s e v e n

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La cita con Xiang Tao no había ido tan mal. A Justin le había parecido una chica bastante linda y divertida. De las chicas de su estilo. Pero por alguna razón le faltaba algo.
Decidieron tener una segunda cita.

[...]

Hao Lin estaba con Cheng Cheng en la cafetería cuando Qin Fen apareció a su lado.

—¿Quién soy? —preguntó mientras le tapaba los ojos.

—¿Un bebe? —preguntó Hao Lin. Cheng Cheng rió.

—¡Eh! No soy un bebe —gritó enfadado.

—Si lo eres —dijo Hao Lin con voz de niña —. Hola Qin Fen. ¿Qué ocurre?

—Quería decirte una fecha para nuestra cita, si a tu amigo no le importa —dijó mirando a Cheng Cheng. Le sonrió.

Por alguna razón, Cheng Cheng quería odiarlo pero no podía. Qin Fen era un chico muy simpático que le daba muy buena espina. Sin embargo, no soportaba verlo junto a Hao Lin.

El chico estaba tan metido en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando Qin Fen se levantó del asiento y se fue.

—¿Y? —preguntó Cheng Cheng.

—¿Y qué?

—¿Cuándo váis a tener esa segunda cita? —formuló su pregunta más detalladamente.

—¿En serio no has prestado atención? —dijó Hao Lin con burla.

Cheng Cheng se rascó la nuca avergonzado. La chica se decidió a hablar cuando sonó el timbre. Así es como el mayor se quedó sin saber la fecha de la cita de su amiga.

[...]

Habían pasado unas cuantas semanas desde que Justin tuvó su segunda, tercera y cuarta cita con Xiang Tao. En cambio, Hao Lin solo había tenido una segunda cita y se estaba preparando para pedirle una tercera. Comenzaba a sentir cosas por Qin Fen.

En cuanto a Cheng Cheng, él estaba ocupado con sus estudios y no había tenido tiempo para ver a ninguno de sus dos amigos.

[...]

Una tarde, Hao Lin le pidió ayuda a Cheng Cheng con historia. Daba asco en esa asignatura.

Cheng Cheng le explicaba los acontecimientos que habían provocado la segunda guerra mundial cuando Hao Lin le interrumpió.

—¿Podemos hacer algo de comer?

—Mi madre no esta... Y no sale nada bueno cuando cocinamos alguno de los dos —una risilla se escapó de Cheng Cheng. Hao Lin amaba sus risillas.

—Hagamos algo sencillo, ¿si? —Hao Lin se acercó a Cheng Cheng y empezó a hacer pucheros. Al mayor siempre le habían parecido graciosos sus pucheros. Pero esta vez, estos hicieron que su corazón palpitase.

La apartó nervioso y fue a la cocina seguido de la menor. Hao Lin se extrañó de que el mayor no hubiese dicho ningún comentario tonto sobre sus acciones. Le pareció raro.

—¿Hacemos unos sandwiches? —preguntó Cheng Cheng —. Es lo único que veo en lo que no tenemos peligro de quemarnos. El que sabe cocinar es Justin, no nosotros.

Hao Lin aceptó. Mientras pudiera comer algo todo valía. Cheng Cheng le pidió a la chica que buscará el pan mientras él elegía los embutidos.

Hao Lin descubrió que se encontraban en un estante alto al cual, como toda enana asiática, no llegaba. Cogió una silla y se subió en ella. Cuando agarró el pan, las patas de la silla comenzaron a crujir y de un momento a otro sentía como sus pies temblaban. Iba a caerse.

—¡Cuidado! —gritó Cheng Cheng. La envolvió en sus brazos antes de que pudiese caer. Hao Lin rodeó el cuello del chico del susto.

Cuando la chica decidió asomarse se topó con la suave cara del más alto. Los dos se sonrojaron y Cheng Cheng soltó a Hao Lin.

—Lo siento —susurró.

Así, el resto de la tarde transcurrió de forma muy incómoda para los dos. Hasta que la chica regresó a su casa.


Holaaaa

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Holaaaa. Perdón por la tardanza pero aquí tienen un nuevo capítulo :3.

He estado pensando en una maratón, ¿les gustaría? Y sí es así, ¿de cuántos capítulos?

También he pensando en hacer dedicaciones de capítulos.
Si queréis una dejad un ♥ en esta línea :3. (Para lxs nuevxs, aún lo hago uwu)

Nos leemos en otro capítulo.

-Kita


*Editado*

True Colour | Idol Producer [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora