True Colour | Idol Producer [Terminada]

s i x t y - t w o

La situación era bastante complicada. Cai Xukun había llevado a Hao Lin a una habitación y la había intentado besar siendo completamente inútil ya que Hao Lin lo esquivaba con la excusa de que estaba bajo los efectos de una sustancia alucinógena. El rubio cerró la puerta con llave y miró a la morena serio. Esta se tiró en la alfombra que había en el suelo.

—Que blandita —dijó sonriendo —. ¿Por qué me has traído aquí KunKun? —preguntó inocente. El rubio suspiró, se acercó a ella y la agarró del pelo, consiguiendo un chillido de la morena.

—Deja de fingir, sé que no estas drogada —comentó y la lanzó a la cama. Hao Lin se asustó e intentó levantarse pero ya tenía al rubio encima, apresando sus muñecas con sus manos —. No sabía que te habías convertido en una actriz tan buena...

—¿Desde cuándo lo sabes? —preguntó la morena intentando desviar su atención.

—Desde el principio. Amaia no se dió cuenta de que el barman la estaba viendo mientras tiraba la droga en una planta. Es una idiota, después la castigaré —dijo sonriendo.

—¡Ni se te ocurra tocarla! Si ya lo sabías ¿por qué te has acercado? ¿No has pensando que ella podría pedir ayuda? 

—¿Tú te crees que mi gente va a dejar que pasen por aquí? Ni de coña—comentó cínico. Hao Lin forcejeó pero vió como Xukun sacaba una jeringa y se la clavaba en el brazo. De repente Hao Lin sintió su cuerpo muy pesado, intento hablar pero le costaba demasiado.

—¿Q-qué me has inyectado? 

—Un tranquilizante. Quietecita estas más guapa. Veamos, ¿por dónde debería empezar? —se preguntó el rubio mientras le quitaba los zapatos. Hao Lin se dio cuenta de lo que buscaba.

—¿E-estas haciendo todo esto por un... polvo? —preguntó la morena incrédula.

—No, Hao Lin. Estoy haciendo esto para que seas mía solamente.

—¿E-eres un idiota? ¡Esto es ridículo! Nunca voy a ser tuya, no soy un puto objeto.

Cai Xukun la miró, Hao Lin se asustó de su mirada. El rubio sentía enfado e incredulidad. Estaba sorprendido de que la morena no se diera cuenta de que él no quería que ningún hombre, aparte de él mismo, se acercará a ella. No quería que nadie la viera sonriendo. No quería que nadie la viera vestir ropa elegante. No quería que nadie le tocará la piel.

—No lo entiendes Hao Lin. La única persona que puede estar a tu lado, mirarte, besarte y tocarte soy yo. Somos una pareja predestinada. Estamos hechos el uno para el otro. Sin ti, no soy nada y lo supe cuando rompimos. 

—¿Q-qué estás diciendo? —a Hao Lin le costaba cada vez mas hablar y mantenerse despierta. Lo único que la ayudaba a estar consciente era el hecho de que Xukun quería violarla —. P-por favor KunKun... —el rubio se sorprendió al ver las lágrimas en su cara junto a su apodo —. Déjame ir.

En ese momento Cai Xukun enloqueció. Se levantó de la cama y empezó a destrozar todo. Tiró los cuadros y rompió las lámparas y los espejos (consiguiendo que le sangrasen los dedos). Hao Lin estaba aterrada.

—¡Hao Lin! ¡Todo sería más fácil si me hicieras caso! Nadie sufriría... Pero tu respuesta me ha hecho reflexionar. Estas reacia a irte conmigo porque tienes a Cheng Cheng y a tus amigos. Solo tengo que acabar con ellos.

Las palabras del rubio hicieron que la morena saltará de la cama y gateará de forma patética hacia Cai Xukun. Cuando estuvó a su lado agarró sus piernas y lo miró.

—N-no serías capaz. Antes te atraparán y encerraran... —susurró.

—Aunque me encierren tengo contactos, ¿sabes? Puedo acabar con todos ellos con solo una palabra.

Hao Lin iba a hablar pero escucharon los gritos de Cheng Ceng y Qin Fen en las escaleras. Cai Xukun sonrió, se zafó de Hao Lin  y salió de la habitación. Vió a sus subordinados en el suelo y a los dos amigos de Hao Lin con una cara que asustaría a cualquiera.

—Vaya, así que habéis aparecido.

—¡Cai Xukun, cabrón! ¡¿Dónde esta mi novia?! —gritó Cheng Cheng con las venas de la cara apunto de explotar. El rubio se enfadó mas al escuchar la palabra novia y estuvó apunto de lanzarse hacia él por no ser de los brazos de Hao Lin en su cintura —. ¡Hao Lin!

—Xukun, para. No quiero que desperdicies tu vida por mi culpa. No soy buena y tampoco soy la persona que mereces así que por favor, basta ya. Siento haberte convertido en este monstruo.

Todos los presentes estaban atónitos y Cai Xukun no dudó en derramar una lágrimas. Sabía que no podría estar con ella con esfuerzo y al parecer tampoco iba a poder por la fuerza. Quisó darse la vuelta pero por la escaleras se asomó Amaia junto a un policía. La pelirroja señaló al rubio y el policía se acercó a él separándolo de la morena.

—Cai Xukun, queda detenido por acoso, intento de violación y agresión a varias personas. Tiene derecho a un abogado, además de que ya hemos llamado a tus padres.

Hao Lin cayó al suelo y Cheng Cheng fue corriendo a apoyarla. Cai Xukun vió la escena y frunció el ceño. ¿Desde cuándo le habían empezado a ir las cosas tan mal? Miró a Hao Lin y le dijó unas últimas palabras antes de que se lo llevaran.

—Recuerda lo que te he dicho. Una palabra mía y se acabó.

Ninguno le prestó atención pero la morena tembló de temor ante sus palabras. 

He de decir que este es el penúltimo capítulo y hay partes que no me gustan. Perdón.

Por cierto, perdón por tanto insulto jajajajaja.

¿Qué tal? ¿Os lo esperabais? ¿Hay algo que no hayáis entendido?

Me gustaría saber vuestra opinión uwu.

Como he dicho este es el penúltimo. La semana que viene publicaré el último junto al epílogo. Tengo curiosidad, ¿que creéis que va a pasar? (aunque creo que ya os habéis dado cuenta xd).

Gracias por leer, os quiero muchísimo (estad preparadxs para mi carta final de la semana que viene jejeje).

-Kita