«RIN; SE NCT» #3

136

— No sé porque me parece una mala idea.

Todos miraron a Kun, y le ignoraron con éxito volviendo a centrarse en la edición del vídeo, toquetear el cabello de Chaewon recién teñido de rosa pastel, y hacer apuestas sobre cuál sería la reacción de Haechan al enterarse apenas una semana antes de volver que su solecito estaba esperando a un bicho inquieto. Estaban seguros de que no se enfadaría, pero tal vez querría escapar para ir por ella.

— Perfecto, ahora un selfie grupal – dijo Renjun, sacando el móvil, todos posando de inmediato como un autoreflejo y volviendo como si nada su atención a la pantalla–. Haechan se volverá loco.

— No sé separará de ti ni para ir al baño– bromeó Jeno, aunque Jaemin dejó en claro que acababa de sufrir un escalofrío. Rin le pisó el pie, avergonzada porque, ¿cómo era posible que Na Jaemin fuera el que siempre los pillara en cualquier lado, haciendo cualquier cosa?

— Pásalo al pincho, Renjun-ah, por favor – pidió Akira, revolviendole el pelo y levantándose de su silla–. Vamos, sandía humana, tenemos que terminar los detalles con Goo y el CEO.

— Mi mejor amigo – bromeó, levantándose despacio y recibiendo un pequeño empujoncito de Xiaojun, riendo por lo bajo mientras murmuraba que parecía una sandía china–. Vuelvo a escucharte decir eso y mueres, Xiao DeJun.

— Perdón, perdón – se disculpó apresurado, mientras Rin le daba una palmadita en la cabeza y salía junto a la japonesa del estudio, encontrándose de frente con Heechul cargando al niño de Changmin justo como Rin quería evitar que Jaemin cargara a su futuro bicho, como se habían acostumbrado a llamarlo.

— Kim Heechul oppa – suspiró, estirando los brazos para poder coger al pequeño niño sonriente–. No entiendo como Momo unnie de verdad está dispuesta a continuar el embarazo, si seguro pierdes al niño – le dijo, picando la nariz respingona del niño, el cual miraba con curiosidad el cabello de Akira, de tonos naranjas opacos–. ¿Dónde está tu papi, amor?– preguntó con tono dulce.

— Con tío Min – dijo, señalando al fondo del pasillo, donde Minho y Changmin jugaban a hacerse llaves como si tuvieran diez años–. Tío Chullie estaba jugando conmigo

— El tío Chullie está loco – dijo Akira, sonriendo con burla–. Ve con papá, peque.

Rin dejó al niño en el suelo, y corrió para saltar encima de su padre, sobresaltando a Minho, listo para iniciar una nueva llave probablemente ilegal. Menudos bobos, comportándose como adolescentes a pesar de su edad, creando alboroto, y dejando a una pobre criaturita en manos desastrosas como las de Kim Heechul.

— Convenceré a Momo unnie para que diga que el bebé es de Siwon oppa o algo así – bromeó, golpeándole de manera suave su hombro al pasar–. Akira unnie, ayúdame con ello.

— ¡Mi hijo será difícil de esconder, Rosalind!– gritó, riendo–. ¡Este humor no lo tiene ni HoDong!

Mientras Heechul gritaba que su humor era inolvidable, Rin y Akira se cruzaron con Goo, leyendo unos papeles con expresión frustrada. Había sido ascendido, siendo ahora el director de mánagers, y tenía bajo su mando a decenas de mánager, entre ellos al mánager encargado de las relaciones de los idols de la agencia, y al cual tenía como un perrito, siempre vigilando que no hiciera cosas raras en contra de los idols y trainees.

— ¡Menos mal que os encuentro, chicas!– exclamó, como si se hubiera quitado un peso de encima–. Necesito que me ayudéis con esto, es el horario y organización del concierto...

...

Haechan se sobresaltó cuando las luces se apagaron de golpe, dejándole con un grito a NCTZEN en la punta de la lengua. Algunas fans gritaron, pero el estadio quedó únicamente iluminado con los lighstick, dando una imagen preciosa.