El Vil Origen del Vínculo ©

*46*

Según la información que tenía de momento, Matías Blake, de la familia Blake posee grandes riquezas, como tierras y propiedades, pasando de generación a generación el famoso apellido en cada una de sus marcas y reconocimientos científicos, Matías tiene el título de Marques. Siendo este título por descendencia al primogénito, concebido directamente al postulante de la herencia Blake a Matías.

Tenía todo el sentido del mundo que jamás nos casaríamos con relaciones económicas o de título, no tenía nada que él le faltará o quisiera. Mi padre era un simple Barón y con pocos negocios, siendo yo como mujer, que sin ningún valor, lo más que podía llegar a hacer era darle un pequeño peso importante a mi marido.

Antes ignoraba mucho de esta información y por esa misma razón desconfíe de mis padres, teniendo toda la razón, que idiota fui, en cambio puedo decir que Philippe Connor puede tener relaciones con el castillo y hasta con el mismo rey. Ya que según la información confiable, resulta ser que la única forma de otorgar el título de Lord, es siendo directamente por el rey.

Esto va más haya de una sospecha o si quiera una ilusión, puede llegar a ser que hasta sus padres tengan algún título importante, pero con todo el peso de la ley, Philippe con su fama, sea uno de los hombres más ricos de Inglaterra. 

Puede entrar y salir del castillo como quiera, quizás hasta conozca a su majestad mejor que cualquier otro y por eso mismo el rumor de temerle, con toda la razón, un favor suyo puede vales millones y tenerlo de su contra, la muerte misma. Sin embargo me causa gran intriga cómo fue que conoció a su majestad y cómo tiene el título tan deseado de toda Inglaterra.

Sin lugar a duda, un buen atajo para conseguir poder.

No obstante, es enemigo de Garret y Anthony, no hay mucho que pueda hacer de mi parte o en mi lugar, lo único que me queda es aprovechar la oportunidad que tenga y acercarme lo más que pueda y así, conseguir poder de una forma u otra.

El estruendo suena cuando nuestras espadas chocan entre sí y retrocedemos, sudando a cantaros, inhalando y exhalando aire con demasía, sonriendo mi compañero con agrado al verme tomar con iniciativa la espada y correr a seguir practicando.

La condición de Philippe fue convertirme en un guardia, habilidoso con la espada e ingenioso a la hora de actuar, según la información que me concedió, me obligo a estudiar todo al respecto de las personas de la corte real, nombres, relaciones, absolutamente todo.

Aproveche la oportunidad de llenar mi mente de conocimiento no sólo de ello, sino de los Blake también, prestándome su biblioteca, han pasado días en que no le he visto de nuevo, me he dedicado a practicar y leer, estudiando y esmerándome a no más poder, aunque claro, él debe estar atareado de trabajo y tareas, ya que por su título, significa jamás va tener tiempo libre. 

Sin embargo quiero verle, para crear una relación cercana con él, con el comentario que le recuerdo a su pasado, puede ser un buen comienzo para estrechar una amistad.

-¡Ya regreso!-Miento, cruzando y corriendo por el basto jardín, ya siendo de sobra que camino tomar luego de días de vivir aquí, sé que Philippe me ha tomado como propiedad, sin embargo han pasado cinco días que debería de haber pagado el alquiler y pueden tirar mis cosas a la calle cuando se den cuenta que no estoy.

No puedo darme el lujo de pensar en Garret y Anthony, no luego de traicionarles así, sin embargo mis ropas viejas han sido tiradas, por unas nuevas y mucho mejor, recordando mis épocas de elegancia y estatus, como hombre, pero Philippe me insistió que sus guardias también son reflejo de su mansión y de él mismo.

Sin embargo jamás ha sido un impedimento para mí escapar.

He visto durante estos días con cuidado bien mis alrededores y pude deducir un buen lugar para huir sin ser vista, para adentrarme en el mismo lugar, posando mis palmas en la pared y salto sobre ella con agilidad, admirando la mansión desde lo lejos y salto del otro lado sin dificultad.

No me permiten ver al Lord, he preguntado, he pedido permiso, pero siempre parece estar ocupado.

-¿A dónde se te ocurre ir?-Me sobresalto, jadeando espantada cuando escucho su voz a espaldas mías y retrocedo hasta caer al suelo abruptamente.

-¡Oh dios!-Cierro mis ojos adolorida y me pongo sobre mis pies, acariciando mi trasero punzando como miles de cuchilladas en mi piel. Mirando a Philippe vestido con su traje formal de siempre, pero la diferencia que con una gran capa negra, ocultando su cuerpo y su cabeza, extendiendo una igual hacia mí.

¿Cómo es qué él me descubrió? No, no sólo eso, sino también sabía que iba a salir.

-Por favor, no se imagine que planeaba escaparme para jamás regresar.-Intento aclararle tan rápido como hablo y rasco mi cabeza nerviosa.-No soy tan idiota como para desobedecerle, es más, le quería explicar esto antes pero parecía que jamás tenía tiempo como para reunirme con usted y la situación me obligo a salir así.

Sacude su mano donde reposa el saco que me ofrece y me sobresalto, tomando de este y poniéndomelo en mi cuerpo, cubriendo por completo mi identidad, mirando su rostro blanco en busca de una respuesta, pero su semblante sereno no me explica nada.

-Aposte que lo haría en una semana.-Suelta de pronto, decidiendo tomar camino directo al pueblo, corriendo a su lado.-Pero apenas han pasado cinco días.

¿Una qué...? Arqueo mi ceja confusa en su totalidad, esperando mejor un mandato de mi cabeza cortada o despedazada, suplicar por su perdón o su misericordia, sin embargo más incoherencias sobresalen de sus labios, que bendigo en mis adentros que sea así.

-Yo, yo no comprendo mi Lord.

-Debes tener una familia, un hogar o amigos,-Sisea sin interés.-debí pensar en ello antes de ordenarte ser mi guardia, sin embargo no es la primera vez que me ocurre y lo comprendo.

-No, nada de eso mi Lord, yo...-Trago duro levemente, atascándose las palabras en mi garganta por segundos.-soy huérfano, me he mudado hace poco y mis cosas más valiosas están por ser echadas sino llego a tiempo, ¿Y usted? 

-¿Mi familia o mis asuntos?

No quisiera entrometerme tan rápido en su vida personal, quizás eso pueda dar un cierto ligero aire de desconfianza. 

-Si desea comentarme, sus asuntos.

-He escapado de la mansión.-Confiesa con una a pizque de diversión y me giro hacia él sorprendida, ¿Escapar, el Lord? Mi ceño fruncido y mi expresión estupefacta de lo que creía que era Philippe se ha esfumado, se ve relejado, despreocupado, sin embargo su rostro se nota mucho lo cansado que esta, bostezando un poco.

-Supongo que hasta el Lord puede escapar de sus obligaciones...-Murmuro sonriendo un poco y el se gira, viendo mi rostro divertido y mi corazón sale de mi pecho al verlo sonreír sinceramente, robando mi aliento por completo.

-No somos tan diferentes Caballero Asher.

No sé porque quise oírle decir mi nombre verdadero en sus labios y no ese nombre, por segundos, por pequeños segundos, sintiéndome muy dichosa de tenerle así de cerca como su amigo.