Cap.33 El comienzo del plan

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Narra Len:

El chico y yo caminamos a su habitación, ahí estuvimos charlando un poco sobre nosotros.
-Por cierto, esa chica rubia... ¿Era tu hermana?
-Ah, si.
-¿Qué edad tiene? -preguntó con un leve sonrojo.
-Tiene... Dieciocho.
Respondí y el se me quedó viendo un poco rojo por las preguntas que me acababa de hacer.
-Es muy linda... -dijo sonrojándose aún más.
-...
-¡Pero no pienses mal! No planeo meterme con ella si eso es lo que piensas -respondió haciendo gestos con sus manos- además, se nota que ella no es mi tipo.
-¿Su tipo? -pregunté algo extrañado.
-Si... Se nota que tu hermana es una chica muy inteligente y eso es muy bueno, sin embargo, también pude notar que es muy estricta.
-Bueno, en eso no te equivocas, jeje. De todos modos, ella tiene novio -dije intentando ocultar mi enojo.
-Debí suponerlo... Bueno, sobre eso...
Toc toc, alguien tocó la puerta.
-¡Adelante! -gritó Nero.
La puerta se abrió y la figura de Rin se hizo presente.
-Hola, yo venía por Len... Pero si interrumpo algo me voy.
-¡No, espera! No interrumpe nada -le habló Nero.
-¿Ah?
-No se preocupen, Len, ve con ella.
Le agradecí y salimos los dos, Rin y yo. Caminamos hasta llegar a una habitación, que supongo era de ella. Abrió la puerta y entramos, fijándose de que no viniera nadie, para acto seguido cerrarla con seguro.
-¿Y cuál es el plan? -dije, yo ya sabía porque estaba aquí.
-El primer paso será buscar por el palacio a Haku. Tenemos que buscar por el castillo sigilosamente sin causar sospechas.
-Eso mismo pensé -dije sentándome en un sillón rojo.
-Si... El problema será como vamos a camuflajear nuestra búsqueda. Ese será el plan. Mañana será domingo, nuestro día de descanso. Podría pedirle a Kaito que hiciera más de esos hechizos raros.
-Suena bien, mientras tanto, hay que distraer a la familia, en especial a Meiko. Tenemos que convencerlos de que somos inofensivos -dije chocando mi puño en mi mano.
-Entonces está decidido. Y en otra cuestión, lo de la lectura... Te voy a dar pequeñas clases -dijo ella sonriendo un poco.
-Si, gracias. Debí decir la verdad, ahora solo causare más problemas.
-No, fue mejor así. Además, tómalo como excusa para de una vez por todas enseñarte a leer -dijo ella con una pequeña sonrisa.
-Gracias.
-Pero tendrá que ser mañana, eh, por ahora, creo que estará bien. Empezaremos a buscar el lunes.
-Si. Y bueno, también quería decirte algo Rin.
-Dímelo -respondió ella tranquilamente.
-Bueno, etto... ¿Por qué quieres hacer esto? Digo, no conoces ni a Kaito ni a Haku tanto como para que tuvieras ganas de salvarla.
-¿Está mal?
-Te conozco Rin, incluso si no hemos hablado mucho durante estos años, vivimos bajo el mismo techo, así que puedo deducir que no es solo por ayudar a Kaito.
-En realidad, no puedo decírtelo...
-¿Por qué no?
-Esto es confidencial... No deberías saberlo -dijo ella volteando a otro lado.
-Debo saberlo, estoy involucrado en esto. Podría perder mi vida por esto. Como mínimo me gustaría saber en que me estoy metiendo.
-...
-...
-Bien, en realidad... No es muy oscuro. Es solo que pensé que ella podría quitarme esta "maldición". Pensé: se supone que hubo una persona que me puso esto, entonces debe haber alguien que pueda quitarlo. Incluso si es por un momento, incluso si me comporto de manera caprichosa, me gustaría al menos por una vez en mi vida volver a tocar las manos de alguien.
-...
-Puede que me esté ilusionando, pero de todos modos, mi madre me dijo que ella le ayudo a criarme... ¿Cómo no podría ayudarla?
Rin bajó la cara y noté que una lágrima resbalaba de su mejilla.
-Solo me hago ilusiones pero... En realidad tengo esperanza -dijo sollozando y derramando más lágrimas.
Me acerqué a ella y con la manga de mi camisa acerqué cuidadosamente mi mano a su rostro. Sequé sus lágrimas y ella volteo a verme sorprendida.
-No te preocupes.. Te dije que te ayudaría, ¿cierto? No pienso romper mi palabra. Incluso si me costase la vida.
-Gracias...
-... De nada..
Nos miramos un rato y luego ella se sentó enfrente de mi. Platicamos de más cosas, de más detalles.
-Entonces, ¿te parece si empiezamos las clases? -dijo ella refiriéndose a lo de la lectura.
-Si, está bien...
-Olvidé traer libros...
-Nero me contó que había una biblioteca... Voy a buscarla -dije y salí de la habitación.
Fui a donde estaba la biblioteca, según me había dicho Nero estaba atravesando el salón principal y caminando por un pasillo y dar un par de vueltas. Llegué a la biblioteca, era muy grande y tenía varios armarios y estantes llenos de libros. No sabía cual tomar, así que me puse a ver cual de todos me podría llamar la atención. Pasaron casi quince minutos de estar ahí, encontré uno que llamó mi atención. Tenía la portada igual que la del libro que hace un rato estaba leyendo Nero. Lo tomé y salí rápidamente de la biblioteca. De camino a el cuarto de Rin algo llamó mi atención. Una pequeña ráfaga de viento llevaba consigo varias ojas, pero de una manera muy ordenada, como si estuvieran decidiendo a que lugar ir. No le di importancia y pasé de largo. Llegué a la habitación de Rin y al entrar ella estaba dormida. Seguramente se había cansado de esperarme... Con cuidado la levanté, cargué y la puse con delicadeza en su cama...

Salí cuidadosamente de la habitación cerrando la puerta con cuidado, pero una voz después de eso me sacó de mis pensamientos.
-¿Len?
-¡¿Ah?! -me voltee asustado- ah, solo eres tu...
-¿Solo soy yo? ¿No quieres que alguien más venga? -me preguntó Nero con una sonrisa burlona.
-No, es que me asustaste -demonios casi la riego.
-Bueno, mi madre te quería dar esto -me estiró su mano y me dio un juego de llaves- son para tu habitación, vamos, te llevo.
Empezó a caminar y yo lo seguí. Estaba a un lado de la habitación de Nero, y se veía muy cómoda. Nunca en mi vida había tenido esta clase de lujos, se veía increíble. Sin importarme la presencia de Nero, me aventé en la cama. Era tan cómoda suave. Unos instantes después recobre la compostura y me senté en la cama.

Dame Tu Mano (Rin X Len Kagamine) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora