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Salto en escape discreto en la misma ventana, sin llamar si quiera la atención, viendo cómo al otro lado entran varios guardias al aviso del sacerdote clamando por ayuda, siendo esta mi señal, es ahora no nunca; Atravesando el bosque mientras mis piernas corren sin cesar, sin tomarme un segundo para descansar, horas tras horas sólo por un poco de soledad y seguridad.

Sosteniendo este libro tan preciado para mí.

Detengo mis pasos de pronto cuando saco de este de mi saco, sacudiendo el polvo que florece sobre él, todavía con la curiosidad latente y sin respetar mis propias normas, abro de él, todavía cerca del pueblo, cometiendo una gran estupidez tal vez, pero una necesidad indescriptible surge de mi al sólo mencionar el libro.

Comenzando con las primeras líneas del libro.


La primer guerra del renaciente mal, la maldición del mundo y sus oscuros secretos.

Quizás he exagerado con el título, sin embargo las palabras pueden sonar duras, toscas y directas, pero mi definición de mal y maldición tienen un significado distintivo que marco mi vida, porque cómo la renaciente del mal y quién conlleva con arrastrar esa maldición conmigo, soy yo, Amiel.

Mi corazón palpita con furor y tomo de mi pecho, confusa por ese nombre, resonando en mi mente, cómo si lo hubiera escuchado en alguna parte, tan íntimo como confuso, respirando aceleradamente por la corrida, pero estás palabras estremecen mi piel.

Es su diario, no hay otra explicación, ¿Tantos años guardado, con qué fin?

Mi vida apenas dio comienzo en esta década, aprendí, viví, hice amigos como cualquier persona, nadie me discriminaba por mi aspecto o mi cabello blanco, hasta le parecían fascinante, mi vida era muy común y mi infancia fue buena.

¿Qué? ¿Vivió sin dificultades, la querían tal cómo era, todo esto empezó por su culpa? Tenso mi mandíbula y la rabia se acumula dentro de mí, ¿Por qué, por qué hizo lo que tenía que hacer? Nada le hacía falta, absolutamente nada.

Sin embargo no sólo mi aspecto físico cambió, sino mi fuerza, mis poderes y demás cosas, siendo la mejor en el entrenamiento, jamás me interesó ser una ama de casa, quería luchar y pelear, ser cómo papá y cuidar de mamá, demostrando lo buena que soy.

No conozco de esta persona, sin embargo su historia tiene similitud con la mía, en sentidos muy contrarios.

Pero desconocía un pequeño detalle. Que no soy humana. 

¿Qué, qué quiere decir con eso?

Mi nombre cómo humana era Lucia Blake.-Mi corazón palpita con furor ante la mención de ese apellido, ¿Fue una Blake?-Al recobrar mi pasado, lo que vengo siendo realmente, pude recordar mi nombre, Amiel, ¿Confuso verdad? Lo mismo pensé al momento de recordar, hasta que todo tomo sentido.

Sería estúpido argumentar esta historia como mía, ilógico, sin embargo me estoy apropiando de ella, negando que sea ella, que tenga un pasado, no, no puede ser. Lo único que me interesa es conocer qué poderes poseo, no su vida, pero no me despego del libro.

Me abstengo de compartir información relacionada con mi pasado, sin embargo el causante de tales recuerdos, fue una persona, a quién confié celosamente de ellos, ya que me buscan con fervor para acabar con mi vida y terminar con mi misión, ultrajar mis recuerdos y deshacer la maldición.

Confió en que regresaré algún día.

¿Confiar, se pueden guardar memorias? Bueno, desde que comenzó todo esto nada tiene sentido, pero algo así jamás pensé que fuera posible, desviando mi mirada temerosa por sus insólitas palabras.

Regresará, lo asegura.

No, no mientras yo permanezca viva.

A quién confíe el diario y este de mi lado, comprenderá estás palabras, para obtener el conocimiento de la fuente de mi poder y mis recuerdos.-Frunzo el ceño, ¿De su lado, por eso mismo no han encontrado nada esos religiosos?-Sólo a un hombre amaré y este buscará por mi, en la vida o en la muerte, estoy apegada a su destino junto con el mío.

Dar el primer paso es importante, reconocer que no hay que temer de ser quién eres, no esconder, seguramente cuando encuentren este diario ya este muerta, pero es una guía única para mi futuro, a quién necesite, la historia se repite.

Cetus, mi amado, cuando llegué el momento sabrás que es él.

Las palabras terminan justo ahí, pasando las páginas tan rápido que el resto son en blanco, temblando mi labio inferior por casi arriesgar mi vida por nada, sin información valiosa que necesito, apunto de tirar de ese maldito libro que no me sirvió de nada, sino enfurecerme, ¿Qué me interesa su vida perfecta que quiso echar a la basura?

Tuvo elección, yo no la tuve.

¡Fue tan injusto! ¿Su amado? ¡Qué me interesa! Causo la más grande masacre, mato a muchas personas apoyando una mal causa, tirando su familia, su alegre vida por no ser humana, esta bien, yo tampoco lo soy, pero jamás elegí llevar esta vida miserable, escondida, no puedo salir como ella orgullosa de lo que es, porque a mi me avergüenza. 

Por alguna razón me niego a tirar el diario, cómo sea, me costo tomarlo, sería ridículo dejarlo tirado, guardarlo con tanto celo, si ni siquiera me sirve. Si tengo los recuerdos, según ella, puedo tener el poder, ¿Pero cómo yo sabré quién diablos es Cetus?

¿Y si trata de meterme el alma de esa lunática?

No estoy lista para morir, no, todavía no.

"Cetus, mi amado, cuando llegué el momento sabrás que es él."

De pronto esas palabras resuenan en mi mente, frunciendo el ceño, no, no puede ser, sin embargo posee todo el sentido del mundo al recordar que Matías siempre sospecho de mí, ¿Pero su amado mataría a mis padres? Desea mi muerte más que nadie, no comprendo.

Pocos han sido quiénes se han relacionado conmigo.

Necesito tener una protección antes de lanzarme al acantilado. 

Esa protección se llama Philippe.


El Vil Origen del Vínculo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora