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-Estás son las estrategias para derrocar a las principales cabezas.-Tira un puño de papeles de pronto sobre la mesa del salón, jadeando sorprendida porque al parecer ya tenía planes, no ejecutados, pero puedo ver el aliento de superioridad y emoción que emana su cuerpo.-Llevaba a cabo los planes hace varios años, pero lo que no poseía era mi arma impenetrable. 

-¿Su arma impenetrable?

Suspira, sin paciencia.

-Tengo mis guardias, armas, cosas banales que con el tiempo muere o deja de funcionar, pero al desconocer su gran poder, por poco dejo salir esta gran oportunidad.

-¿Gran oportunidad?-Me siento tan desconcertada, cómo confusa con todo esto.

Apoya sus manos en su mesa y fija su mirada verdosa en mí, cayendo de repente sus rulos en su frente, distrayendo mi atención por los suaves que se ven de cerca, provocando ganas quisquillosas de mis palmas, de masajearlos.

-¿Cree que la dejaría ir sin tener en mente algo? Que ganar el poder no es sólo matarlos a todos y ya esta, soy digno señorita Stein, la forma sucia, déjeselo a los Blake.-Tenso mi mandíbula, sabiendo de sobra esas palabras, apartando mi mirada, extrañamente sensible ante el tema, todavía no proceso regresar, verle, sin matarle y vengarme.

¿Cómo estará, en qué estará pensado, anhelando mi llegada?

Mis padres...

Trago duro.

-No es bueno que regrese con esa actitud señorita, quiero decir, la gente sabe que ahora es su esposa.

Frunzo el ceño, regresando mi mirada bruscamente hacia él, casi matándolo con la mirada.

-¿Espere que le mire y le bese feliz?-Sin querer mi voz suena irritada, hasta un poco quebradiza. 

-Es uno más que desea tenerla por su singularidad, cómo verá, la mayoría, pero no podrá ponerle un dedo encima por todo el escándalo, cómo verá, hubiera dejado en expuesto su caso si la quisiera muerta, pero no, decidió comprometerlos.-Deduce muy sencillamente, cómo si la mente suya pensará igual que Blake, lo cual cobra bastante sentido al ponerlo así, desde un principio sospecho y jamás me asesino, ni siquiera cuando me arrestaron...

Tan cerca de mí, ¿Qué habrá sido?

¿Qué es lo que realmente quería de mí, lo mismo que Philippe?

-No lo sé, quizás se debe a la muerte de mis...-Me detengo tan rápido, cerrando mi boca floja, maldiciendo en mis adentros, no, de nada sirve que le comente esto, pensará que por eso es que voy y no para hacer lo mismo que haría Amiel, no, no soy ella.

Me levanto tan rápido para esquivar su mirada perpleja por mi comentario sin aviso, que lo ha dejado helado y confundido, pasando de un lado a otro nerviosa, me cuesta confiar que es así, porque no dudo dos veces al matar a mis padres, ¿Qué será de mí?

-Sus padres.-Termina él, girando mi rostro petrificada, bajando mi mirada levemente con un horrible nudo en mi garganta, carraspeo un poco. Ya veo, muy pocos conocen la verdad, cómo siempre. No es de extrañar, jamás lo fue.-Le odia, es notorio...

¿Odiar? Suelto una amarga risa que se extiende por mi rostro, borrando de ella completamente, girando mi rostro sin emoción alguna, arrasando una oscuridad en mi pecho que se extiende y pesa tanto como una roca, que perfora mis poros.

-Odiar es poco mi Lord.-Murmuro frivolamente, pasando mis palmas pálidas por mis cabellos, sonriendo de lado, a gusto.-Lo que realmente siento por él, son tantas emociones, que la que más saciaría todas, sería su muerte.

-¿Por qué no mejor al peor que la muerte misma?

¿Qué? ¿Mejor que el fin de sus días, la tortura?

-...

-Quiero decir, mis planes lo incluyen señorita, para que no tenga ningún poder sobre la sociedad y se arrastre peor que los esclavos, sea su ama, quién le ruegue un pedazo de pan para alimentarse.-Sus palabras suenan cómo la mejor melodía, añorando esa idea, lamiendo mis labios y despertando mi emoción latente, más, quiero oír más.-Quitarle esa maldita sonrisa del rostro y borrarle el orgullo, con su dignidad.

Los Blake, los Smith, cada maldita familia que le dio a la mía la espalda, que nos ignoraron en momentos de dificultad, quiénes anhelaron mi muerte más que nadie, nadie, nadie merece esos puestos de poder, no son personas justas y si tengo el poder de quitarlos, lo haré.

-¿Eso incluye a la iglesia mi Lord?-Quisiera matar dos pájaros de un tiro.

-Lamentablemente son dos bases de guerra distinta, pero creó hay que debilitar al enemigo más cercano, comenzando por la base a todas las familias, menos Blake, porque como sabrá, ahora es una Blake.

-¿Cómo lograremos eso y pasar desapercibidos?

-Sencillo, existen cuatro métodos, pero los primeros dos no los usaremos por el mismo motivo de no ensuciarnos señorita.-Lame su labio inferior, pensativo. Asintiendo a su explicación, nadie mejor que Philippe sabrá sobre estas cosas.-Bueno la primera es de esa forma, pero la renuncia expresa la veo imposible, entonces existe por sentencia judicial y por privación de uso.

-¿Judicial y privación de uso?

-Judicial se puede llevar a cabo por diversos motivos con las leyes y privación de uso, debido a motivos graves, por parte del poder que se le ha concedido.-Explica eso como si no fuera la gran cosa, sin embargo varias preguntas rondan por mi mente, sin entender bien cómo haré lo que planea.

-¿Cómo se supone que haré que hagan cosas inlicitas?

-De eso me encargaré yo personalmente,-Se apunta a sí mismo, asintiendo.-con el apellido Blake y Connor, pondremos más pesor en el asunto, pero necesito pruebas, papeles, cualquier cosa para demandarlos, descubre sus negocios, de qué se mueven, si encuentra algo que no cuadra, esa es la llave.

-Mi Lord, si su título nobiliario se le hes arrebatado, no entiendo cómo lograremos que ya no sean ricos.

Suspira, masajeando su frente, tratando de controlar su poca paciencia, como si estuviera con una niña, en vez de una mujer, que estoy a cumplir los quince años, pero estos temas no son del todo mi conocimiento.

-El título nobiliario es el permiso para tener tierras, comprar, vender y diversas cosas, cómo influencia en la sociedad, con el mismo rey.-Recalca que es el anillo al dedo, la principal problema, al no tenerlo, quiere decir que será su verdadero fin.-Pero tienes razón en algo, eso no quiere decir que pierdan sus mansiones, su dinero y sus negocios.

-Como los nobles que no tengan ningún movimiento inlicito.

-Exactamente...-Murmura, ladeando una sonrisa, fijando su mirada en mí.-Eres brillante señorita Stein.

-...-Sonrío.

-Entonces así será, provocaremos que caigan en ello, que sus negocios caigan y se hundan en deudas, tengo el suficiente poder con ello, pero debes pasar desapercibida, debes cambiar ante Matías Blake y ocultar tu dolor, deben parecer una pareja enamorada, por si cualquier duda o sospecha, recaiga sobre él, en vez de ti.

-Eso mismo haré y al final, hundiré a Matías Blake.


El Vil Origen del Vínculo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora