–Está vez has caído demasiado bajo, Pouke.– Dijo Aro.
Los tres fueron hasta el corazón del refugio. Donde estaba todo el mundo. Donde Enis conoció a Aro. Y donde ahora casi toda la gente del refugio estaba en círculo mirando como Pouke era juzgado por Aro.
Pouke se mantenía con los brazos cruzados, en silencio, y con la mirada fija en el suelo. Enis no había dicho nada aún. Se había quedado detrás de Aro, con la protección de Bri y Airyn a su lado.
–Te creía capaz de muchas cosas.– Continuó Aro.– Pero violar a una compañera...
–No era una violación.– Se defendió él.
–Entonces explícame por qué mi camiseta está manchada con las lágrimas de Enis.– Pouke no respondió.– Salió corriendo del cuarto común, con la ropa a medio quitar, asustada y contigo persiguiéndola. ¿Cómo llamas a eso?
–¡No quería violarla!– Dijo levantando la cabeza hacia Aro.– Si, admito que quería acostarme con ella, ¡como muchos otros de los que están aquí!– Dijo girando se hacía los que miraban.
–¿Y si no querías violarla por qué estuviste a punto?
–Por la inmunidad.– Volvió a mirarle.– Es una puta Inmune. ¡De alguna manera tiene que contagiarse eso!
–No es una enfermedad de transmisión sexual.
–¡No lo sabes!– Gritó.– ¡No tienes ni puta idea! Incluso a ti se te tiene que haber pasado esta idea por la cabeza.
–No.
–Y una mierda.– Dijo acercándose un poco a él y mirándole muy seriamente.
Ambos se quedaron mirándose a los ojos entre todo el silencio y la tensión. Enis tenía miedo de que ambos pudieran volver a pegarse, pero antes de que nada de eso pasase, Aro se echó un paso atrás.
–Vete.
–¿Qué?
–Que te largues. Ya no soporto seguir cuidando de ti.
–Oh, ¿y vas a dejarme en la calle? Queda muy claro la clase de líder que eres.– Dijo cruzándose se brazos.
–En el refugio del norte están más acostumbrados a tratar con gente como tú. Allí te acogerán bien.
–No tenemos túneles hasta el norte.
–Pues búscate la vida. Ya no te quiero aquí.– Dijo y vio que los amigos de Pouke hablaban entre ellos.– Si hay alguien que piense como Pouke, puede irse con él. Y para los demás, el espectáculo aquí se ha acabado.
Athlas se encargó de acompañar a Pouke y todos lo que se fueron con él hasta una de las salidas tras recoger sus cosas. Los demás volvieron cada uno a sus asuntos, menos Enis, que se quedó en el sitio sin saber muy bien que hacer.
–¿Hablamos?– Le preguntó Aro acercándose cuando todos se dispersaron.
Enis se encogió en hombros. Aro decidió interpretarlo como un si y después comenzó a andar hacia su cuarto donde pudieran hablar tranquilos.
–Sé que a lo mejor no te trae muy buenos recuerdos mi cuarto, pero aquí nadie nos molestara.– Le dijo dejándola pasar.
–No importa.– Dijo ella sentándose en su cama. Aro acercó una de las butacas y se sentó frente a ella.
–¿Cómo estás?– Le preguntó él.
–Bien, supongo. Todo lo bien que se puede estar después de.... ya sabes.
–Si.
–Gracias... por echar a Pouke.– Dijo Enis mirándose más manos.– Nunca creí que lo diría.
–Llevaba tiempo buscando una escusa gorda para echarle, así que no me des las gracias.– Enis sonrió un poco.– Enis, yo quería pedirte perdón.– Ella le miró.– A veces pierdo los estribos y... no soy muy consciente de lo que hago.
–Tampoco tienes que estar tan arrepentido. Tenías razón. Soy demasiado sumisa.
–No, no lo eres. Si lo fueras, Pouke habría terminado lo que empezó. Pero no le dejaste, eso te hace fuerte.
–Solo por que estaba muerta de miedo.
–Nunca sabrás lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción, Enis. Te lo digo por experiencia.
–Otra cosa más que tengo que aprender...– Ambos se quedaron callados un momento.
–Sé que no me he comportado como un verdadero líder para ti. Te he tratado como alguien normal, y no eres alguien normal. No puedes quedarte con el resto.
–¿Entonces...?
–Puedes quedarte aquí.– Enis arqueó las cejas.– Apenas duermo en este cuarto, y si te pasa algo, At está en la habitación de al lado y puede estar aquí en cuestión de segundos.
–¿De verdad?
–Si. Completamente. Creo que no he sido plenamente consciente de quién eras en realidad. Y quiero arreglar las cosas.
–Te lo agradezco mucho.– Enis le sonrió y Aro le devolvió la sonrisa.– Pero no pretendo ser más especial que el resto.
–No te preocupes. Deiko no tardará en volver y pronto terminará esta locura. Espero.
–¿Y que hay de Keyer?– Que Enis preguntara por él le sorprendió bastante.– ¿Cómo está?
–Bien, y... esta dispuesto a hablar.
–¿En serio? Que bien.
–Pero quiere hablar contigo.
–¿Conmigo?
–Si. Pero si no quieres, lo entenderé, no es tu guerra.
–Si que lo es.– La interrumpió.– Quiero ser parte del equipo, quiero ayudar a salvarme... Y estoy dispuesta a hablar con Keyer.– Dijo Enis muy convencida.

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Blue
Ciencia FicciónUna sociedad dividida por una valla de muros enormes. Una distopia donde a un lado la gente vive la vida plenamente, disfruta y tiene dinero suficiente como para malgastarlo. Al otro lado la gente se conforma con sobrevivir. El gobiernos controla a...