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Capítulo 24

Enis y Pouke estuvieron toda la mañana entrenando juntos. Al principio, Enis pensaba que no sería capaz de hacer nada de lo que Pouke tenía pensado enseñarle, pero ahora se veía capaz de aquello y mucho más.

–Impresionante.– Dijo Pouke.– ¿Seguro que no sabías pelear hasta ahora?

–Te lo prometo.– Enis se rió.

–Vale.– Pouke también se rió.– Pero la defensa personal no lo es todo.– Se acercó a ella.– Tienes que saber escapar de situaciones comprometidas.

–¿Que clase de situaciones?

–Imagínate que te atrapan. Dios no lo quiera, pero imaginemoslo.– Tan pronto como Pouke terminó de hablar, cogió una de las muñecas de Enis y la hizo girar hasta que ella se quedó de espaldas a él y le puso las muñecas en la espalda como si fuera a esposarla.– ¿Cómo sales de aquí?– Le susurró al oído.

Enis se tomó unos segundos para recuperar el aire y centrarse después de que todo aquello hubiera pasado tan rápido. Sintió las manos de Pouke haciendo fuerza para sujetarla así que ella empezó a tirar y a retorcerse intentando soltarse, pero no pudo.

–Pidiendo ayuda, supongo.– Dijo mientras jadeaba.– No puedo.– Dijo mirándole por encima del hombro.

–Probemos con algo mas fácil.

Pouke soló una de las manos de Enis y ella se dio la vuelta hasta quedar de frente a él. Una vez cara a cara, Pouke cogió la mano que había soltado antes y las sujeto entre ambos.

–¿Y ahora?– Dijo un poquito más bajo.

Enis se quedó mirando como Pouke sujetaba sus manos menos fuerte que antes como si ahora simplemente la cogiera de las manos. Levantó un poco la cabeza hacia él y le miró. Él llevaba la mirada de sus ojos a sus labios, lo cual ponía algo nerviosa a Enis y le llevaba a hacer los mismos movimientos. Sintió que una de las manos de Pouke a soltaba y subía rozándole el brazo hasta el cuello mientras el cerebro de Enis no paraba de gritar ''¡Te va a besar! ¡Te va a besar! ¡Te va a besar!''

–¿Interrumpo algo?– Escucharon los dos lo cual hizo que el tiempo se parase.

–Me cago en...– Susurró Pouke mientras Aro se acercaba a ellos.

–¿No estáis... demasiado cerca?– Al oír aquello, Enis se separó de Pouke y bajó la cabeza.

–La enseñaba a pelear.

–Por eso mismo.– Aro giró la cabeza hacia Enis y ella le miró algo avergonzada.– Creí que querías que te enseñase yo.

–Es que... estabas ocupado...

–Ya he terminado.

–¿Está...?

–Vivo.– La interrumpió.– Si que es lo que te interesa.

–¿De quien habláis?– Preguntó Pouke.

–No se lo has contado.– Advirtió Aro aun mirando a Enis.– Bien hecho.

–Enis.– La llamó Pouke con intención de que se lo contara.

–Lo siento.– Dijo ella mirándole y después se marchó. Aro sonrió orgulloso ante la conducta de Enis.

–Me lo terminará contando.– Le dijo Pouke.

–¿Apostamos?– Pouke no dijo nada más y se dispuso a irse.– Te corto los huevos.– Le dijo cuando estuvo a su altura sin mirarle.– Como le hagas algo.

Pouke le miró y se mordió la lengua ante la tentativa de decir algo que pudiera perjudicarle, así que decidió callarse y salir de allí.

Cuando Aro se quedó solo, pensó en lo que acaba de ver y como le hervida la sangre ante la actitud de Pouke con Enis. Y se hubiera cabreado bastante más, de no ser porque escuchó su móvil sonar.

Lo cogió extrañado y vio que Noon era quien le llama, cosa bastante extraña ya que nuca le llamaba mientras trabajaban.

–¿Si?– Dijo Aro sin dejar de estar atento a quien podía oírle.

–Ícaro, tenemos un problema.

–¿Qué pasa?

–El secuestro de Keyer. ¡Está por todas partes! Estoy empezando a preocuparme.

–No tienes que preocuparte.

–Papá está muy preocupado por nosotros, va a pedir un chófer para que nos traiga a casa. A los dos.

–Si, eso funcionó muy bien la última vez.

–Ícaro.– Aro notó la preocupación en la voz de Noon con sólo pronunciar su nombre.– Esto se te va a ir de las manos...

–Lo tengo controlado.

–Me gustaría ver como le explicas eso a papá.

–Lo haré, confía en mí.– Dijo Aro y colgó antes de seguir poniendo de los nervios a su hermana y se preparó para todo lo que le esperaba a partir de ahora. Empezando por Keyer Uriel.