Cap.41 Amor

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Narra Rin:

Me fui de el patio trasero bastante sonrojada. Podría deducir que yo le gustaba por lo que había mencionado Meiko. Sin embargo, aunque el me gusta un poco, sigo recordando a Gakupo... Y no puedo olvidarlo. Entre a la cabaña y me fui sigilosamente a mi cuarto, pero alguien me detuvo.
-¿Rin? ¿A dónde vas? -era Haku que me detuvo jalandome el brazo.
-Voy a mi cuarto -respondí con algo de frialdad.
-¿Podemos hablar?
Recordé lo que Meiko me había dicho sobre mi supuesta vida pasada, y quería hablar sobre eso con Haku.
-Si, claro.
Ambas subimos a mi habitación. Ya dentro cerramos la puerta y yo me senté en la orilla de la cama, y Haku en una silla de madera.
-Hay tantas cosas que quiero preguntarte...
-Yo también, primero empiece usted -dije.
-Bueno, ¿qué fue lo que te dijo Meiko?
-Sobre eso... Bueno mencionó muchas cosas.
-Cuéntame todo.
-Primero mencionó que yo era una reencarnación de una chica llamada "Emily".
-¿Sabes quién es ella? -preguntó frunciendo el ceño.
-Kaito me habló de ella hace un tiempo...
-Ya veo... Bien, ¿qué más te dijo?
-Dijo que ella fue la encargada de matarme hace algunos siglos, dijo que me apuñaló el pecho y desgarró mi rostro, porque estaba envidiosa de "mi" romance con Kaito...
-¿Dijo el nombre del arma con la que te asesinó?
-Si, dijo que era un cuchillo llamado "el diamante". Kaito también me habló de esa arma hace un tiempo.
-¿Mostró pruebas de lo que te dijo?
-Si, bueno, me leyó un par de hojas, al parecer eran fragmentos de un diario... Y no había duda de que yo lo escribí, porque era parecido a mi.
-Oh... Entonces ella tiene el diamante ¿eh?
-Sea como sea, dijo que se dedicó a matar a todas mis reencarnaciones, y a hacerme sufrir. Me dijo que quería darme el peor castigo de todas mis vidas, y que iba a encerrar mi alma en una lámpara. Y dijo algo sobre la madre de Len...
-¿Qué dijo sobre Lily?
-¿Lily?
-La madre de Len, ese es su nombre...
-Dijo que por mi culpa ella había muerto...
-...
-En todo caso, no se como sentirme ahora que lo sé todo... Haku, ¿qué debería hacer?
-Por ahora no digas nada, guarda el secreto... Si se lo decimos a Kaito no sabemos como podría reaccionar. Y de Len tampoco.
-Si.
-Algo más... ¿No tienes ningún recuerdo de tus vidas pasadas?
-Es cierto que durante mi infancia tuve pesadillas... Pero no puedo recordar como eran.
-¿No has notado una anomalía reciente en tu estado de ánimo o físicamente?
-Bueno, de ves en cuando últimamente cuando me enojo o me pongo triste siento mucho calor y...
-Ah, entonces es verdad... Ya no hay duda, si eres Emily.
-¿Emily tenía esos síntomas?
-Ella controlaba el fuego... Tal ves fragmentos de su poder aún se quedaron en ti, y Meiko no logró quitartelos.
-Eso pensé. Y Haku, ella también dijo que incendió la finca donde trabajaba... Mató a mi novio en el proceso... Esa perra lo mató.

Narra Haku:

-Esa perra lo mató... -Rin comenzó a sollozar un poco- no se conformó con dañarme a mi, también lo dañó a él. Ella debió morir en su lugar, no yo, ni Gakupo...esa estúpida si.
-Rin...
Su piel se puso rojiza y un fuerte calor invadió el cuarto y un olor a quemado.
-Rin...
-¡Esa perra me lo quitó! -Rin tomó un vaso de cristal que estaba de su lado.
-Rin cálmate...
-¡Esa hija de puta lo mató!
Rin apretó el vaso que esta se rompió y dejó a Rin herida.
-¡Rin! Ya basta, tranquilizate.
Cuando grité eso el tono rojizo en la piel de Rin desapareció y el calor del lugar se fue. Soltó el vaso hecho añicos y su mano sangraba. Volteó a verme y su cara llena de furia se volvió en la cara de la Rin que yo conocía, una cara triste y unos ojos llorosos en infantiles.
-Lo siento...
-Esta bien, ya -dije y la abracé.
-...
Nos quedamos así un rato y luego separamos nuestro abrazo.
-¿Te sientes mejor?
-Creo que si.
-Bueno, necesito curarte la herida, ¿si?
-Si...
Le lavé la herida y le puse algo de alcohol y una venda, limpiamos el vidrio roto y le dije que se quedara dentro en su cuarto. Fui por un té para tranquilizarla un poco. Hice el té y se lo llevé a Rin.
-Aquí tienes, está algo caliente.
-Gracias.
-Bueno, te dejo sola, ¿está bien?
-Si, no te preocupes.
Salí de su habitación cerrando la puerta y bajé al primer piso. Ahí estaba solo Len, sentado en las escaleras.
-Hola Len.
-Señorita Haku, hola.
Me senté a su lado y me sonrió. Se veía algo decaído.
-¿Te pasa algo?
-No, estoy bien.
-Aunque no lo parezca te conozco desde que eras pequeño, así que se que te ocurre algo.
-Hum... Es... Solo estoy algo cansado.
-En todo caso, deberías ir a dormir un rato. Hoy ah sido un día agotador.
-No tengo ánimos de dormir.
-Entonces solo recuestate un rato.
-Podría funcionar.
-¿Tú corazón está roto?
-¿?
-Puedo percibirlo.
-....
-Tienes la mirada baja y tu cara no me da buena espina.
-Mi corazón no está roto... Solo estoy preocupado por alguien.
-En ese caso, quiero decirte que Rin está bien.
-¿Ah?
-Lo sé... No te preocupes... Tú corazón no está roto, solo algo dañado. Sin embargo, el de ella esta hecho trizas.
-Eso lo sé bien... ¿Entonces qué debo hacer?
-Te daría el consejo de que luches por ella, pero ese es un consejo inútil.
-¿Entonces debo rendirme?
-No no no.
-¿Debo esperar?
-No, no me refiero a que esperes... Simplemente debes saber actuar... Las personas somos realmente complejas, vivimos buscando la felicidad, ya sea dinero, fama o amor... En tu caso, el amor es lo que buscas, ¿no es así?
-Si...
-Entonces tienes que saber enfrentarlo... Tal vez Rin no está buscando eso en estos momentos, tal ves ella está buscando otra cosa... Solamente, debes poder aceptar la respuesta que ella de.
-¿Entonces es malo que luche por ella?
-No es así, pero debes entender correctamente sus sentimientos y los tuyos, sobre todo. ¿Sabes qué quieres?
-No, no lo sé.
-Entonces ahí tienes la respuesta... Para poder amar a alguien primero debes amarte a ti mismo y saber que es lo que quieres de ti.
-...
-Bueno, yo me tengo que ir. Olvidé un par de cosas que tengo que hacer, entonces, estate tranquilo, por favor.
-Si, ahora lo entiendo.

Dame Tu Mano (Rin X Len Kagamine) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora