«RIN; SE NCT» #3

𝟝𝟜

Paris, France

— Sigo diciendo que es mala idea.

— Vamos, por favor – volvió a pedir, ya tirando de su brazo ligeramente–. Quiero que seas tú, por favor, te he visto grabar a mascotas haciendo que quede como un documental, confío en ti.

Rosie no pudo ocultar la sonrisa, por lo que terminó asintiendo, y colocando la cámara en su cuello, mirando al mayor y alcanzando una chaquetilla fina.

— Vamos a grabar, entonces.

Jaehyun sonrió ampliamente, marcando los hoyuelos, y la dió un rápido beso en la frente antes de salir a las calles parisinas.

..

— Hey, ¿vamos a cenar ahí?

Rin miró hacia donde Jaehyun señalaba. Ella estaba demasiado atenta revisando las grabaciones, que ni se había dado cuenta de que era ya la hora de la cena, y sentía esa presión en el estómago que indicaba que tenía hambre.

El día realmente había sido lindo. Por la tarde, los chicos los llamaron porque a Doyoung se le había olvidado decir al resto que habían salido a grabar, y parecían al borde del colapso. Recuerda que, entre toma y toma, una pareja anciana que, por el acento, dedujeron que eran ingleses, les dijo que se veían bien juntos, y les dieron bendiciones. ¡Incluso les dijo que su futuro hijo sería precioso! Y claro, en ese tipo de situaciones, o lo niegas, o sonríes y asientes, no te quedas hablando con ellos fingiendo estar de luna de miel como hizo Jaehyun.

— No entiendo nada de lo que pone aquí – murmuró Jaehyun, leyendo la carta una vez habían entrado y encontrado una mesa algo alejada del resto, para evitar problemas con fans–. Rosie, ayuda.

— Lo dices como si yo supiera francés.

— ¿Y por qué no sabes francés?

Rosie levantó la carta dispuesto a darle con ella en la cabeza, pero la presencia de un lindo camarero francés la detuvo.

— Bonjour – saludó–. Una de mis compañeras sabe chino, por si tienen dificultades de idioma – dijo ahora en inglés.

— No se preocupe, sabemos inglés – negó de inmediato Jaehyun, sonriendo de manera amable–. ¿Qué nos recomienda?

El francés, el cual llevaba una chapa diciendo que se llamaba André, comenzó a explicar las recomendaciones típicas, y terminaron comiendo un tipo de sopa (Rin se negó al marisco) y, por curiosidad, una ensalada con caracoles.

— Muchas gracias.

Jaehyun recogió ambas chaquetas, y salieron tras agradecer a André. Rin hacía pequeñas muecas, ajustando constantemente la correa de la funda de la cámara, como si algo la incomodase.

— ¿Qué hacemos?

— ¿Mañana seguimos grabando?– preguntó, metiéndose las manos en los bolsillos–. Podría ser de noche, y hoy dar un paseo, me gustaría ir al Puente de las Artes.

— ¿El de los candados?– señaló a lo lejos, hacia el río–. Vamos, también me gustaría verlo.

Jaehyun sonrió ligeramente, caminando junto a ella indicando una conversación sobre los caracoles, la cual fue esquivada de inmediato y cambiando a cuando una paloma casi caga encima a Jaehyun.