— Desafío —
Mi mirada se enamoraba de la ciudad iluminada a la media noche, no conciliaba el sueño y la música era mi compañía. El transfondo de la melodía era melancólica, ocasionaba que la culpa volviera y recordara el momento que ocurrió hace unas horas (siendo exacta, a las 10:00 de la mañana). Varios de mis seguidores me felicitaban por tener un “noviazgo” con Noah, cosa que realmente me molestaba y trataba de ignorar. Él ocasionó esto, bueno, fui yo por ser su títere.
Me alejé del gran ventanal, me acosté en el frío suelo de madera inmenso y observé el techo. No pude evitar llorar. Yo lo amaba, lo amo. Era todo lo que buscaba, todo en uno y lo perdí por una estúpida apuesta.
« ¡Carajo! ¡¿Por qué eres tan estúpida?! »
Por un momento se me vino a la mente todos aquellos regaños que mi madre me daba por mis bajas calificaciones en la escuela, siendo sincera era alguien desinteresada en clase, me identificaban por ser independiente pero aún así aprobaba las materias. No era una persona que le importara su futuro, por que siendo sincera, hagas lo que hagas siempre va a ver críticas sin importar que tan impactante seas en el mundo.
Ahora ese sentimiento de sentirme fracasada era como tener el pensamiento de Finn en mi cabeza. Viendome así; una perdida de tiempo.
Eso era lo menos jodido, lo peor era cómo voy a recuperarlo.
(...) Horas más tarde
El sueño se apoderó de mi cuerpo obligándome a cerrar los ojos. No me tomé la molestia de tomar una almohada y una sábana. Dormí abrazándome a mi misma. Con frío, soledad y sin nadie rodeando mi cintura.
[ • • • ]
A la mañana siguiente fue duro afrontar el día. Dejé el cuarto y fui a mi casa. Caminé por varias cuadras despejando mi mente, es horrible querer llorar todo el tiempo sin razón aparente pero evitas hacerlo por no querer verte débil.
Al tratar de cruzar una calle, casi paso desapercibido que un auto venía a velocidad media. Por suerte se detuvo a tiempo, pensar que sería orrollada me daba la idea de que quizá lo mejor sería no existir.
Estando en la entrada, revisé debajo de la alfombra tomando las llaves. Me acerqué a la puerta e inserté esta en la cerradura. Al abrir un olor a chocolate inunda mis fosas nasales, el ambiente es cálido, es notorio quien está aquí. Entro. Cierro y dejo a un lado mi chaqueta junto con mi gorra en un perchero. Voy a la cocina.
— Hola Nick — digo saludando —.
— Hola Coop — contesta —. Traje a George ayer por la madrugada, ¿cómo va todo? ¿Dónde está Finn? — me sorprendió que no sabía nada, se le notaba tranquilo y despreocupado. En cuanto me escuchó sollozar su semblante cambió —. ¿Qué tienes? ¿Qué sucede? — tomamos asiento y sujeta mi mano —.
— Terminamos — musito —. Él terminó conmigo por que Noah y yo dijimos que... Eramos novios — sollozo —. Pero yo no le pude llegar a decir que tal vez la mejor opción era olvidarnos de todo e irnos — y rompo en llanto —. Él entendió que ya no quería nada — Nick suspira —.
— Lo lamento. Yo no tenía idea, además ni siquiera me mandó mensaje y no me avisó de lo suyo — se acerca más y me abraza —. Tranquila, tienes mi apoyo. Eres mi favorita después de todo —.
— ¿Favorita de qué? — cuestiono —.
— De todas las novias que tuvo mi hermano a lo largo de su vida, tu eres la única que me agrada — sonrío de lado —.
— Gracias, supongo... — nos separamos y retira mis lágrimas de las mejillas —.
— Lo lograrás, yo sé que tu puedes superar esto — suspiro —.
— ¿A Finn? Lo dudo — este niega manteniendo una sonrisa ladina —.
— Te ayudaré Coop. Has pasado por mucho, este es otro obstáculo — sus palabras tenían la razón y pura verdad —.
Sólo era una prueba que el mundo me imponía, no era otra cosa.
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M E A T R A E S ( Finn Wolfhard y Tú)
RastgeleT/N _____ Cooper es una chica verdaderamente misteriosa, fría y de alguna forma interesante (así la describe Finn Wolfhard). Sobre todo no le gusta socializar, pero le gusta la compañía, aún que tenga puestos sus audífonos. Es... Diferente en pocas...