recordarán que NCT ha sido y será Rosalind Zhang, la china más rara que he visto en mi vida.

— Aww, Johnny – le pellizcó fugazmente la mejilla con cariño–. ¿Podéis hacerme una idea de quién es el que está más cabreado y cual el que menos?

— A ver – empezó Jungwoo, elevando un dedo–. Taeil hyung sigue diciendo que eres una mocosa inmadura que podrá llegar a quedarse embarazada de un chico mayor por andar de enamoradiza, y puedes ver que aún no quiere ni hablarte – la sinceridad que empleó Jungwoo fue un golpe de realidad, pero no dijo nada, porque apreciaba que dijera las cosas sin decorarlas–. Taeyong hyung parece decepcionado, pero se ve que está preocupado por ti –. elevó otro dedo–. Yuta hyung ha vuelto a odiarte a muerte, y ahora Haechan se ríe de sus comentarios ofensivos sobre ti. No entiendo del todo la actitud de Haechan, pero bueno...– se encogió de hombros–. Jaehyun hyung y Mark parecen indiferentes con el tema, no opinan a no ser que les pregunten directamente, pero es como si a veces se olvidaran de ti o estuvieran algo decepcionados–. Rin sintió las manos de Johnny posarse en sus hombros, apretando ligeramente–. Doyoung dice que están exagerando, pero prefiere no meterse en problemas con todos, tú entiendes.

— ¿Y los Dream?– preguntó, pensando en Chenle y Jisung, recordando como su mejor amigo se negaba a la nueva relación–. ¿Chenle, Jisung?

— Chenle es un misterio – se encogió de hombros–. A veces le escuchamos murmurar en pequeñas rabietas, otras veces llora, y hasta se ha enfrentado un par de veces a los hyung, especialmente a Haechan y Yuta por andar de criticones – explicó–. Los Dream parecen más comprensivos y coherentes, pero me da la sensación de que con Haechan ahí los tiene controlados.

— Menudo imbécil – frunció el ceño, cada vez más cabreada.

— Seh.

— Realmente, ¿tan grave es que tenga novio? Me parece todo demasiado surrealista.

— Créeme, Rosie – suspiró Johnny, dando otro ligero apretón a sus hombros–. Yo pienso lo mismo, están comportándose como niños pequeños.

Suspiró también. ¿Cómo podía arreglar las cosas para hacer que todo volviera a la normalidad?

Aquí dramadramah