Capítulo 34

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— El amor es complicado —

A veces me sigue sorprendiendo el hecho de que este sentimiento es muy recurrente en mi vida. Es normal sí pero odio tener que lidiar con ello a diario; jamás creí que dejar a Finn me traería problemas. Verdaderamente lo extraño, si pudiera iría a verlo de una vez pero no... El dinero me falta, no tengo un medio de transporte, Lucas interfiere demasiado, no puedo dejar solo a George, no quiero ser quisquillosa con Alex y mis padres pues... Ellos están pensando en su futuro (lo cual son ilusiones). Estando en casa me sentí mejor; me recosté en la cama mirando el techo que en una parte refleja las últimos rayos de sol antes que oscurezca en la otra ya está totalmente opaco. Me reincorporo abrazando mis piernas, soltando un suspiro desalentador. Recuerdo que en los momentos que más me sentía sola Finn se quedaba a mi lado, respirando apasiguamente y yo sosteniendo su mano. El silencio lo era todo, sabía cuanto me gustaban. Cómodo y reflexivo. En este caso rompo en llanto al no sentir esa mano, aquella que rompía el frío que tenía en las mías.

De pronto mi celular comienza a sonar. Es Alex. Lo tomo y respondo.

.::: En la llamada :::.

— ¿Hola? — musito —.

— ¿Está alguien contigo? — frunso el ceño —.

— No, ¿por qué? — contesto extraña —.

— Necesito contarte algo. Quizá grites de la emoción, es muy importante — tomo aliento —.

— Creo que no es un buen momento. Estoy... — trato de explicar —.

— Hoy vino Aidan a visitarme ¿y sabes qué me dijo? — miro hacia arriba. ¿Por qué Aidan iría a verla? —.

— ¿Qué te dijo? — me limpio mis ojos tratando de quitar las pequeñas lágrimas que tengo —.

— Finn va ir a verte — soltó. Extrañamente no sentí alegría alguna, ninguna sentimiento de emoción —.

— ¿Por qué él haría algo así? — juego con algunos hilos que salen de mi sabana —.

— ¡¿Es enserio _____?! ¡Él te ama! ¡Su relación con Millie se acabó! — trago en seco —. Más te vale que pienses en lo que le dirás. Es la oportunidad de tu vida. Podrás tener de vuelta a Finn — asiento —.

— Está bien. Gracias por decirme — ella chasquea la lengua —.

— ¿Por qué no te alegra? ¿No era eso lo que querías? — cuestiona —.

— Yo... Ha pasado tiempo desde que nuestra relación acabó. No sé si Finn sea el mismo, no sé cómo actuar o qué hacer. Siento que soy una zorra por el hecho de que mi primera vez fue con su ex mejor amigo, encima que tuve una aventura con Aidan — suspiro —. No merece regresar conmigo — Alex se queja —.

— _____ no es momento de ser pesimista. Si está moviendo mar y tierra para ir a verte es por algo. Abre los ojos y deja de ser tan idiota — sus palabras fueron tan asertivas. Siempre tiene la razón —.

— Lo pensaré — cuelgo —.

.::: Fin de la llamada :::.

Dejo mi celular de lado. Estoy por salir de mi cuarto cuando veo el calzado de alguien más, mi mirada se alza hasta encontrarse con el rostro de Lucas. Fue algo incomodo, no esperaba su llegada. Sonrío escasamente.

— Esta vez no vengo a rogarte que seas mi novia. Sólo traje algo de comer y películas que quizá te gustaría ver — es increíble el hecho de que me siento un poco decaída y viene con aires de ser mi héroe con capa —.

— De acuerdo. Pasa — me hago a un lado y entra. Mira cada rincón de mi cuarto —. 

— Sin duda sigues siendo la misma Cooper que conozco — deja las películas y la comida encima de mi cama —. Sobre lo que pasó en el bosque yo... —.

— Ni lo menciones. Quiero que eso se quedé en el pasado. Sé que haces el esfuerzo para que yo guste de ti pero por el momento quiero familiarizarme — aclaro. Él asiente. Raro es el momento en el que comienza a irse. Lo detengo tomando su mano —. ¿No vas a...? —.

— ¿Querías que...? ¿Me quedara? — frunso el ceño —.

— Es que trajiste la comida y las películas como cuando nos reuníamos en mi casa — él sonríe —.

— ¿Te hago compañía? — asiento —.

Accede. Se sienta en la orilla de mi cama, escoge una película, me la entrega y voy por mi blu ray.

[ • • • ]

No entiendo de qué momento a otro terminamos por hacer shots de tequila por cada verdad que uno considerara mentira. Juro en este momento que todo es tan borroso, además de que no paramos de reír. Es que ¿quién no considera que Sirius Black es mejor que Severus Snape? o ¿quien no sabía que la cerveza de mantequilla es jugo de manzana muy dulce? Ya ni sé si sea eso.

El chiste es que con cada cosa tan más pequeña que sea nos provoca gracia.

— _____ —.

— ¿Si? —.

— ¿Qué harías si fuera el último día de tu vida? — cuestiona —.

— Probablemente... — suspiro —. No lo sé —.

— ¡¿Cómo no vas a saber?! ¡Tu sabes todo! — le da un trago a la botella, tras su poca coordinación se le tira encima —. ¡Ay, mierda! Soy un desastre —.

— Respecto a tu pregunta... — suelto un eructo —.

— ¡Dios mío! ¡_____! —.

— ¡¿Qué?! Cierra la boca estoy tratando de responder, ¿si? — miro el techo nuevamente —. Quizá... — lo miro —. Te besaría —.

— ¡Estás loca! Ni siquiera me amas — me pongo de pie, me pongo enfrente suyo y me siento en sus piernas —.

— No hace falta que te ame — uno mis labios con los suyos escasamente. Pareciera que recupera la cordura —.

— _____ no lo hagas — trata de alejarme —.

— ¿Por qué? —.

— Te lo ruego —.

— Eres tan aburrido — me levanto, a lo cual me fuerza a que siga sentada en sus piernas —.

— Espera... — lo miro —.

— ¿Qué? —.

— Tu... ¿Quisieras...? — desvía su mirada —.

— No lo sé — digo —. No soy tan experta — él suspira. Muestra una sonrisa traviesa, baja la mirada jugando con su dedos —.

— No hace falta que lo seas — no soporto más la tensión y me atrevo a besarlo. Este aumenta el ritmo, nos quitamos las prendas desesperadamente sin importar el ayer y el ahora —.

« Sin duda Finn no me merece »

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora