Wendy siempre había sido una niña correcta, con modales, buenas notas, amigos, y con un gran e ingenuo corazón. Le gustaban las flores, los animales, y la mayoría de las personas le caían bien, y a ellos les caía bien Wendy.
La chica poseía un largo cabello rojo cobrizo que le llegaba a la cintura y se ondeaba en las puntas. Su piel era pálida y completamente llena de pecas. Tenía una nariz fina y pequeña que hacía juego con sus pequeños y rosados labios. Y un rostro redondeado que hacía resaltar sus mejillas. Su cuerpo era pequeño, pero aún así tenía unas caderas que más de una persona se detenía a mirar por lo menos dos veces.
En estos momentos la chica se encontraba sentada en el asiento del copiloto del auto del abogado de sus padres.
Padres que ahora estaban muertos.
Los padres de Wendy habían muerto hace un mes por causas que aún se desconocen. Las noticias decían que habían muerto a causa de animales salvajes, pero realmente ella no creía eso, de hecho ni siquiera creía que habían muerto.
Para Wendy sus padres estaban en otro mundo, en un lugar donde nadie podía hacerles daño y donde ellos tampoco pudiesen hacerlo. Es por eso que el día del funeral la jovencita no había derramado ni una sola lágrima, como había hecho la mayoría en ese sitio. Ella simplemente había regalado una de sus típicas dulces sonrisas y dejó la flor sobre el ataúd.
Las personas al notar su extraño comportamiento habían comenzado a murmurar. Incluso sus propios amigos aveces dudaban de la cordura de la chica, que a pesar de tener dieciseis años, aveces se comportaba como si tuviese ocho años. Es por eso que comenzó a crearse el rumor de que posiblemente la niña había enviado a matar a sus propios padres, lo cual era completamente falso.
Sin embargo ni Wendy, ni el abogado de la familia, ni la nana se atrevían a desmentir el rumor ¿Para qué desmentir algo si al otro día habría un nuevo rumor? Preferían dejar a cada quien con su pensamiento, después de todo Wendy ya no viviría más en ese pueblo donde mientras más sonreía, más parecían verla como una loca asesina de padres.
Que inmaduros.
Pensaba la chica mientras veía por la ventanilla del auto, preguntandose como sería su nueva familia.
Según el abogado el testamento decía que si algo le sucedía a los padres de Wendy, debían llevar inmediatamente a la chica con la familia Peyman. Quienes se harían cargo de la chica hasta que cumpliese la mayoría de edad y tuviese el poder para administrar la empresa de ellos.
La chica suspiró, nerviosa. No podía creer que conviviría con unos desconocidos hasta tener dieciocho años ¿Qué pasaba si no les caía bien a la familia? ¿Y si no la querían? ¿Y si la sentían una carga en sus vidas? Ella no quería ser una molestia, mucho menos una carga, asique se propuso ayudar a la familia en todo lo posible.
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Los malditos Peyman| #1|+18|Terminada ✓
FantasyWendy Bunner era una chica dulce, inteligente y tímida. Era buena hija y buena amiga. Su vida era normal. Hasta que los conoció a ellos: Fríos. Seductores. Agresivos. Maleducados. Cínicos. Malditamente hermosos. Perversos. Y lo más importante: Con...