Cap.5 "Trato hecho"

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Narrador omnisciente:

Después de tener ese pensamiento, Len se acercó a el sillón donde estaba Rin y dejó su maleta.
-Sí no hay ningún problema, me gustaría despedirme de algunos amigos antes- dijo Len mientras miraba fijamente los ojos de Rin.
-No hay problema, me quedaré con tu hermana, Kagamine- contestó Rin con una mirada retadora.
Len salió de la casa sin decir ni una palabra más. Estaba claro que ambos, Rin y Len se habían declarado la guerra.
-Al parecer me dejó en claro que no le agrado- Rin estaba sentada con la cabeza un poco inclinada.
-Así es Len con las personas, pero luego de un tiempo se llevaran bien, ya verás, y si no, solo ignóralo. Algunas veces puede ser muy hiriente.
-Sí te creo. Haré lo que pueda.
Luego de esa corta charla, Rin sacó de su bolso su libreta y se puso a dibujar el lugar en el que estaba, añadiendo un par de notas. «Es el hogar de los Kagamine, muy acogedor y me dieron posada. Lenka es la hermana mayor y Len el menor, pero tienen un hermano más grande de nombre Rinto, aparte de que Len va a ir conmigo. Espero llevarme bien».
-¡Valla! Veo que tienes talento con el dibujo.
-Es una de las únicas cosas que se me dan bien.
-Deberías dedicarte a esto, serías famosa. Y Rin, ¿a quién estás buscando? No quiero meterme mucho, pero recuerdo que habías dicho que es una amiga tuya.
-En realidad no es amiga mía, es más, ni siquiera la conozco, más bien es amiga de mi madre.
-¿Cómo se llama tú mamá?
-Luka Megurine.
-Un momento... ¿Te refieres a una mujer de cabellos rosados?
-Sí, esa misma. Lamentablemente murió hace dos días. Por eso estoy haciendo este viaje, para encontrarme con la señorita Haku, ella me dará un lugar donde vivir.
-Lo siento mucho, de verdad.
-No tienes que preocuparte, puedo superarlo.
-La verdad yo no sabía que la señorita Luka tenía una hija, y por cierto, ¿qué edad tienes?
-Acabo de cumplir catorce años, ¿y tú?
-Dieciséis, por cierto, Len tiene tú edad- Lenka tenía una sonrisa pícara en su rostro.
-No me agrada mucho tú hermano que digamos. No dudo de que sea una buena persona, pero simplemente no me va.
-Sí, además es todo un Spice.

Por primera vez, narra Len:

-Lo siento lindas, pero no podremos vernos en un tiempo- dije a las chicas que estaban enfrente de mí.
-¡No Len no te vayas!- dijeron todas al unísono mientras juntaban sus manos y hacían ojos de perrito.
-Lo siento pero debo de irme, ¡adiós niñas!- dije mientras salía corriendo de ahí.
Soy un chico muy afortunado, tener a casi todas las chicas de la aldea a mis pies, pues soy una persona muy atractiva. Sin embargo, ellas realmente no me atraen, y yo ni siquiera les hago caso. Ellas mismas son las que me ayudan sin siquiera pedirlo. Pero, aún aunque no me importen mucho, estoy agradecido con ellas por la atención que me daban. Camino a casa, pensaba como me iba a ir en el viaje, y más con esa bruja llamada Rin. Realmente desde que la ví por primera vez la odie, por alguna razón que ni yo sabía. No tenía la más mínima intención de caerle bien, y al parecer ella ya lo entendió. Al menos aprende rápido. Cuando estaba delante de la puerta me detuve a escuchar de que hablaban.
-Dieciséis, por cierto, Len tiene tú edad- escuché decir a Lenka. No pude contenerme y sentí mis mejillas arder. Luego ella habló.
-No me agrada mucho tu hermano que digamos. No dudo de que sea una buena persona, pero simplemente no me va- al escuchar eso sentí un gran alivio. Mis mejillas dejaron de arder.
-Sí, además es todo un Spice- ¡Qué demonios! Yo no soy ningún tipo de Spice, además, ¿qué clase de hermana te hace quedar mal frente a una chica? No es como si me importara lo que Rin pensara de mí, pero no tenía que decirle que yo "era" un Spice.
Tomé aire y entré a la casa, intentando no matar a Lenka.
-!Ya está!- dije mientras entraba matando con la mirada a Lenka. «No sabes lo que te espera».
-Entonces es hora de irnos- Rin se levantó de el sillón y guardó en su bolso una libreta y un lápiz.
-Supongo que sí- dijo Lenka volteándome a ver. Ella notó el enojo en mi mirada- ¡Los acompañaré a la salida de el pueblo!
Rin y yo tomamos nuestras respectivas maletas y salimos de la casa.

Narrador omnisciente:

Los chicos salieron de la casa y se dirigieron a la entrada y salida de el pueblo. Durante el camino, Rin se veía bastante sería mientras que Len y Lenka se seguían asesinando con la mirada. Varias chicas miraban con tristeza como se marchaba Len y miraban con desprecio y celos a Rin. Al llegar después de una hora a la salida de el pueblo Zen, llegó la hora de despedirse para los tres chicos.
-Te voy a extrañar hermanito- Lenka abrazó a su hermano y este le correspondió- Por favor cuídate.
-Sí- Len se acercó al oído de su hermana y le susurró- No soy un Spice.
Lenka y Len se separaron de el abrazo y Lenka se acercó a Rin, quién durante todo ese tiempo había estado en silencio.
-Te deseo mucha suerte Rin, fue un gusto haberte conocido.
-Igualmente, gracias por tú ayuda. Espero que te puedas reunir con tu hermano Rinto.
-Y tú con tú amiga Haku. Cuída a Len por mí en el viaje, por favor, de los dos, tú eres la más sensata.
-Haré lo que pueda- dijo Rin mirando fríamente a Len.
Rin agitó su mano en símbolo de despedida y Lenka la imitó. Len comenzó a caminar y Rin le siguió el paso. Unos segundos después Lenka gritó algo.
-¡Len, no seas un pervertido!- gritó Lenka.
-¡Ya cállate!!!- gritó Len.
Rin soltó una pequeña risita, pero luego se empezó a reír cada vez más fuerte-¡¿Qué es gracioso?!
-Es que tú cara estás muy roja- Rin aún seguía riendose y se tapó la boca un poco.
-¡No te rías!
-Está bien, está bien. No quiero que me mates ahora mismo- Rin intentó tranquilizarse un poco y luego de unos segundos lo logró.
-¡Ya vámonos!
-¿No que no querías irte?

Narra Rin:

Él estaba muy rojo y no pude evitar reírme. Aun así logré mantener la compostura y seguimos caminando. Ninguno decía nada, ni siquiera nos mirábamos y la verdad, yo no tenía la intención de romper el hielo. Pasó una hora de seguir caminando y finalmente mencionó algo.
-No creas- dijo con una voz retadora y fría- que ahora debemos de llevarnos bien.
-Opíno lo mismo- dije con un tono de voz hilarante- no tenemos porqué llevarnos bien. Estámos mejor odiandonos mutuamente, así que solo llevemos el juego tranquilo, ¿Sí?
-Estoy de acuerdo. ¿Entonces, es un trato?- dijo estirando la mano.
-Sí- dije ignorando su gesto- puedes alejar eso, no me gusta el contacto físico.
-Bien, trato hecho.

Dame Tu Mano (Rin X Len Kagamine) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora