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Las mañanas jamás habían sido momentos que le agradaran.

Normalmente despertaba de mal humor, tal vez aún no superaba el trauma del nacimiento, pero su batería social no estaba absolutamente nada cargada que incluso podría llegar a ser un poco tosco con la gente que se le cruzara en las mañanas.

Ni siquiera se había dado cuenta de cuándo había empezado a despertar con el mejor de los humores. No era como que despertara sonriendo y envuelto en un aura de chispitas y glitter, pero se sentía contento cada vez que veía a Jimin con él.

Si él despertaba primero que el rubio, podía pasar largos minutos admirándolo, le gustaba mucho llenar su suave rostro de besos, que lo primero que escuchara en el día fuera su risa o voz ligeramente ronca por haber despertado recién.

Un día antes habían decidido madrugar para poder ver el amanecer aprovechando que aún seguían en Busan, pero en lugar de descansar se habían desvelado irresponsablemente al no parar de hablar entre ellos.

Cuando habían notado que el tiempo se les había ido, estaban justos para ir a la costa y ver el amanecer, y aunque ambos tenían flojera y se sentían cansados, terminaron por ir.

Yoongi comprendió porque la gente decía que todo era diferente cuando hacías cosas con tu persona especial, personalmente creía que todo mejoraba en realidad. Simplemente todo era diferente. Tomar café en las mañanas, ver una película, tomar una siesta, incluso no hacer nada.

Todo se volvía especial.

Habían regresado poco después de las siete de la mañana, y cuando habían estado decidiendo entre ir a dormir o directamente salir a desayunar, Yoongi no había podido evitar besar a Jimin cuando lo encontró particularmente hermoso, cosa que no era extraña, sin embargo lo besó, y lo volvió a besar, y lo besó otra vez hasta que terminaron envueltos entre almohadas y colchas.

Las mañanas se habían vuelto momentos que le agradaban.

Yoongi observó su reflejo una vez más contra el espejo, no recordaba cuándo había sido la última vez que había pasado tantas horas sin dormir, pero curiosamente se sentía lleno de energía. Probablemente lo contrario a Jimin, que después de tomar un baño se había dirigido directamente a la cama. Sonrió cuando se sentó a su lado, pasando sus dedos suavemente entre las hebras ligeramente húmedas del cabello de Jimin.

- Cariño, debo salir - avisó en un susurro, como si no quisiera molestarlo - Tardaré un par de horas en volver.

Jimin abrió los ojos apenas, soltando un largo quejido mientras se estiraba, se sentó también y recargó su cabeza en el hombro contrario, escuchando una pequeña risa del pelinegro y sintiendo su mano acariciar su nuca.

- Saldré con Seokjin, no sé exactamente a qué hora regresáremos pero creo que Hoseok y Nam querían ir a un planetario o algo así, ve con ellos si no quieres estar solo, saqué algo de tu ropa mientras escogía la mía - claramente no había escogido algo que fuera en conjunto, claro que no - Piensa qué quieres que hagamos en la tarde, ¿si? - sintió a Jimin asentir apenas, lo conocía y sabía que estaba más dormido que despierto - Sigue durmiendo, mi amor.

Yoongi besó la sien de Jimin antes de acomodarlo nuevamente sobre las almohadas, asegurándose de haberlo tapado bien con la colcha y levantándose para irse. Escuchó un murmullo y se giró viendo a Jimin, no muy seguro de si el rubio había dicho algo, cuando estuvo a punto de irse volvió a escucharlo y confirmó que Jimin lo llamaba.

Second life pt. 2 || YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora