CAPITULO 15
ALEXANDRA
Escuche la puerta de mi habitación abrirse y me encogí en mi cama, cubriéndome el pecho con mis brazos y derramando mas lagrimas. Vi a mi padre sentarse a mi lado y abrazarme. Apoye la cabeza en su hombro y solloce profundamente con un grito que hizo que se helaran mis huesos.
El se limito a permanecer en su lugar y dejarme llorar en paz. No duramos mucho tiempo, pues mi papa necesitaba entregar la estatuilla de mi mejor amiga.
Me tomo de la mano y me dirigió, con una mirada cargada de preocupación, mientras bajábamos las escaleras. Inspire profundamente y me quite las lágrimas de mis ojos hinchados y rojos
Brandy esperaba en la puerta. Al verlo, casi me desmayo.Su semblante, siempre alegre y sonriente, estaba destrozado. El estaba enamorado de Chloe desde hacía 7 años. Y ahora jamás podría decírselo a la cara. Sus ojos verdes miraban el piso, temblorosos. Tenía las mejillas rojas, también estuvo llorando.
-Papa, me iré en mi caballo-le dije deteniéndolo. No estaba segura de soportar media hora de camino viendo a Brandy en ese estado. Prefería irme por mi cuenta.
-¿Segura?-pregunto mi padre, nervioso. Debía de tener el aspecto de quien se va a tirar por un acantilado.
-Estaré bien-le conteste a una pregunta no formulada. Mi padre me asintió y cerró la puerta, tomando a Brandy por los hombros, tratando de reconfortarlo.
Me quede mirando a la puerta por unos cuantos segundos más y me dirigí corriendo a mi cuarto a quitarme este vestido de fiesta. Busque mi ropa de jinete y me la puse, recordando que la última vez que me lo había puesto, Chloe seguía conmigo.
Me puse los pantalones y la gabardina, con las botas. Tome temblorosa mi pañuelo y me hice una trenza. Había estado vestida exactamente así. Casi podía ver a Chloe revoloteando emocionada por mi habitación para encontrarse con él. Ahora sabía que se llamaba Michael.
Volví a bajar las escaleras y salí de la casa, casi a la carrera. Busque en el establo a mi caballo y lo encontré en el extremo más alejado. Decaído.
-Oh no-musite mientras me acercaba con él y le acariciaba el lomo. El me reconoció y relincho.
-Tranquilo, tranquilo-musite con la voz quebrada.-tenemos que irnos.
Lo jale por su correa y abrí la puerta del establo. Lo monte, y le di unos ligeros golpes para que empezara a correr.
Sentí el espeso aire congelado pegarme en el rostro y medio entrecerré los ojos. Pude haberme ido corriendo y llegar más deprisa. Pero sentía que le debía esto a Chloe. Cabalgar en su caballo el día de su defunción, era lo menos que podía hacer. Sonreí ante la perspectiva de que ella me viera así vestida. Frunciría el ceño y me regañaría, diciendo que me veía como hombre. Entonces yo rodaría los ojos y ella me replicaría que era verdad. Pero al final terminaríamos riéndonos y jugando.
Suspire.
Entonces sostuve la correa con tanta fuerza que me sorprendió que Ocean-mi caballo- no protestara. Me pregunte como habría muerto mi amiga. Ella estaba sana, no estaba enferma. Y si lo estuviera estaba segura de que me habría dicho. No nos teníamos ninguna clase de secretos. De hecho planeaba contarle sobre Lisandro en cuanto la viera.
Claro que la otra opción, es que alguien…que alguien la hubiera matado.
Lagrimas calientes llenas de furia, bajaron por mis mejillas. ¡Ella no tenía problemas! Era solo una jovencita llena de paz y bromas que le gastaba a todo mundo. Todos la querían. Era simplemente encantadora.
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Nightmare
FantasyHace mucho tiempo, dos grandes deidades nacieron. Una guardiana de la vida y un guardián de la muerte. Ambos vivos en cuerpos mortales, sin conocimiento de quienes eran, ni de donde vinieron. El destino ya estaba escrito. Jamás se encontrarían en su...