Suprimo un jadeo cuando retrocedo y más lágrimas caen como la lluvia, arrastradas por mis mejillas pálidas del espanto, incapaz de creer lo que miro, confundida por lo que hace Matías, queriendo una explicación, que todo esto sea un mal entendido y si lo hace, es porque...¿Es bueno?
Mi corazón me quiere animar a interrumpir, que esto es falso, todo lo que se ha formado mi mente al verlo se trata de la falta de información, ¿Por qué Matías me quiere muerta, era mentira lo de ayudarme, me mintió cuando dijo casarse conmigo porque era diferente?
Mi pecho se encoge y bajo la mirada petrificada, mientras formo puños con mis palmas y mis labios no se detienen de temblar, sintiendo el peor sentimiento carcomer mi ser.
-Sabía que mentías con querer casarte con Sasha, jamás te importo mi hija Matías.-Elevo mi mirada hacia ellos al oír mi padre espetar contra Matías, quién forcejea para soltarse de esas cuerdas, sin embargo cualquier lucha es inútil.
Los pasos de Matías resuenan por la mansión, sus zapatos negros pasando sobre el suelo fino y blanco, deslumbrando su saco negro largo hasta sus tobillos, vestido completamente de negro, como si la ocasión lo a meritará, formando su mirada sin emoción más maliciosa al oscurecerse y su seriedad refleja que las tinieblas lo domina.
-Tu negativa fue la confirmación de mi pregunta,-Lo que Matías ha querido saber desde que me hizo la propuesta, ¿Era eso, qué soy rara?-es una lastima sus vidas terminen aquí,-Añade eso con gracia.-ya que el padre no perdonará tal deshonra.
¿El padre quiere matar a mis padres, mis padres verlos morir? Mi pecho sube y baja con aflicción, enterrando las uñas en mi palma al estrujar el puño, latiendo mi corazón con frenesí y la escasez de lágrimas que descienden en minoría, sin embargo este dolor de mi pecho y ese hueco asfixiante crece sin parar dentro de mi, con una rabia inimaginable.
-Tú jamás se lo entregarías al padre Matías, sé de qué bando eres.-Escupe cada palabra con repudio y escupe en los zapatos de Matías, sin embargo este ni reacciona, girando la espada y con el pomo de la espada, lo golpea el rostro de una, volteando la cara de mi padre con señas de sangre. Jadeando del dolor al verlo en esa situación.
-No seas ingenuo.-Me escabullo cuando se gira al ver los alrededores que le toman tiempo quemarse.-Nuestras perspectivas del bien son diferentes y que no lo veas así, no quiere decir que así lo sea.
-¡Malnacido!-Espeta mi madre sollozando, forcejeando contra la cuerda.-¡Mi hija es inocente, no te ha hecho nada y te aprecio Matías, me hiere ver tanta indiferencia en ti!
Mis padres me defienden, me apartaron de él sabiendo que no resultaría bueno nuestro matrimonio, Matías ni siquiera estaba interesado en la idea, todo fue una farsa, una mentira en la que me envolvió muy bien y fui incapaz de ver sus verdaderas intenciones, aclarando que mis padres jamás mintieron.
-Si nunca hubiera sospechado de ella, ni siquiera la hubiera volteado a verla.-Mi corazón se hunde por sus crueles palabras.-No es el estereotipo Blake y mucho menos el mío.-Me caigo sobre mis piernas, mirando hacia el suelo ida, con un vació que perfora mi pecho.-Revoltosa, ni dama, con una familia con pobre herencia y su estatus, ni de mi interés.
Camina de un lado a otro y de pronto un recuerdo parece hacerle presencia, cuando echa a reír y la burla se ve reflejada en cada facción suya.
-Única y diferente...-Murmura con suma demencia, carcajeándose y sollozo apretando mi pecho. Sintiendo el terrible odio consumirme, abriendo una palma mía al ver sangre en mis dedos por toda la presión, jadeando sorprendida.-Quería hacer todo esto de la manera más fácil y cómoda para ustedes, me temo que debió ser así.
De pronto los ojos de mi madre persiven mi presencia escondida detrás de la pared, sólo con los ojos afuera y sus pupilas brillan al verme, llorando aún más al observarme y un nudo terrible interfiere en mi garganta, quebrándose mi voz al verla así, tan frágil...
-Lastima que ha huido muy lejos de aquí.-Espeta mi madre, apartando su vista de la mía.-Puede que su cabello se transforme blanco y sus ojos igual, hará lo que sea para sobrevivir, quitando esa marca que la identifica, su identidad, todo.
¿Mi cabello, mis ojos? Tengo el cabello negro, sin embargo esto es real, por más absurdo que sea, debo hacerles caso. Tengo que huir, no puedo pelear contra todos esos hombre, mi fuerza es nula contra ellos. Sin embargo la idea de dejarlos morir...¡No puedo!
-Ella no tiene idea de su destino, ni quién es.-Añade tan frívolo que estremece piel.-No importa si saben o no, de todos modos sus vidas ya no tendrán sentido para mis planes, el destino la traerá de vuelta.
Eleva su espada a la suficiente altura para degollar a mis padres y mi madre entorna una sonrisa dolida, posando su mejor expresión y un fuego quema mis brazos, mi piel y el furor aturde mis sentidos, corriendo en cuestión de segundos hacia ellos y de un segundo a otro, logro impactar mi espada contra la de Matías.
Abre sus parpados asombrado por mi arrebato y los guardias no tardan en caminar donde me encuentro, sacando bastante aire por mis fosas y el enojo duerme mis otras emociones, firme a matar a todo aquel quién interfiera. Tornándose mi piel más pálida y mi cabeza se calienta tanto que quema, al igual que mis ojos.
-Señorita Stein...-Comenta con su fría expresión, ejerciendo más presión contra mi espada.-que desagradable encuentro.
-Te mataré Blake,-Argumento con peso en cada palabra de furor, tornando mi mirada más calculadora y fría.-mataré a todo aquel que se atreva a dañarlos.
Poso mi mano izquierda en el muslo de mi padre y ejerce toda mi fuerza en mi derecha, haciendo un rápido movimiento con mis piernas al elevarlas de una contra la nuca de Matías sin esperarlo y cae de espaldas, dando una vuelta completa en el aire y caer de pie, cortando las cuerdas de mis padres.
Abre sus ojos asombrado por mi habilidad y apunto directo hacia él sin titubear.
-Te mataré Matías Blake.
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El Vil Origen del Vínculo ©
FantasyLa sociedad le imponía ser dama, ama de casa y sus padres la obligaron a ser diferente, estudiosa, que se pueda defender, sin embargo ella detestaba ser diferente, quería ser normal, sin conocer el verdadero fin que arrastra sus generaciones por el...