Wendy Bunner era una chica dulce, inteligente y tímida. Era buena hija y buena amiga. Su vida era normal.
Hasta que los conoció a ellos:
Fríos.
Seductores.
Agresivos.
Maleducados.
Cínicos.
Malditamente hermosos.
Perversos.
Y lo más importante:
Con...
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Avanzamos por las oscuras y frías calles con el sonido de nuestros tacones invadiendo todo el lugar.
-Nunca me dijiste lo que pasó con Angelo -pregunté para tratar de romper el extraño silencio que se había formado luego de irnos de la casa Peyman.
-Oh si -susurró encogiéndose de hombros -Él y la manada tuvieron miedo de las desapariciones y se fueron del pueblo.
-Pero tú te quedaste ¿Por qué?
Eso la hizo sonreír de oreja a oreja.
-Conseguí trabajo -se mordió el labio inferior y luego volteó a verme con los ojos brillantes -Conseguí trabajo con los cazadores.
-¿Cazadores? ¿Te refieres a los hijos de Adán y Eva?
-¿Qué? No, no. Estás confundiendo cosas y especies -me regañó apuntándome con su dedo como una madre regañando a su hijo -Los hijos de Adán y Eva buscan el orden y el equilibrio entre las especies. Además los idiotas aparecen cuando se les viene en gana -se quejó -Los cazadores son como los asesinos a sueldo de este mundo. A ellos les pagas una gran suma de dinero para que maten a una criatura y lo hacen. Limpio, fácil y efectivo -se acercó a mi y susurró en mi oído con diversión -Y son jodidamente calientes.
-Parecen interesantes -me llevé las manos a los bolsillos traseros del apretado pantalón.
-¡Y lo son! -chilló emocionada -De hecho ahora iremos a verlos.
-¿¡Ah?!
La miré con los ojos abiertos de par en par, sintiendo que estos se me saldrían de las cuencas.
-Upss ¿No te lo dije? -se llevó la mano a la cabeza, fingiendo demencia -Juraba que te lo había dicho.
-¡Thea! -le di un empujón que casi la hace trastabillar, pero se recuperó al instante, sonriente -¿Por qué no me dijiste?
-Porque tenía miedo de que no quisieras venir -confesó bajando la cabeza, jugueteando con sus dedos -Además tenía muchas ganas de volver a ver a Lyra, pero se siente extraño ser la única mujer lobo entre ellos.
-Ya ¿Y llevar a una muerta andante mejora la situación? -me burlé.
-No, pero no tengo muchos amigos. Los únicos que me quedan eres tú y Asier, y dudaba que este último quisiera venir a ver a unos cazadores. Además la mayoría son hombres y ya hay demasiada testosterona como para sumar uno más.
-Bien, tiene sentido -murmuré y volví a preguntar, curiosa -¿Y ellos qué son? -Thea me miró con una ceja alzada, pidiendo que me explicara mejor -¿Son vampiros, lobos, humanos? ¿Qué son los cazadores?
-Mitad ángeles, mitad demonios -susurró -Los ángeles no los quieren en el cielo por sus pecados tan humanos y los demonios los repudian por estar manchados de sangre angelical. Son los repudiados de sus especies. Gracias a eso tuvieron que buscar una forma de sobrevivir en el mundo humano como todos los sobrenaturales, y ya que son difíciles de matar porque siempre viajan en grupo y gracias a su sangre angelical, decidieron vender sus servicios de asesinos a todos los que tengan acceso.