Second life pt. 2 || YOONMIN

El infante

Esta vez fui puntual, ¿cómo la ven?😎

🌺

El invierno mantenía los arces sin hojas, las personas intentaban concentrar su calor corporal dentro de ropa térmica y gruesos abrigos. Jimin exhaló haciendo vaho con su aliento, su cuerpo comenzaba a calentarse de más, pero no podía simplemente ir por ahí sin un abrigo encima, llamaría la atención.

Agradeció mentalmente cuando finalmente ingresó a la cárcel de Quebec y pudo quitarse de encima aquella capa gruesa de ropa.

- Justo a tiempo como todos los jueves - un guardia le sonrió.

- Como de costumbre - Jimin devolvió el gesto - ¿Debería ir a solicitar... ?

- No no, está bien, yo les avisaré, puedes pasar.

Jimin le agradeció y antes de sentarse en la cabina revisó su reflejo en el cristal que separaba la habitación, peinó levemente su flequillo lila y se sentó.

Luego de unos minutos una puerta se abrió y del otro lado un hombre castaño entró, sonriendo cuando lo vio agitó su mano a modo de saludo, se sentó y presionó el botón del micrófono.

- Hola, Jimin.

- Hola.

- ¿Cómo estás?

- Un poco cansado, pero creo que mejor que tu por mucho - dijo riendo.

- ¿Tan mal me veo? - preguntó soltando una risa.

- La semana pasada no tenías tantas ojeras y además te habías afeitado.

- Supongo que no han sido buenos días.

- Pero pronto acabará todo - aseguró - ¿Te dieron noticias del abogado que trabajaría tu caso?

- No - suspiró con tristeza - De igual manera no sabría que decirle.

- Lo que fue - dijo Jimin con obviedad - Que lo que hiciste fue completamente en defensa propia, no fue tu culpa.

- Jimin, tal vez nunca salga de aquí, ya lo acepté.

- Pues yo no, te conseguiré al mejor abogado del mundo si es necesario.

- Será muy caro.

- Eso no es problema - bufó.

- Mh, nuestro tiempo se acabó - avisó viendo al guardia que lo esperaba en la puerta detrás de él.

- Volveré la próxima semana, te traeré algo, ¿si?

- Que sea de Mc Donald's - pidió sonriendo.

- Recuerda que no estás solo - le dijo observando como el semblante decaído del castaño parecía desaparecer un poco cuando sus ojos brillaron levemente.

- Te quiero, Jimin, nos vemos.

Jimin suspiró dejando el cuarto de visitas, arrastró los pies mientras se dirigía a la salida.

- Hasta la próxima - el guardia que lo recibió se despidió.

- Adiós - Jimin chocó con alguien en la entrada al estar distraído - Oh, lo siento.

- No hay problema.

Jimin dio un par de pasos más hasta detenerse, su cuerpo entero acababa de reconocer aquella voz, se giró para ver al hombre trajeado con gafas que acababa de entrar.

- Hola, tengo una cita.

- ¿A quién viene a ver?

- A... - el hombre sacó una hoja y leyó - A Kim Seokjin.