El Vil Origen del Vínculo ©

*18*

La historia nunca ha sido mi fuerte en los estudios, siempre suelo olvidar fechas o eventos importantes, sin embargo cuando se trata de derechos, leyes si se quedan en mi mente, excepto los artículos, qué número y esa clase de cosas. Paso mis dedos con urgencia entre las hojas, en busca de información que me diga qué clase de familia son los Blake.

Así como los diferentes negocios que llevan a cabo, sin embargo eso todo el pueblo lo sabe o el puesto que llevan para saber qué clase de poder influyen en todos, cómo el padre de Matías que es Duque y él Marqués, en cambio mi padre es Barón, no tiene nada de malo para mi vista, pero para ser la futura esposa de Matías Blake, si es gran problema.

Cómo dijo el padre, no tiene sentido que si quiera me hayan considerado.

Cierro el libro con furor sin encontrar información que realmente quiero, cómo saber qué planea alguien como Matías Blake que lo tiene todo y de pronto, requiere detalles de mi vida, cómo si eso le fuese a beneficiar en algo, pero, ¿En qué? Ni yo tengo idea y todo esto es tan extraño, nada tiene sentido.

Sólo soy la hija de un barón con negocios sobre la madera que comercializa, que práctica costumbres no dignas para una dama y con una actitud no apta para si quiera casarse, ni en la lista más baja de barones para proponerme matrimonio.

Lo peor de todo, no poder empeñar mi negocio por herencia por ser mujer.

Aunque todo esto suene tan extraño y poco lógico, mi mente sigue insistiendo que todo debe ser un error, que quizás Matías Blake tiene un buen corazón y es solidario, diferente, pero al ver la actitud del padre con tan sólo mencionar su nombre y apellido, las dudas cruzan por mi mente.

¿Sería correcto preguntarle a Matías, sería sincero?

-¿Qué te intriga tanto de los Blake hija?-Me sobresalto al sentir sus palmas en mi hombros y me relajo de inmediato al ver que es mi madre, suspirando.

No sé que relación tenga mi familia con los Blake y peor aun, si no están en buenos términos, sin embargo no puedo confiarme en que los resultados sean buenos si soy honesta con ella, seguro pensará como mi padre que me estoy metiendo en problemas o peor aún, que pienso en dejarlos para casarme.

-Están...-Murmuro tan bajo como puedo, desviando mi mirada.-interesados en el negocio de mi padre.

-Oh, ¿Eso?-Sonríe de lado, masajeando levemente mis hombros, serena, tan tranquila que a comparación mía, la envidia por tener sus emociones me sucumbe.-Si, ese día que vinieron a hablar con tu padre, esa misma razón dieron queriendo negociar, pero tu padre se negó.

-¿Qué, por qué?

-Les dejo claro que la heredera eres tú y la única forma de unificar los negocios es casarse contigo, ellos sólo querían comprar el negocio de tu padre como si fuera uno más de sus tantos negocios, no dándole mayor importancia y eso le molesto a tu padre.

¿Casarse conmigo, mi padre fue capaz de decirle eso a los Blake? En ese entonces Matías y yo no habías llegado al acuerdo que tenemos ahora, seguro se negaron con la idea, si es un negocio más para ellos, ni les debió importar rechazar la oferta de mi padre.

-¿Qué respondieron?

-Que lo considerarían...-Responde mi madre nada convencida, negando con su cabeza y elevo una ceja confusa por su tono reprochante.-Jamás consideran a la hija de un barón Sasha, sé que Matías Blake se ha ofrecido a darte lecciones gratuitas y el viaje igual, siendo los Blake muy atentos y lo aprecio, pero.

-¿Pero?

Mi madre piensa igual que yo, que nada de esto es común y por poco me entrego quizás a un tigre hambriento, disfrazado de un conejo lleno.

-Rompe toda relación con los Blake hija,-Me estremezco por su orden, completamente seria y se separa de mí, posando sus ojos sobre mí severamente.-no te permito volver a ver a Matías Blake y nadie de su apellido.

Me pongo sobre mis pies y camino hacia ella, quien ya anda para irse del salón de libros de mi padre y abandonarme sin una explicación, tomando de su muñeca, deteniendo su paso abruptamente y frunzo el ceño sin entender nada, si se le ocurre que obedeceré sin saber el motivo, se equivoca rotundamente.

-¿Su relación es mala con los Blake, esconden algo madre, mi vida corre riesgo?-Mi madre niega repetidas veces con su cabeza y sacude su muñeca, soltando de mi agarre y me contraigo al ver su expresión triste, arrugando su frente y se gira, sin encararme.-No comprendo madre, ¿Qué nos han hecho los Blake?

-No se trata qué nos ha hecho Sasha, sino lo que son capaces de hacer.-Con eso cierra la puerta en mi cara, dejando mi cuerpo en ese salón solitario, ¿Lo capaces? ¡No entiendo nada! Y no planeó quedarme a aquí a esperar una respuesta que nunca llegará, si mis padres no son capaces de decirme la verdad, de algún modo la sacaré de él.

Giro la perilla y corro directo a la puerta de la sala, para salir de la casa, sin embargo me sobresalto al mirar que la perilla tiene llave, tirando de ella bruscamente en busca de la salida, pero nada, corriendo a la puerta trasera y lo mismo me da, notando que mi madre ha hablado en serio, no quiere que vuelva a ver a Matías...

¿Por qué, qué me ocultan? Esto se salió de control y definitivamente algo esta sucediendo, aunque no tengo idea de qué pueda ser, Matías, mi padre y mi madre actúan de maneras extrañas y por poco caigo en las palabras dulces de Matías.

No cuento los minutos cuando tiro del vestido y me pongo las ropas que suelo usar al escapar, los pantalones, nada vestida para pelear, pero si esto debo hacer para poder practicar y con los días que ya he prácticado con Matías, he mejorado en tan poco tiempo qué haciéndolo sola.

Me recojo el cabello con el saco negro con capucha que me pongo encima, ya notando que el sol se oculta y la oscuridad sale a flote, bajando por mi árbol, lista con lo más necesario para practicar. Agradeciendo a la largura del saco para protegerme del frío y de mi identidad.

Si antes no me he dejado por cosas insignificantes, menos ahora que se trata de mí madre.