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— Me voy, dejad que me vaya – suplicó Haechan, una vez la foto grupal se hizo, y Taeil asintió, estando de acuerdo con él en irse de inmediato, ya que Sowon podría romper aguas en cualquier momento–. Cómo no me dejeis me escapo y voy corriendo hasta mi casa.

— No hay huevos – animó Mark.

Haechan alzó las cejas, y se giró dispuesto a irse, encontrándose a los cámaras aún grabando. ¿Por qué seguían grabando tras escenas? ¡Él quería irse a casa con su mujer embarazada! Era capaz de montar un numerito sin miedo a la empresa, ya que nada se podría interponer entre un hombre ansioso de ver a su mujer.

— Por favor, quiero ver a Rosie – suplicó, algo angustiado de querer irse ya–. Por fa-

— ¿Vas a llorar?

Se giró de golpe, casi escuchando su cuello crujir por tal movimiento digno de un búho, y se encontró en la puerta a Rin, sonriendo con los ojos brillantes, y viéndose casi irreal con su vientre abultado por el embarazo. Haechan hizo un puchero, y asintió respondiendo a la pregunta burlona de su mujer. Sí, sabía que lo había dicho de broma, pero iba a llorar de verdad ahí en medio.

— Solecito – lloriqueó, acercándose y abrazándola con fuerza pero cuidado por el bebé.

— Pero no llores, cariño – rió ella, acariciándole la espalda mientras él seguía lloriqueando en su hombro–. Te he echado muchísimo de menos.

Haechan se separó, aún con un puchero, y bajó la mirada. Ahí estaba su bebé, su futuro hijo, la personita que llevaba deseando tener en sus brazos por un tiempo. Se puso en cuclillas, ahora empezando a llorar en serio, y tocando casi que con miedo la tripa de Rin, de inmediato notando algo de movimiento, indicando que ahí estaba el pequeño Lee.

— Te amo muchísimo – murmuró, mientras Rin le acariciaba la cabeza algo húmeda por el sudor–. Y-Yo... ¿Sabes que ahora mismo soy el hombre más feliz del mundo?

Rin sonrió, frotándose los ojos con la mano libre, y asintió.

— No queremos arruinar el ambiente – habló Johnny, con ojos preocupados. Ambos miraron con confusión al americano–, pero Sowon está a punto de cagar un bebé.

— ¡LLEVADME AL HOSPITAL EN VEZ DE MIRARME, INÚTILES!

Taeil entró en pánico, teniendo que ser Goo quién ayudara a Sowon a andar mientras Johnny cogía unas llaves de coche.

— ¡La pequeña Moon es puntual!– rió Jaehyun, caminando con tranquilidad junto a Rin, Haechan y Yuta. Fue golpeado en el hombro por la china, ya que escuchó el grito nervioso de Taeil a lo lejos–. Auch, ¿es cosa de embarazadas estar agresivas?

— Idiota – murmuró, caminando a su propio ritmo por los pasillos, saludando a algunas maquilladoras que emocionadas por verla ahí, comprobando que era verdad lo del embarazo–. Donghyuck-ah – llamó, con tono suave–. ¿Puedes hacerme en casa un chocolate calentito?

— Todo lo que quieras, bebé – la besó la cabeza, abrazándola por los hombros–. ¿Te parece si vamos a casa, te preparo el chocolatito y le bebes mientras me ducho antes de ir al hospital? Taeil hyung debe estar al borde del infarto.

— Claro – asintió, esperando a que el lento de Yuta llegara para poder subir a una de las furgonetas con chófer (la última que quedaba) y cada uno volver a su respectivo hogar–. ¡Vamos, Nakamoto, que me duelen los pies!

— Vimis Nikimiti – la imitó, entrando y sentándose al lado de Jaehyun, el cual hablaba con Yeri por mensajes, tal vez avisando que ya llegaba a casa–. ¿Necesitas ayuda para subir, sandía?

«RIN; SE NCT» #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora