Clavé las uñas en el colchón y un siseo salió de mis labios al sentir el objeto metálico moverse en mi interior, escarbando. Pequeñas gotas de sudor se deslizaban por mi frente gracias a la temperatura que había tomado mi cuerpo y a la fuerza sobrehumana que estaba utilizando para no tomar las pinzas y clavárselas en los ojos al rubio oxigenado que trataba de encontrar la fuente del veneno dentro de mi cuerpo.–Caley juro por di... –un quejido ahogado salió de mi boca al sentirlo presionar en mi hombro con la pinza.
–¿Qué acaso ninguno te dijo que las criaturas cómo nosotros no juramos en el nombre del de arriba? –murmuró con cierta diversión.
Era irónico que la misma persona que varias veces había intentado deshacerse de mi, ahora intentaba salvarme la vida. Si, la vida se reía de nosotros, estaba segura.
Opté por no responder nada porque no confiaba en mi boca para decir algo que no fuese un insulto hacia su existencia y la de sus hermanos.
El resto de los chicos habían optado por investigar la casa para evaluar los daños de mi pequeña pelea, si faltaba algo y limpiarían el desastre que había dejado mi sangre por el pasillo.
La daga que habían intentado llevarse los elfos todavía la llevaba encima y me había olvidado por completo que la tenía conmigo ya que me encontraba más concentrada en mis heridas que en otra cosa. Luego se la daría a Caley o Adley para que la guardaran.
Un suave gemido abandonó mi boca al sentir las pinzas abrirse en el interior de mi cuerpo para luego volver a cerrarse y sacar las pinzas por completo, liberándome de su tortura.
Soltó una risita que me confundió, pero lo ignoré.
–Ahora entiendo un poco a Harvey con esa actitud de perro guardián a tú alrededor.
Sus palabras me sorprendieron de sobremanera, tanto que sentí que mi mandíbula quería salirse de su lugar.
–¿De qué hablas? –susurré bajando la vista, comenzando a juguetear con mis dedos.
Hasta donde recordaba, Harvey me había estado ignorando por dos semanas.
–Que mi hermano está enfermizamente loco por ti ¿Sabías qué antes de que pisaras la casa él ya nos estaba advirtiendo de que no nos acercaramos a ti? –mientras hablaba comenzó a limpiar la herida –Claramente a todos nos valió mierda su opinión.
–Me di cuenta –murmuré removiéndome con incomodidad –Aún así hace dos semanas que a estado ignorándome y creo que es lo mejor para ambos si queremos evitarnos más problemas de los necesarios.
–¿Sabes que te espía en todos tus entrenamientos? Nosotros lo dejamos estar porque sabemos que es explosivo y no queremos peleas –sentí el primer pinchazo de la aguja en mi piel y respiré profundo –Luego de que te acostaste con Adley perdió todos los papeles, enloqueció tanto que para controlarlo comenzamos a salir todas las noches a cazar. El día que discutieron entre ustedes su demonio estaba fuera de control y tomó lugar en su cuerpo, adueñándose de sus acciones. No quiere hacerte daño, simplemente no sabe cómo tratarte.
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Los malditos Peyman| #1|+18|Terminada ✓
FantasyWendy Bunner era una chica dulce, inteligente y tímida. Era buena hija y buena amiga. Su vida era normal. Hasta que los conoció a ellos: Fríos. Seductores. Agresivos. Maleducados. Cínicos. Malditamente hermosos. Perversos. Y lo más importante: Con...