M E A T R A E S ( Finn Wolfhard y Tú)

Capítulo 20

— Feliz Halloween —

Es Halloween, en este momento debería estar con mis amigos celebrando, pidiendo dulces en las casas, viendo maratones de películas y no estando solo, amargado, en casa y demás. Pero son mis días de descanso y quiero disfrutarlos, ya estoy harto de estar frente a cámaras, actuar y sobre todo besar a Millie (quien hoy en día la desprecio). Justamente me encuentro viendo un clásico de las películas de terror, mientras como de mis dulces favoritos (miles y cientos de paquetes sklites). Doy uno que otro suspiro, estoy algo aburrido pero me niego a salir y poner un pie afuera.

Ya han tocado varias veces a la casa (niños y niñas disfrazados), mi hermano Nick los recibe pero ahora ya nadie por que se fue a la casa de uno de sus amigos. Mis padres no están (se han tomado un par de vacaciones) no he recibido mensajes ni llamadas de Cooper (horriblemente de Noah, Millie, Caleb, Gaten y Sadie) todas las ignoro y sólo he contestado una “Finn ¿vendrás con nosotros a pedir dulces?” y cuelgo, por que para mí, salir a pedir dulces con la edad que tengo me llamarán “infantil”.

Mis dulces se me han acabado, me levanto para ir a ver qué hay en el refrigerador. Me encuentro con un paquete de waffles. Decido prepararme unos tres, le pongo miel de maple, crema batida y MnM’s. Tomo un tenedor y disfruto comiendo los, mi paladar está que goza de la satisfacción... En un momento alguien toca la puerta, presiento que son niños pidiendo dulces así que los ignoro. Una notificación se hace presente en el hogar, veo mi celular. Mensaje de Cooper.

— Estoy afuera de tu casa, abre Wolfhard.

Sonrío. Dejo a un lado mis waffles, me levanto y abro la puerta. En cuanto la veo me abalanzo, me encanta estar cerca suyo; abrazarla es un gran pretexto. Al separarnos nuestros ojos se conectan, en cuanto siento unas pequeñas manos rodeando mi cintura noto que no ha venido sola (por inercia bajo la mirada), es George. Lo cargo en brazos y entramos. Apenas me llega el olor de los waffles y ella está que se muere de envidia, encima parece que se indigna al ver todas las envolturas de nuestros dulces favoritos.

— ¿Enserio Wolfhard? ¿Comiste waffles y sklites sin mi? — sonrío inocente ante su pregunta —. Después de todo parece que te diviertes — musita y se sienta en el sofá, mira la película —. Viendo clásicos de terror. A mi me gusta Gosthbusters, Viernes 13 o Halloween — me siento a un lado suyo poniendo en mis piernas a Georgie —.

— A mi me gusta más E.T — ella me mira —.

— ¿Me creerás si te digo que no la he visto? — abro los ojos en alto —.

— ¿Enserio? ¿Jamás la has visto? — niega —.

— Cuando era pequeña le tenía miedo a verla — río —. Era una ilusa en ese entonces — sonríe de lado —. Como sea — dice cambiando de tema —. Vine aquí a que célebres Halloween como se debe — se levanta, Georgie se recorre de lugar y sigue mirando atento la TV —.

— No harás que me disfrace ¿verdad? — por que el menor si lo está (luciendo tierno aunque quiera dar un aspecto terrorífico) —.

— No, claro que no — musita —.

— Me sorprende que tiene catorce años, Millie tenga quince y aún así sé siga disfrazando y salga a pedir dulces — guarda sus manos en los bolsillos de su pantalón —.

— Tú lo dijiste, no yo — suspira —. Primero acompañaremos a George a pedir dulces, regresamos, vemos maratón de películas, esculpiremos calabazas y lo demás lo decides tú — asiento accediendo a su propuesta —.