Capítulo 24

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— Cita Nocturna —

Había sido mi celular. Mi maldito celular se interpuso en el momento en que Lucas me besaría. Un instante que esperaba desde que me enamoré de él. Me aparto y reviso quién es.
Ruedo los ojos al ver que curiosamente es Noah; ¿cómo consiguió mi número? Solamente colgué, dejando mi celular de lado y desviar mi mirada a otra parte quedando en un silencio cómodo al igual que pensativamente frustrante.

« No puedo besarlo a él ni a Aidan ni a nadie. Es imposible. No está bien... Pero... ¿por qué no está bien? ¿Será que aún no supero a Finn? ¿Será que soy insegura? »

Me pongo de pie, enseguida él también. Acomodo mi cabello en una coleta, recojo mis pertenencias y vuelvo a ponerme mis zapatos.

— ¿Y-Ya te vas? — asiento —.

— Si. Se está haciendo tarde. Mañana saldré de viaje — explico y hacemos contacto visual —. Fue lindo verte antes de irme fuera de la ciudad — musito tratando de sostener una sonrisa —.

— Igualmente. ¿Quieres que te acompañe a dejarte a tu casa? — niego —.

— Puedo irme sola. Por donde vivo es seguro — admito. Antes de ir por mi abrigo este me enrolla entre sus brazos atrayendome a su pecho. Es hermoso envolverme en su calidez —.

— Enserio me alegro verte de vuelta. Gracias por sincerarte — su aroma da a mis fosas nasales cada vez que respiro por encima de su hombro —.

— Yo igual — pronuncio. Nos alejamos y salgo del estudio. Voy a la sala para ponerme mi abrigo —. Nos vemos Lucas — él sonríe dulcemente —.

— Nos vemos Coop — salgo de su departamento, bajo las escaleras y finalmente me voy del edificio —.

[ • • • ] Narra Finn:

A mi costado izquierdo se encuentra durmiendo Millie. Acaricio su cabello y retiro un mechón de su rostro. Suelto un suspiro, la miro atento.

« ¿Por qué te amo? ¿Por qué tengo miedo a perderte? Millie, responde... ¿Si te dejara y me iría con Cooper, estarías bien? »

No hay respuesta. Sólo hay respirar de por medio. Cooper es difícil de susperar, no importa la cantidad de chicas con las que esté, siempre esperaré a verla y reconciliarnos, es algo tóxico si, pero la amo... Jamás me he sentido tan cómodo y querido como sólo ella lo sabe hacer.

Me levanto de la cama y voy a ducharme.

El agua cae y da a mi espalda, al principio es fría, después se aligera.

« ¿Qué se supone que debería hacer? Por nuestro último encuentro seguramente vive cerca, aunque no sé en qué departamento o edificio está ... ¿Ahora se supone que debo de ser el FBI? »

Salgo. Me seco con la toalla y voy a cambiarme.

Me pongo una camisa holgada, unos pantalones negros, mis converse y una chamarra. Tomo las llaves del departamento junto con mi billetera y celular. Estoy afuera, cierro y bajo las escaleras para ir a las calles. Un golpe de frío da contra mí, al instante me cubro bien.

Debería ir por un café, me mantendrá caliente y ya no pasaré penurias por el clima que se presenta. Pero... ¿Qué cafetería está abierta a la una de la madrugada?

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora