Cap.11 La verdad

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Narra Len:

-No se que decir...- Me quedé sorprendido.
En mi vida habían tres cosas muy importantes: mis amigos, hermana y las chicas. Las chicas siempre me miran. Yo soy alguien que la gente consideraría "atractivo", a pesar de mi edad y desde que tengo memoria le gusto a cualquier niña que me ve. Es un poco ególatra de mi parte pensarlo así pero es la verdad. Y Rin me sorprendió. Aunque de cierto modo, me lo imaginaba. Pero había una pequeña fracción de mi a la que le dolía un poco.
-Bueno... tú... ¿Crees que le gusto?- Rin estaba casi morada y enredaba su dedo con su cabello.
-Yo.. no lo creo el es un coqueto con todas las chicas.
-Ya veo...- bajo la cabeza un poco mirando al suelo- ¿Crees que yo tenga una oportunidad con él?
-No lo creo. Me dijo que tenía una chica que le gustaba en Mitsaki y por eso quería volver a ir.
-...
-...
Unos segundos después salió Gakupo de el baño y vió a Rin.
-¿Estás bien Rin? Estas muy roja. ¿No tienes fiebre?- Gakupo se acercó a Rin.
-No no, estoy bien- Rin soltó una media sonrisa- Ya deberíamos dormir- Rin se acostó en las cobijas.
-Sí. Buenas noches- Gakupo también se acostó.
-Buenas noches...- dije yo y también me acosté.

Narra Rin:

No podía dormir. Mi corazón estaba roto. Era la primera vez que me sentía así. Era la primera vez que me había enamorado. ¿Qué era el amor? Ni siquiera lo sabía. Era tonta. Lo acababa de conocer, no sabía mucho sobre él. Pero aun así me dolió. ¿Debería creerle a Len? Seguramente sí. Aunque quisiera negarlo Len lo conocía muy bien, eran mejores amigos. No le veo el propósito de que me mienta. Después de todo, yo ni siquiera podía tocarlo. ¿Cómo podría funcionar algo así? Mejor debería darme por vencida y olvidarlo. Mi futuro era estar en soledad, vivir apartada de la gente para así no dañar a nadie. Lo mejor sería resignarme y continuar como si nada hubiese pasado.

Narra Len:

No se que estaba pensando. Soy la peor persona que existe. No solo había dañado el corazón de Rin, sino que también había hechado de cabeza a mi mejor amigo, mi casi hermano. El me apoyó mucho cuando una vez me enamoré de una chica. "Cuando a mí me guste alguien me devolverás el favor". Era mi turno de ayudarle y sin embargo lo había traicionado. Tenía que arreglarlo de algún modo. Y tenía que ser para ya.

Narra Rin:

Sentí un golpe muy fuerte en mi cara y inmediatamente abrí los ojos.
-¡Todos deberían morir!
Mi vista estaba medio nublada, pero podía escucharlo a la perfección. Era la voz de la anciana que nos había dado posada y ahora con las sombras que veía ella me golpeaba en la cara, hasta que ví que alguien más la separó de mí. Por su silueta supe que era Len y alguien más. La niña, era ella. Luego las manos de Gakupo tocaron mi cintura y me recostó en el suelo. Y luego recordé lo que pasaba si alguien me tocaba. Me levanté como pude y corrobore que era de noche. Me acomodé recargada a la pared y con la poca luz que había vi a la mujer transformándose en una flor verde. Mi terror creció cuando recordé que Gakupo me había tocado y inmediatamente me giré hacia el y por suerte estaba bien. Sentí el sabor metálico de sangre saliendo por mi boca y nariz.
-¿Qué paso? ¿Dónde esta esa mujer? ¿Y por qué en su lugar hay una flor?-Len tomó la flor en sus mano
-¡¿Estás bien Rin?!- Gakupo se acercó a mí.
-¡No! !No te acerques a mí! ¡Soy un horrible mounstro!
Me sentía devastada. Me tumbe al suelo y puse mis manos en mi cabeza. Lloré demasiado. Por mi culpa otra persona iba a morir.

Narra Gakupo:

Rin se soltó a llorar. La niña, Len y yo solo observábamos con preocupación aquella escena. Len se acercó un poco a ella pero después de unos segundos mejor se alejó. Rin se tranquilizó y nos volteó a ver a los tres con los ojos rojos.
-Rin, tranquila. Solo fue un susto. ¿Te duele algo?- mi amigo le preguntó esto a Rin. Se notaba la preocupación en sus palabras, una que nunca había mostrado con ella.
-¡Mejor vállanse!.. Por favor.. No quiero matarlos- Rin caminó hacia Len y le quitó la flor que sostenía en sus manos.
-¿Qué pasa Rin? ¿Por qué debemos alejarnos?- finalmente hablé yo.
-Yo...
-...
-...
-Yo tengo una maldición- dijo ella mirándonos a Len y a mi.
-¿De qué hablas?- Len volteó a verme de reojo y luego puso su atención en la flor verde que tenía Rin entre sus manos.
-Es difícil de explicar...
-Dinos, podemos ayudarte- dije yo intentando que se tranquilizara un poco más.
-Sí...- dijo Len en un susurro.
-Yo no tengo ninguna alergia al contacto físico. No me salen ronchas ni nada parecido- la chica tomó la flor con sus dos manos- Lo que pasa es que.. desde que nací, cada vez que alguien me toca, esa persona se convierte en una flor. Es por eso que no me gusta el contacto físico. Viví toda mi infancia en la mansión abandonada de el bosque. Hace cuatro días, por mi culpa murió mi madre. Llegué a dañar a muchas más personas en mi infancia. Por eso quiero ir a Mitsaki para buscar a la amiga de mi madre. Ella es la única que no es dañada al tocarme- Rin volvió a llorar- yo lo siento mucho, de verdad... y a ti, pequeña niña- Rin volteó a ver a la niña que había estado observándonos en silencio todo el tiempo- ¡perdóname por favor!
-No tiene por que preocuparse.. Ella no era nada mio- La niña finalmente habló- Simplemente me separó de mi madre cuando tenía tres.
-Ya veo... Aún así perdonenme- Rin se secó las lágrimas.
-No eres culpable Rin. No hay por que pedir perdón- dije sonando tranquilizador.
-Gakupo tiene razón. Tú no tienes la culpa- Len me ayudó- Ahora será mejor continuar el camino a a Mitsaki y encontrar a la amiga de tu madre. Nosotros te ayudaremos. Yo te ayudaré- mi amigo tenía una determinación grande en sus palabras.
-Tienen razón. Hay que continuar el viaje y encontrar a esa mujer- Rin se acercó a la niña- ¿Tú no tienes a donde ir?
-No. No se donde está mi mamá.
-Hum... ¿Quieres venir con nosotros?- Rin se inclinó un poco para alcanzar a ver a la niña.
-¿Podría encerio ir?- a la pequeña se le iluminaron los ojos.
-¡Claro! Solo hay un problema... Nos falta dinero.
-Yo tengo una solución para eso- la niña se metió en la habitación de donde habían salido hace unos minutos. Luego de unos segundos regresó con un cofre- Aquí tiene muchas monedas. Tómalo.
Rin tomó el cofre sin soltar la rosa y dentro habían muchas monedas. Se sentó en el suelo y se dispuso a contarlas. Eran doscientas monedas. Mucho más de lo que necesitábamos.

Narra Len:

Ahora todo tenía sentido. Era tan ireal que me costaba creerlo. Pero sabía que era verdad, porque aunque no conozca tanto a Rin, se que ella no se anda con bromas y, además tenía las pruebas de ello en mis narices.

Narra Rin:

Cuando acabé de contar el dinero sentí como me cortaba al tocar más al fondo.
-¡Auch! ¿Qué es eso?- miré adentro de el cofre y ví un cuchillo afilado. Al parecer estaba en un compartimiento secreto de él mismo y yo entre tanto moverlo lo había abierto. Saqué el cuchillo y pude apreciarlo mejor. La cuchilla dorada estaba un poco llena de polvo, y el mango de esta era de color plateado y tenía cuatro gemas incrustadas, una azul, una blanca, una roja y una amarilla. También tenía una inscripción extraña que según yo, era un idioma casi olvidado de el país de Nullus, donde nos encontrábamos ahora. Había querido aprenderlo mientras estuve encerrada todos los años, pero ni mi madre sabia hablarlo y no pudo conseguir ningún libro en esa lengua. Estaba de seguro, frente a una reliquia.
-Es hermoso...
-Sí, lo es- la niña habló.
-¿Cuál es tu nombre pequeña?- Gakupo habló.
-Yuki, Kaai Yuki. Tengo diez años- la niña habló.
-¿Esto es tuyo?- dije a Yuki haciendo referencia a el cuchillo.
-No, no sabía que estaba ahí. Pero por favor, consérvalo.
-Gracias..- dije limpiando el cuchillo con mi manga.
-Será mejor que prepares tus cosas para irnos lo antes posible- Len tocó el hombro de Yuki- ve.
Estuvimos en silencio, los tres esperando a Yuki. El sol comenzó a salir y iluminaba el cuarto. De mi bolso de mano saqué un pañuelo y me limpie la sangre de mi boca y nariz, así como unos cuantos rasguños. No entendía que había pasado para que esa señora me atacara de esa manera. Me quedé pensando que es lo que había hecho mal.
-Ya está- Yuki tenía solo una bolsa pequeña- no tengo mucho que perder.
-Hay que irnos. En el camino buscamos un lugar donde comer- Gakupo y Len tomaron sus maletas y yo guardé el dinero y  cuchillo en mi bolso de mano y la flor la metí cuidadosamente en la maleta. Los cuatro salimos de la casa. El sol iluminaba todo y se veía hermoso, casi como un fuego ardiente.
Pasaron los días, exactamente una semana y llegamos a Zumma, la ciudad donde tomaríamos el barco a Mitsaki. Durante este tiempo había conocido un poco más a los tres. De Yuki sabía que estaba abandonada a los cinco años, y desde entonces había vivido con esa mujer, quien la utilizaba para conseguir dinero fácil. Me dijo que esa señora tenía una obsesión con las personas (y en especial las mujeres) rubias. Por eso ella quería matarme a mí y de paso a Len, ya que él también era rubio. De Gakupo sabía que había perdido a su padre en la guerra territorial a los seis años y que por ese motivo se había mudado con su madre a Zen, ya que ellos eran originarios de aquí, Zumma. También me contó que conoció a Len cuando el tenía diez años. Casualmente ellos dos eran los chicos que había visto, hace tantos años en el día de mi cumpleaños. El mundo era un pañuelo. Y con Len... Bueno, solo unas cuantas cosas.

Dame Tu Mano (Rin X Len Kagamine) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora