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-Es una muy mala idea.-Reiteró nada convencida, cómo si mis palabras fuesen a cambiar la única opción que nos queda, caminando por el jardín de la mansión, atrás de los árboles y arbustos, cómo forajidos con la meta de robar.

Logramos llegar al árbol que nos puede llevar seguros a mi cuarto sin levantar sospecha, sin embargo me ha costado mucho mantenerme firme mientras camino y el dolor es inmenso que mi cuerpo suplica con ruego hasta los cielos reposo.

Respiro con dificultad y inhalo con desasosiego el aire para mis pobres pulmones. Mientras que la mirada de Matías se torna más seria y calculadora, mirando con total detenimiento el árbol en frente suyo, recordando la última vez que le rete a subirlo, soltando una pequeña risa.

-¿Qué te causa gracia?-Espeta un tanto a la defensa y sonrío con más ganas cuando ocupa su atención en mí.

-Me parece cómico ver cómo mascullas al árbol con tu mirada.-Camino hacia lo dicho, tomando de este para subir dando el paso en mi pie sano y projurando hacer lo mismo con este; Y usar lo menos posible mi pie herido. Jalando mi mano hacia la otra rama y quedarme sentada en lo más que pude subir.

-Una dama no debería saber y hacer tales cosas.-Río con más ganas cuando observo que trata de insultarme con esas palabras, pero me he cansado de oír eso demasiadas veces.

-Hago cosas peores que una dama no debería hacer, pero mira, si no supiera, no te ayudaría a subir.-Respondo un tanto obvia, después de todo necesita mi ayuda para subir.-Debo saltar a la ventana y según mis cálculos, puede romperme un hueso si hago eso sola.

-No subiré un árbol, hazlo tú, te he ayudado a venir hasta aquí sana.-Espeta frío y un poco ofendido, claro, es un Blake, su campo son los negocios y las riquezas, ensuciarse las manos no es de su preferencia y si lo hacen, intentan no mancharse, sino a otros.

-¿Gracias?-Rodeo los ojos e intento incorporarme de nuevo para subir, mientras escucho los pasos de Matías alejarse, sin embargo nos detenemos abruptamente cuando escuchamos una voz tercera en todo este asunto.

-¿Hay alguien ahí?

¡Un guardia!

-Mierda.-Suelto asustada y Matías se regresa, sin opción a huir porque el camino es largo y se notaria que esta escapando, quedando en la única solución de subir conmigo.-Sube maldita sea Blake.-Le mando urgida, extendiendo mi mano hacia él.

Los pasos se escuchan más apresurados de tal guardia hacia nuestro lugar.

Mi corazón late con frenesí y si no sube Blake, yo misma bajaré y lo arrastraré a mi cuarto.

Sacudo mi mano y él comprende, tomando de ella y cómo mono que no sabe andar en ramas, se apega al árbol como si fuera su vida y apenas logra escalar resbalando poco a poco, cómo la araña pero si pegamento en sus patas, sudando por toda su cara nervioso.

-Caeré y moriré, mierda, Sasha si caigo, caes conmigo.-Las maldiciones y amenazas salen de su boca cómo balas, presionando a que su maldito cuerpo este al ritmo que él mío pero no, es tan lento y tieso, que apenas logra moverse, poniendo mi paciencia al tope máximo en segundos.

-¡Alto ahí!

¡Mierda!

Tomo con suficiente fuerza la mano de Matías y fijo mi mirada en la suya, tomando por sorpresa su vista en mí con la expresión más nerviosa posible, ya que antes todo el tiempo estaba viendo hacia abajo mientras subía. 

Tomando el papel de seria en vez de él, conllevando a la cúspide mi temple.

-Confía en mí, no te dejaré caer Blake.-Su pecho sube y baja con rapidez, sintiendo la adrenalina por todo mi cuerpo por la falta de tiempo, aunque sea no nos puede reconocer, pero si nos vio. Apretando mi agarre más al suyo en uno solo.-No mires hacia abajo y sólo mira hacia arriba al subir, fíjate en mí todo el tiempo, ¿Si? 

-...-Asiente un tanto dudoso y jalo de él, para que tome la delantera, ya que cómo dije no puedo saltar. Indicando con poco tiempo que ramas debe arrimarse mientras le sigo, dejando a un lado su miedo pero si notando sus leves temblores de su cuerpo al subir.

-Debes saltar a la ventana.

-¿Qué? Joder, no.-Se niega indignamente, formando puños con mis manos por la jodida paciencia que se me agota.

-Si no saltas ahora, te haré caer al suelo directo de un golpe.

Palidece tragando duro.

-¿Qué, me estás amenazando Sasha Stein?-Expresa con tal asombro en su rostro, decepcionado.-¿A un Blake? Dijiste que no me harías caer.

-¡Bajen ahora!-Sus pasos se acercan y los segundos están contados.

Extiendo mi puño sin misericordia a su rostro en amenaza, seriamente que asiente repetidas veces volviendo su rostro más pálido de lo normal al bajar la vista ante su decisión.

-Baja esa mano que lo haré joder.-Se levanta dejando el peso sobre sus pies y mira la ventana, sudando a mares en su frente empapada.-¿Qué diablos hago con mi vida?-Da un salto lo suficiente alto y cae de espaldas en mi cuarto, encorvando su espalda adolorida mientras logro oír sus quejidos.

Gateo lo más cerca que puedo y él se levanta de golpe, accediendo a tomar de mí cuando salto levemente y logra sostenerme de la cintura, rodeando sus manos en mi cuerpo y sin costarle debido a mi peso, me sonrojo levemente por su amabilidad y su toque, dejando mi cuerpo a merced de la cama, mientras mira por la ventana.

-¿Nos vio?-Pregunto un tanto preocupada.

-Si, debo irme.-Despeina su cabello negro con estrés.-Es cuestión de tiempo para que suba y nos mire así.

-¿Bajarás por el árbol?

Se gira expresando la negación en todo su rostro.

-Ni loco.

-Entonces escóndete porque otra salida no existe.

El Vil Origen del Vínculo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora